Ginevra de’ Benci

Reverso del retrato

Ginevra de’ Benci, una conocida joven florentina, es considerada universalmente como la retratada. Leonardo pintó el retrato en Florencia entre 1474 y 1478, posiblemente para conmemorar el matrimonio de Ginevra con Luigi di Bernardo Niccolini a la edad de 16 años. Lo más probable es que conmemore el compromiso. Los retratos femeninos contemporáneos solían encargarse para una de estas dos ocasiones: los esponsales o el matrimonio. Los retratos de boda se hacían tradicionalmente por parejas, con la mujer a la derecha, mirando a la izquierda; como este retrato mira a la derecha, es más probable que represente los esponsales.

El enebro que rodea la cabeza de Ginevra y que ocupa gran parte del fondo, sirve para algo más que para decorar. En la Italia del Renacimiento, el enebro se consideraba un símbolo de la virtud femenina, mientras que la palabra italiana para enebro, ginepro, también hace un juego con el nombre de Ginevra.

Las imágenes y el texto del reverso del panel -una rama de enebro rodeada por una corona de laurel y palma, conmemorada por el lema latino Virtvtem Forma Decorat («La belleza adorna la virtud»)- apoyan aún más la identificación del retrato. La frase se entiende como símbolo de la intrincada relación entre la virtud intelectual y moral de Ginevra, por un lado, y su belleza física, por otro. La rama de enebro, rodeada de laurel y palma, sugiere su nombre. El laurel y la palma son el emblema personal de Bernardo Bembo, embajador veneciano en Florencia, cuya relación platónica con Ginevra se revela en los poemas que intercambiaron. El examen por infrarrojos ha revelado el lema de Bembo «Virtud y Honor» bajo el de Ginevra, lo que hace probable que Bembo participara de algún modo en el encargo del retrato.

El retrato es uno de los más destacados de la National Gallery of Art, y es admirado por muchos por su retrato del temperamento de Ginevra. Ginevra es bella, pero austera; no tiene ningún atisbo de sonrisa y su mirada, aunque dirigida hacia delante, parece indiferente al espectador.

En algún momento, la parte inferior del cuadro fue retirada, presumiblemente debido a daños, y se cree que los brazos y las manos de Ginevra se perdieron. A partir de la sección dorada, Susan Dorothea White ha dibujado una interpretación de cómo podrían haber estado colocados sus brazos y manos en el original. La adaptación se basa en dibujos de manos de Leonardo que se cree que son estudios para este cuadro.

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