¿Cuáles son los principales sustitutos de la energía del petróleo y del gas?
Las principales alternativas a la energía del petróleo y el gas son la energía nuclear, la energía solar, el etanol y la energía eólica. Los combustibles fósiles siguen eclipsando estas alternativas en los mercados energéticos mundiales y nacionales, pero existe un considerable impulso público para aumentar su utilización a medida que las industrias se orientan hacia la sostenibilidad y las prácticas empresariales más ecológicas.
Los combustibles fósiles -compuestos principalmente por fuentes de energía procedentes del carbón, el petróleo, el propano y el gas natural- representan más del 80% del consumo total de energía en Estados Unidos. Las formas alternativas de energía han demostrado, hasta ahora, ser sustitutos poco rentables; son menos eficientes y más caras (o, en el caso de la energía nuclear, están completamente restringidas en su expansión) que los combustibles fósiles. Por ello, el gobierno ofrece actualmente muchas subvenciones a los consumidores que eligen formas más limpias de energía renovable para su casa o para sus vehículos. Las numerosas alternativas al petróleo se están disparando a medida que se produce más investigación y desarrollo en este ámbito, y que las leyes económicas de la oferta y la demanda acaban por hacer bajar los precios para que sean competitivos con los combustibles fósiles tradicionales.
Energía nuclear
Actualmente, EE.UU. cuenta con 96 reactores de energía nuclear que proporcionan un 20% de toda la producción eléctrica nacional. Muchos otros países tienen mayores concentraciones de energía nuclear; Francia, por ejemplo, es la primera potencia nuclear del mundo y genera casi el 80% de su electricidad a través de ella.
Según la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA), la energía nuclear es el sustituto más eficaz para desafiar a los combustibles fósiles en el consumo energético futuro. En comparación con el carbón, el gas, el petróleo y el etanol, la energía nuclear produce efectos climáticos adversos casi insignificantes.
Y lo que es más importante, la energía nuclear puede funcionar de forma mucho más barata que otras formas de energía limpia, como la solar, la eólica o la hidroeléctrica. Sin embargo, en Estados Unidos (y en muchos otros países), los gobiernos han frenado la expansión nuclear durante décadas, en parte por temor a la seguridad pública y en parte por razones políticas. Sucesos como el de Chernóbil siguen siendo ejemplos de la energía nuclear que salió mal en la mente de muchas personas, lo que hace que la perspectiva de la energía nuclear como alternativa al petróleo sea psicológicamente difícil de aceptar.
Sin embargo, a medida que se desarrolla la investigación en torno a la energía nuclear segura, es posible que la energía nuclear limpia llegue a alimentar ciudades enteras. Bill Gates, por ejemplo, ya ha creado una empresa llamada TerraPower que está investigando formas de aprovechar la energía nuclear a largo plazo.
Energía solar y eólica
La energía solar y la eólica son también dos fuentes de energía renovables muy populares. Sus defensores argumentan que estos sustitutos ofrecen una ruptura limpia con los combustibles fósiles y se basan en la energía de fuentes naturales.
Como señala el Instituto de Investigación Energética, esto no es realmente cierto. La mayoría de las plantas solares y eólicas actuales necesitan fuentes de energía de reserva constantes. Por lo general, la electricidad generada por una planta de carbón se sigue utilizando para mantener estas alternativas de petróleo en funcionamiento, en caso de que se nuble o de que el viento amaine. Además, los paneles solares y los parques eólicos también tienen enormes costes de capital inicial.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha calculado que los consumidores dependen actualmente de la energía solar y eólica para entre el 8% y el 10% del uso energético mundial. Sin embargo, la AIE reconoce que es necesario promulgar marcos políticos específicos, como subvenciones y ayudas gubernamentales financiadas con impuestos, para aumentar el uso de estas alternativas. Aun así, la AIE informa de que «la capacidad de energía renovable se ampliará en un 50% entre 2019 y 2024», liderada por el crecimiento de la energía solar fotovoltaica.
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