Cómo afecta la altitud al sabor del café

Es una creencia común que cuanto mayor sea la altitud del café, mejor será su calidad.

De hecho, algunos países como Honduras y El Salvador clasifican su café en función de la altitud a la que se cultiva, y el estatus de la cosecha aumenta con la altura.

Esto se debe a que, por lo general, el café cultivado a una altitud muy elevada (1.500 metros, o 5.000 pies sobre el nivel del mar) se asocia con los sabores más apreciados: florales, frutas de hueso, alta acidez, incluso picante. Piense en los cafés de Etiopía, Kenia y Colombia.

Un poco más abajo (1.200 metros, o 4.000 pies) aparecen notas de nuez y chocolate, y los sabores afrutados que están vinculados a la acidez tienden a disminuir. La mayoría de los cafés de Brasil se cultivan en este rango de altitud, por ejemplo.

Los cafés de baja altitud (por debajo de los 900m, o 3.000ft), tienden a tener un sabor terroso y apagado y es mejor evitarlos.

Las altitudes más elevadas implican temperaturas más frescas

En las alturas, las temperaturas son más bajas, y es este entorno más fresco la clave para cultivar un café de gran sabor.

Las numerosas variedades de plantas de café Arábica crecen entre temperaturas medias de 16-23 grados centígrados. Dentro de ese rango, cuanto más baja sea la temperatura, mayores serán las posibilidades de obtener un café sabroso.

Temperaturas más frías significan un crecimiento más lento

Como muchas cosas en la vida, el cultivo de un buen café no puede ser apresurado.

Temperaturas más frías significan que los granos crecen más lentamente, y la cereza de la fruta que los rodea madura más gradualmente. Este tiempo adicional permite que se desarrollen sabores complejos.

Cuanto más lento crezca el café, más denso será el grano y mejor será su sabor.

Las plantas de café cultivadas a mayor altitud son también menos susceptibles a las plagas y enfermedades (como la extendida roya de la hoja), lo que significa menos defectos en la cosecha. Esta es otra característica que eleva la calidad general.

Las desventajas del café de altura

Sin embargo, no todo son buenas noticias: cuanto más lento crezca el café, más mano de obra se necesitará para cuidar el cultivo, más tardía será la cosecha y, a menudo, menor será el rendimiento (aunque esto también depende de otros factores como la lluvia).

Estas regiones también presentan algunos de los terrenos más difíciles para el cultivo y el transporte del café desde el productor hasta el mercado.

Estos factores significan que el nivel actual de consumo de café en el mundo simplemente no puede ser satisfecho por el café cultivado en las mayores altitudes.

La altitud no lo es todo

Por lo tanto, una gran altitud es una buena indicación de un café de alta calidad, y ciertamente vale la pena buscarla, pero no es una garantía. Hay muchos otros factores climáticos que intervienen en el cultivo del café.

Y luego, por supuesto, se requiere un cultivo hábil y atento, una cosecha eficiente, el secado y el procesamiento adecuados, el envío, la mezcla, el tueste y, finalmente, la elaboración.

Por eso pensamos que el café es tan especial: por todas las personas y los lugares que deben reunirse para crear esa taza perfecta.

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