Antiguos juegos online populares que invocan una seria nostalgia

Hoy en día, los juegos para móviles son uno de los mercados más grandes y accesibles para la industria del juego con el amplio uso de las aplicaciones para teléfonos. Pero antes de que se introdujeran los smartphones y de que nuestros padres nos permitieran por fin hacernos con uno de ellos, los juegos online eran muy populares entre los niños de la Generación Z, que a día de hoy pueden recordar las horas y horas que han pasado jugando en estos sitios web.

Runescape

El más antiguo de la lista, Runescape es uno de los juegos de rol multijugador masivo online (MMORPG) que se hizo inmensamente popular poco después del nuevo milenio.

Comparte la experiencia inmersiva del género de que el jugador esté dentro del juego, con la progresión del avatar que gana puntos de experiencia al completar tareas, mejorando las habilidades al participar repetidamente en combates y recuperando una variedad de materiales para construir objetos. Las misiones son también una característica destacada del juego, como en muchos MMORPG. Para completar estas tareas y obtener recompensas, el jugador lucha en combate cuerpo a cuerpo, con magia o a distancia.

Runescape ha mantenido su popularidad a lo largo de los años, pasando por múltiples reiteraciones para dar soporte a millones de usuarios con mejores prestaciones y contenidos.

Club Penguin

El mundo virtual con el icónico avatar del pingüino llegó a ser tan popular que acabó siendo adquirido por Disney por 700 millones de dólares en 2007, según VentureBeat.

Los jugadores podían pasar mucho tiempo simplemente jugando a los distintos minijuegos. Casi todas las áreas tenían el suyo: correr por la pista de snowtubing, pescar en el hielo o hacer pizzas frenéticamente en la pizzería. Para acceder a todas las funciones del juego, los jugadores tenían que comprar una suscripción. Esto permitía jugar sin limitaciones en cuanto a características como la ropa o el número de Puffles adoptados.

Desgraciadamente, el sitio cerró en 2017, tras lo cual Internet reaccionó reviviendo todos sus recuerdos nostálgicos.

Webkinz

Mientras que jugar a Club Penguin era gratis (a no ser que suplicaras a tus padres que te compraran una membresía para tener ese estilo extra), jugar a Webkinz requería comprar uno de sus peluches para canjear el «código secreto» para «adoptar» una mascota online. A pesar de los costes, esto no impidió que los niños jugaran al popular juego: Sólo un año después del lanzamiento del juego, había un millón de cuentas, según Wired.

Hay algunos aspectos de juego similares a los de Club Penguin. Por ejemplo, podías decorar tu propia casa, jugar a minijuegos para ganar su moneda online (KinzCash) e interactuar con tus amigos. Pero Webkinz se implicaba más en el cuidado del avatar y presentaba una barra de salud recurrente en los juegos, que animaba al jugador a lavar, alimentar y ejercitar a la mascota.

Poptropica

Creado en 2007 por Pearson Education y Jeff Kinney, el autor de la conocida serie «Diary of a Wimpy Kid», Poptropica es un juego de rol que alcanzó la popularidad un poco más tarde en la década que otros juegos de esta lista.

Los jugadores pueden ir a «islas» individuales, que tienen diferentes temas que van de la mano de sus personajes únicos y su argumento. El jugador tiene que pasar por una serie de misiones para completar la isla. Al completar el objetivo, el jugador recibe un medallón que viene con créditos para desbloquear nuevas islas.

El juego está dirigido a un público más joven, pero el aspecto de resolución de puzles y los diferentes niveles de dificultad atraen a personas de todas las edades. Al igual que muchos de estos juegos, el avatar es icónico en su diseño aunque su apariencia es personalizable por el jugador.

Con la excepción de Club Penguin, estos juegos siguen siendo accesibles a través de sus páginas web. Es probable que no sea lo mismo que recuerdas, ya que han pasado los años y los juegos siguen actualizando más contenidos y características. Pero si los elementos básicos de la jugabilidad permanecen, la nostalgia se queda para siempre en esas horas pasadas despreocupadamente en una edad despreocupada, en la que ese gasto era posible.