Gastroyeyunostomía

La intervención suele realizarse con anestesia local o sedación moderada. Es posible que se le administren antibióticos para prevenir la infección, pero no siempre es necesario. Estará tumbado sobre su estómago en una mesa de arco en C, una mesa diseñada para ser utilizada en procedimientos de imagen.

El procedimiento es similar al de la gastrostomía percutánea. En la mayoría de los casos, se le administrará una inyección de clorhidrato de glucagón, que paraliza temporalmente los músculos del estómago. La punción del estómago en la gastroyeyunostomía se realiza en la zona en la que el estómago se conecta con el intestino delgado, ya que es ahí donde irá la sonda.

El radiólogo intervencionista introducirá entonces un catéter junto con una guía en el yeyuno, que es la sección media del intestino delgado. A continuación, se cambiará la guía por otra más rígida. El radiólogo intervencionista insertará unos dilatadores que ampliarán la zona, creando espacio suficiente para el tubo de gastroyeyunostomía, que se coloca sobre la guía rígida. El radiólogo intervencionista inyectará unos mililitros de medio de contraste a través de la sonda de gastroyeyunostomía para poder confirmar la posición de la sonda mediante fluoroscopia.

Es probable que tenga que pasar la noche en el hospital, aunque la gastroyeyunostomía también puede realizarse como procedimiento ambulatorio. Es posible que experimente una ligera molestia en el punto de entrada del catéter durante las primeras horas después del procedimiento. La ubicación de la sonda se revisará diariamente para detectar signos de fuga o infección. Se le permitirá comer entre 8 y 24 horas después de la gastroyeyunostomía, después de haber consumido 50 ml de agua por hora durante al menos cuatro horas sin ningún efecto negativo. Los sujetadores en T utilizados en el procedimiento pueden retirarse con seguridad entre 10 y 14 días después de la intervención.

¿Por qué realizarla?

Las indicaciones de que una gastroyeyunostomía puede ser beneficiosa para usted son similares a las de una gastrostomía: se le puede aconsejar que se someta a este procedimiento si no puede comer normalmente. Las razones más comunes para ello son causas neurológicas (como un ictus o una demencia), situaciones anatómicas (como durante procedimientos de corrección de anomalías del labio leporino y el paladar) y si una obstrucción impide que los alimentos pasen del estómago al intestino delgado.

Debido a que la gastroyeyunostomía se asocia a un menor riesgo de neumonía por aspiración, su médico puede recomendarla en lugar de una gastrostomía si padece reflujo ácido crónico. Si el radiólogo intervencionista no puede acceder a su estómago para la colocación de la sonda de gastrostomía o si usted se ha sometido previamente a una gastrectomía (la extirpación quirúrgica de todo el estómago o de una parte del mismo), puede perforar directamente el yeyuno (la parte media del intestino delgado) en su lugar, lo que se conoce como yeyunostomía.

Las razones por las que este procedimiento puede no ser adecuado para usted son también similares a las de la gastrostomía. No debe someterse a la intervención si padece un trastorno de la coagulación de la sangre, si el colon o el hígado están situados entre el estómago y la pared abdominal (ya que esto impide una vía de acceso segura), si padece peritonitis (inflamación de la pared de tejido fino que cubre la mayoría de los órganos abdominales, así como la pared abdominal interna) o si padece ascitis masiva intratable (líquido anormal en el abdomen).

Este procedimiento puede no ser adecuado para usted si tiene vasos sanguíneos dilatados en el esófago o el estómago, cambios en la capa superior del revestimiento del estómago, si tiene un crecimiento celular anormal en la pared del estómago, cáncer que afecta al revestimiento de la cavidad abdominal, si tiene obesidad mórbida o si se ha sometido previamente a una cirugía en la zona.

La tasa de éxito técnico oscila entre el 85 y el 95%.

¿Cuáles son los riesgos?

Las posibles complicaciones de una gastroyeyunostomía son similares a las de un procedimiento de gastrostomía: peritonitis (inflamación de la pared de tejido fino dentro de su abdomen), infección de la piel alrededor del lugar de entrada del catéter y hematomas. Siempre que usted sea apto para el procedimiento y el radiólogo intervencionista elija la técnica más adecuada para usted, el riesgo de complicaciones es bajo (la tasa de mortalidad relacionada con el procedimiento es del 2,4%).

Bibliografía

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