Tratamiento de las enfermedades de las encías
Detalles del procedimiento
¿Cuáles son los tratamientos no quirúrgicos para las enfermedades de las encías?
- Limpieza dental profesional: Durante una revisión típica, su dentista o higienista dental elimina la placa y el sarro que se acumulan y endurecen en la superficie del diente. (La placa es la «película» que cubre los dientes y que puede provocar caries y enfermedades de las encías. El sarro es el depósito duro y amarillento que se deposita en los dientes). Cuando la placa y el sarro alcanzan este nivel de acumulación, sólo pueden eliminarse con una limpieza profesional. La limpieza elimina la placa y el sarro por encima y por debajo de la línea de las encías de todos sus dientes. Si tiene algunos signos de enfermedad de las encías, su dentista puede recomendarle una limpieza dental profesional más de dos veces al año.
- Raspado y alisado radicular: Se trata de un procedimiento no quirúrgico de limpieza profunda que se realiza con anestesia local. La placa endurecida y el sarro (también llamado cálculo) se raspan (raspado) por encima y por debajo de la línea de las encías. Además, se alisan las asperezas de la raíz del diente (cepillado). El alisado de las asperezas elimina las bacterias y proporciona una superficie limpia para que las encías se vuelvan a unir a los dientes.
- Personalizado: En ocasiones, el control de la placa y la inflamación del tejido gingival puede realizarse sin necesidad de cirugía. Los antibióticos, con productos como el HCl de minociclina (Arrestin®) o la clorhexidina (PerioChip®), pueden colocarse en la boca en el espacio entre las encías y los dientes (la bolsa periodontal).
¿Cuáles son los tratamientos quirúrgicos para la enfermedad de las encías?
- Cirugía de colgajo/reducción de la bolsa: Durante este procedimiento, se levantan las encías hacia atrás y se elimina el sarro. En algunos casos, se alisan las superficies irregulares del hueso dañado. De este modo se limitan las zonas en las que pueden esconderse las bacterias causantes de la enfermedad. A continuación, se coloca la encía de forma que el tejido se ajuste perfectamente al diente. La reducción del espacio entre la encía y el diente también limita las zonas en las que pueden crecer las bacterias dañinas. También se reduce la posibilidad de que surjan graves problemas de salud derivados de la enfermedad periodontal.
- Injertos óseos: Los injertos óseos utilizan fragmentos de su propio hueso, hueso sintético o hueso donado. Los injertos sustituyen el hueso -y ayudan a que vuelva a crecer- en las zonas destruidas por la enfermedad periodontal. Así se restablece la fijación segura de los dientes al hueso. Otro procedimiento, denominado ingeniería tisular, hace que el propio cuerpo cree nuevo hueso y tejido a gran velocidad.
- Injertos de tejidos blandos: Este procedimiento refuerza las encías finas o rellena los lugares en los que las encías se han retraído (zonas en las que la raíz del diente queda expuesta). El tejido injertado, que suele tomarse del techo de la boca, se sutura en su lugar.
- Regeneración tisular guiada: Se realiza cuando el hueso que sostiene los dientes ha sido destruido, este procedimiento estimula el crecimiento del hueso y del tejido gingival. Realizado en combinación con la cirugía de colgajo, se inserta una pequeña pieza de tejido similar a una malla entre el hueso y el tejido gingival. Esto impide que el tejido gingival crezca en la zona donde debería estar el hueso, permitiendo que el hueso y el tejido conectivo vuelvan a crecer para soportar mejor los dientes.
- Cirugía ósea: La cirugía ósea alisa los cráteres poco profundos en el hueso debido a la pérdida ósea moderada y avanzada. Tras la cirugía de colgajo, el hueso que rodea al diente se remodela para disminuir los cráteres. Esto hace más difícil que las bacterias se acumulen y crezcan.
En algunos pacientes, el procedimiento no quirúrgico de raspado y alisado radicular es todo lo que se necesita para tratar las enfermedades de las encías. La cirugía es necesaria cuando el tejido que rodea los dientes no está sano y no puede repararse con opciones no quirúrgicas.
¿Qué medicamentos se utilizan para tratar la enfermedad de las encías?
Los antibióticos pueden utilizarse en combinación con la cirugía y otras terapias o solos. Los antibióticos reducen o matan temporalmente las bacterias de la enfermedad periodontal. También evitan la destrucción de la fijación del diente al hueso.
La clorhexidina (Peridex®, PerioChip®, PerioGard® y otros nombres comerciales de venta libre) es un antibiótico que se utiliza para controlar la placa y la gingivitis (inflamación de las encías) en la boca o en las bolsas periodontales (el espacio entre las encías y los dientes). El medicamento está disponible en forma de enjuague bucal o como un chip relleno de gelatina que se coloca en las bolsas después del alisado radicular. El medicamento se libera lentamente durante unos 7 días. También se utilizan otros antibióticos, como la doxiciclina, la tetraciclina y la minociclina, para tratar la enfermedad de las encías.
Además, a menudo se recomienda una pasta de dientes de venta libre llamada triclosán. Esta pasta de dientes contiene flúor y un antibiótico, que reducen la placa y la gingivitis.
¿Se necesitan preparaciones especiales antes del tratamiento de la enfermedad de las encías?
Su dentista o periodoncista puede realizar la mayoría de los procedimientos en la consulta. El tiempo necesario para realizar los procedimientos, su grado de incomodidad y el tiempo necesario para la curación varían de un paciente a otro. Otros factores son el tipo y la extensión del procedimiento y su salud general. Antes de algunos tratamientos puede administrarse anestesia local para adormecer la zona de tratamiento. Si es necesario, se puede administrar un medicamento para ayudarle a relajarse.
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