Baumrind, Diana

Ética de la investigación

Estilos de crianza

BIBLIOGRAFÍA

El trabajo seminal de Diana Baumrind sobre la ética de la investigación y los estilos de crianza ha dado forma a la investigación y la práctica desde la década de 1960. Baumrind se licenció en el Hunter College en 1948 y se doctoró en la Universidad de California, Berkeley, en 1955. Tras una residencia posdoctoral en el Hospital Cowell, Baumrind se incorporó al Instituto de Desarrollo Humano de la Universidad de California, Berkeley, donde dirige el Proyecto de Socialización Familiar y Competencia en el Desarrollo desde 2007.

ÉTICA DE LA INVESTIGACIÓN

En respuesta al estudio de Stanley Milgram de 1963 sobre la obediencia a la autoridad, Baumrind publicó un influyente comentario sobre la ética de la investigación (1964). Baumrind ha continuado abordando cuestiones éticas en la investigación con humanos a través de consultas con la Asociación Americana de Psicología y de trabajos publicados. Sobre el uso del engaño en la investigación, Baumrind ha hecho hincapié en los múltiples niveles de daño potencial: para el participante, para la credibilidad de la psicología como profesión y para la sociedad.

ESTILOS DE PACIENCIA

En 1966 Baumrind publicó un artículo pionero sobre los estilos de crianza, seguido de un artículo de 1967 con Allen Black que examinaba los efectos de los estilos de crianza en el desarrollo de las niñas y los niños. Los tres estilos de crianza de Baumrind implican diferentes combinaciones de demanda y control parental (confrontación, supervisión, disciplina consistente, castigo) y capacidad de respuesta y afecto (calidez, apego, reciprocidad, discurso amistoso). Los padres autoritarios son de moderadamente a muy exigentes y muy receptivos. Sus hijos tienden a ser asertivos, capaces de autorregularse, socialmente responsables y respetuosos con los adultos. Los padres autoritarios son muy exigentes y no responden a sus hijos. Los hijos de padres autoritarios tienden a ser malhumorados, temerosos de las nuevas situaciones y con baja autoestima. Los padres permisivos son poco exigentes y poco directivos. Son receptivos con sus hijos y evitan la confrontación. Sus hijos tienden a ser creativos, sociables y amistosos, pero también pueden ser impulsivos, agresivos y resistentes al establecimiento de límites. En 1983, Eleanor Maccoby y John Martin propusieron un cuarto estilo, la crianza no implicada. Los padres no implicados son poco exigentes y no responden, y sus hijos pueden participar en comportamientos desviados o de alto riesgo.

La tipología de Baumrind ha constituido la base de muchas investigaciones sobre la socialización parental de los hijos y los resultados del desarrollo de los niños. En su propio trabajo, Baumrind ha examinado los estilos de crianza de los padres de niños en edad preescolar hasta la adolescencia. Los resultados que Baumrind ha examinado abarcan el rendimiento académico, la regulación de las emociones, el desarrollo moral, las relaciones con los compañeros, las habilidades sociales, el abuso de sustancias y la sexualidad de los adolescentes. Baumrind ha descubierto que la crianza autoritaria se asocia con mejores resultados para los niños. Este estilo de crianza proporciona a los niños un modelo de atención y preocupación por las necesidades de los demás y de comportamiento seguro y controlado. A partir de finales de la década de 1980, los investigadores ampliaron el paradigma de Baumrind a las familias con bajos ingresos y de diversos orígenes culturales. A pesar de las diferencias culturales en el grado de apoyo a los diferentes estilos de crianza y en la fuerza de la asociación de la crianza autoritaria con mejores resultados en los niños, la tipología de Baumrind ha sido ampliamente apoyada.

Más controvertida ha sido la postura de Baumrind sobre el castigo físico. Mientras que Baumrind sostiene que el castigo físico ocasional y leve puede no conducir a resultados negativos a largo plazo en los niños cuando se utiliza como parte de un estilo general de crianza autoritario, otros investigadores sostienen que el mayor uso del castigo físico por parte de los padres se asocia con resultados negativos en los niños y que dicho uso puede escalar hasta el abuso físico (Gershoff 2002b, p. 609). Un punto de acuerdo es que las normas culturales relativas al castigo físico influyen en la medida en que dicho castigo se percibe como duro y es probable que tenga resultados negativos.

SEA TAMBIÉN Milgram, Stanley; Parenting Styles

BIBLIOGRAFÍA

Baumrind, Diana. 1964. Algunas reflexiones sobre la ética de la investigación: Después de leer el «Estudio conductual de la obediencia» de Milgram». American Psychologist 19 (6): 421-423.

Baumrind, Diana. 1966. Efectos del control autoritario en la conducta infantil. Child Development 37 (4): 887-907.

Baumrind, Diana. 1996. Parenting: The Discipline Controversy Revisited. Family Relations 45 (4): 405-414.

Baumrind, Diana, y Allen E. Black. 1967. Socialization Practices Associated with Dimensions of Competence in Preschool Boys and Girls. Child Development 38 (2): 291-327.

Gershoff, Elizabeth Thompson. 2002a. Corporal Punishment by Parents and Associated Child Behaviors and Experiences: A Meta-analytic and Theoretical Review. Psychological Bulletin 128 (4): 539-579.

Gershoff, Elizabeth Thompson. 2002b. Corporal Punishment, Physical Abuse, and the Burden of Proof: Reply to Baumrind, Larzelere, and Cowan (2002), Holden (2002), and Parke (2002). Psychological Bulletin 128 (4): 602-611.

Maccoby, Eleanor, y John Martin. 1983. Socialization in the Context of the Family: Parent-Child Interaction. En Socialization, Personality and Social Development, ed. E. Mavis Hetherington. Vol. 4 de Handbook of Child Psychology. Nueva York: Wiley.

Milgram, Stanley. 1963. Behavioral Study of Obedience. Journal of Abnormal and Social Psychology 67: 371-378.

Julie C. Dunsmore

Sarah Holland Omar

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