Ginecomastia | Artículo

La ginecomastia suele aparecer en la pubertad y en hombres mayores

La ginecomastia es una afección masculina resultante de la hipertrofia de las glándulas mamarias.

Suele aparecer en chicos de 13 o 14 años, como consecuencia de los cambios hormonales de la pubertad. En estos casos, los pechos crecen durante períodos de seis meses o menos, y luego vuelven a su tamaño normal. Sin embargo, en aproximadamente un 5% de los casos, la hipertrofia persiste hasta la edad adulta.

El crecimiento exagerado de las mamas es más frecuente en los hombres mayores. En la exploración física, entre uno y dos tercios de los mayores de 70 años tienen uno o ambos pechos aumentados.

Véase también: Testosterona

En las autopsias, la prevalencia es del 40% al 50%. El examen microscópico muestra dilatación de los conductos mamarios, fibrosis y deposición de grasa en el subcutáneo de la región del pezón.

Debe diferenciarse de la pseudoginecomastia, caracterizada por una excesiva deposición de grasa bajo el pezón sin que exista un aumento del tejido glandular.

Para ello, el paciente debe acostarse boca arriba, con las manos entrelazadas bajo la nuca. El médico palpa la mama, comprimiéndola entre el pulgar y el índice. En la ginecomastia, la palpación revelará un tejido firme, pero de consistencia elástica, distribuido concéntricamente alrededor del pezón. En la pseudoginecomastia la consistencia será la de la grasa.

Es imprescindible recordar que el cáncer de mama también se da en los hombres. Los tumores malignos forman bultos duros e indoloros localizados en un cuadrante de la mama. Pueden invadir la piel, adherirse a los tejidos más profundos y provocar hemorragias y retracciones del pezón. El cáncer de mama se instala casi siempre en una sola mama, a diferencia de la ginecomastia, que es bilateral en al menos la mitad de los casos.

La proliferación de las glándulas mamarias, característica de la ginecomastia, resulta de mecanismos que alteran el equilibrio entre las acciones de la testosterona y los estrógenos.

Al final de la pubertad, antes de que la secreción de testosterona haya alcanzado los niveles adultos, los testículos y los tejidos periféricos pueden producir mayores cantidades de estrógenos, suficientes para estimular el crecimiento mamario.

Los tumores malignos de los testículos acaban secretando estrógenos por un mecanismo indirecto. También lo hacen algunos cánceres de pulmón, estómago, suprarrenales y de riñón, aumentando la proliferación de las glándulas mamarias.

Otras veces, los testículos producen niveles muy bajos de testosterona, como en el hipogonadismo primario, o en el secundario a otras patologías. La prevalencia del hipogonadismo aumenta con la edad: después de los 70 años, la mitad de los hombres tienen concentraciones bajas de testosterona libre en la sangre.

El agrandamiento de las mamas también puede producirse en el hipertiroidismo y la insuficiencia hepática.

La ginecomastia es más frecuente en los hombres más gordos. El tejido graso produce enzimas, dotadas de la propiedad de convertir ciertos precursores de la testosterona en estrógenos.

Los diuréticos, los antihipertensivos, la cimetidina (utilizada para reducir la acidez gástrica), los esteroides anabolizantes (los fármacos de los gimnasios), las hormonas y diversos fármacos empleados en el tratamiento del cáncer de próstata pueden hipertrofiar las mamas.

El tratamiento es más eficaz cuando se identifica la causa. Por ejemplo, si hay hipogonadismo, el reemplazo de testosterona es la terapia de elección.

Cuando la hipertrofia es causada por fármacos, su suspensión hará que los senos se vuelvan blandos y más pequeños en tan sólo un mes. Sin embargo, si la afección lleva instalada más de un año, la regresión será mucho menor debido a la fibrosis.

En estas circunstancias, está indicada la corrección quirúrgica, sobre todo en el caso de los adolescentes, para evitar problemas emocionales. La cirugía consiste en la extirpación de parte del tejido glandular y de la grasa que rodea el pezón.

Aunque no se ha aprobado su uso universal, el tamoxifeno (un fármaco que bloquea los receptores de estrógenos existentes en las células mamarias) se ha utilizado con buenos resultados en el tratamiento y la prevención

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