Nuestro enfoque transformador de género: Abordar las causas profundas de la desigualdad de género
Un enfoque transformador de género aspira a cambiar esta realidad. Aborda las causas profundas de la desigualdad de género y reconfigura las relaciones de poder desiguales.
¿Cómo abordar en la práctica las causas profundas en proyectos o políticas? ¿Debemos centrarnos en la igualdad de oportunidades o en la igualdad de resultados para las niñas? ¿Cómo podemos crear un cambio duradero? Estas son algunas de las preguntas que me hacen con frecuencia el personal y los socios de todo el mundo. Mi respuesta típica es que nuestro enfoque de transformación de género para la programación y la influencia es nuestra solución. Sin embargo, subrayo que la transformación de género es un viaje gradual y complejo, pero increíblemente gratificante. No es un camino sencillo o simple que pueda tomarse solo o hacerse con una simple lista de verificación. Debemos invertir tiempo y energía de forma concertada para llegar a nuestro destino común, e implicar a los numerosos socios a lo largo de las diferentes estaciones interrelacionadas del camino. Todos tenemos un papel que desempeñar para llegar allí. Debemos reflexionar continuamente y explorar nuevas formas de trabajar, al tiempo que permanecemos abiertos a comprometernos con diferentes actores, socios y organizaciones.
Para facilitar y articular una visión clara de qué y cómo aplicar un enfoque transformador de género hemos identificado seis elementos esenciales que están interconectados y se refuerzan mutuamente:
- Es primordial comprender y abordar la forma en que las normas de género influyen en los niños a lo largo de su vida, desde el nacimiento hasta la edad adulta;
- Necesitamos reforzar la capacidad de acción de las niñas y las jóvenes sobre las decisiones que les afectan, así como fomentar sus conocimientos, su confianza, sus habilidades y su acceso a los recursos y el control sobre ellos;
- Para un enfoque verdaderamente transformador del género necesitamos trabajar con los niños, los jóvenes y los hombres y apoyarlos para que adopten masculinidades positivas y promuevan la igualdad de género, logrando al mismo tiempo resultados significativos para ellos;
- Una solución de talla única simplemente no funciona. Debemos tener en cuenta a las niñas, los niños, las mujeres y los hombres jóvenes en toda su diversidad a la hora de identificar y responder a sus necesidades e intereses;
- Tenemos que mejorar las condiciones (necesidades diarias) pero, sobre todo, centrar nuestro trabajo en la mejora de la posición social (valor o estatus) de las niñas y las mujeres jóvenes;
- Para garantizar un resultado sostenible tenemos que fomentar un entorno propicio (incluso con políticas) en el que todas las partes interesadas trabajen juntas para apoyar a los niños y los jóvenes en su camino hacia la igualdad de género.
Nuestro enfoque fomenta la reflexión crítica, el cuestionamiento y la impugnación de las normas de género. También pone en tela de juicio la distribución de recursos y roles en función del género de una persona. Pretende fomentar un marco político, presupuestario e institucional favorable a la igualdad de género, que proteja adecuadamente los derechos de las niñas y las mujeres, aborde las barreras a las que se enfrentan y satisfaga sus necesidades particulares. Requiere trabajar a todos los niveles (como individuo, dentro de la familia y las relaciones, como comunidades, instituciones y sociedades) y a lo largo de la vida de una persona. Además, implica una escucha activa y un compromiso continuo con los titulares del poder, con las niñas, los niños, las mujeres y los hombres, y con las personas de otras identidades de género. Por supuesto, se trata de un proceso complejo, muy específico para cada contexto y que requiere mucho tiempo, pero la igualdad de género no puede lograrse con una sola intervención, proyecto o programa. La transformación de género puede ayudarnos a acelerar el cambio y abordar las causas profundas de la desigualdad de género.
El compromiso de nuestra organización de garantizar que todo nuestro trabajo contribuya a la igualdad de género y a los derechos de las niñas fue un verdadero punto de inflexión. Imaginemos que más organizaciones tomaran la misma decisión estratégica. Colectivamente podemos maximizar nuestro impacto en la igualdad de género.
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