Alimentar a tu bebé con leche de fórmula | Embarazo Nacimiento y bebé

¿Cómo saber cuándo tiene hambre tu bebé?

Puede ser difícil saber con certeza cuándo un bebé tiene hambre o si hay algo más que le causa inquietud. A veces no sabrá con seguridad que tiene hambre hasta que se le ofrezca un biberón.

La mayoría de los bebés suelen llorar cuando tienen hambre. Colocar la tetina del biberón en su boca les calmará y empezarán a succionar.

Intenta colocar a tu bebé en tus brazos como lo harías si le estuvieras dando el pecho. Acércalo, míralo a los ojos y sé sensible a sus señales.

Succionan y tragan de forma coordinada. Puede parecer que están concentrados en la alimentación, sus manos están apretadas y todo su cuerpo parece concentrado en la succión. A medida que se llenan, sus manos se relajan y su cuerpo se vuelve más relajado.

Los bebés amamantados regulan su propia ingesta de leche. Succionan cuando tienen hambre y dejan de hacerlo cuando están llenos. Por el contrario, los bebés alimentados con leche artificial no controlan tanto la cantidad de leche que toman, sino que es la persona que les da el biberón la que se encarga de ello.

Cuando el bebé se ha saciado, suele apartarse de la tetina para indicarle que está lleno.

A veces puede notar que su succión se hace más lenta y que hace pausas más largas entre las succiones.

Otras formas en las que su bebé puede mostrarle que ha tenido suficiente pueden ser que la leche empiece a acumularse en su boca o que vomite o «derrame» algo de leche.

Algunos bebés pueden quejarse después de comer o pueden dormirse.

Guía paso a paso para preparar la leche de fórmula

  1. Lee la información que aparece en el envase de la leche de fórmula para asegurarte de que sabes cuánta agua y cuántas cucharadas tienes que combinar.
  2. Lávate y sécate bien las manos.
  3. Asegúrate de que tienes una superficie y una zona limpias donde preparar la leche de fórmula.
  4. Hierve agua fresca del grifo en un hervidor o en el fuego. Deje que el agua se enfríe a temperatura ambiente o hasta que esté tibia. Para preparar la leche de fórmula puede utilizarse agua embotellada fresca y sin abrir (no agua mineral o gaseosa natural o con gas).
  5. Vierta el agua en biberones ya esterilizados. Asegúrate de que utilizas la cantidad de agua adecuada para las necesidades de tu bebé.
  6. Puedes guardar las botellas de agua cerradas en la parte principal del frigorífico durante un máximo de 24 horas. Justo antes de la toma de tu bebé puedes añadir el número correcto de cacitos de fórmula.
  7. Utiliza sólo el cacito que viene con el envase de la fórmula y sigue las instrucciones del fabricante.
  8. Llena el cacito de manera que quede suelto y nivelado. No llene el cacito de más ni de menos. Llene cada cacito desde el centro de la lata y nivélelo con el borde de la tapa o con un cuchillo limpio y esterilizado.
  9. Golpee el biberón sobre el banco para que el polvo de la fórmula se asiente en el agua.
  10. Cierre el biberón con la tetina y el tapón de rosca. Agite bien hasta que toda la fórmula esté bien disuelta en el agua.
  11. Pruebe la temperatura de la fórmula en su muñeca antes de ofrecérsela a su bebé.

Preparación e higiene

Prepare cada biberón según las necesidades de su bebé. Si necesitas guardar la leche de fórmula, colócala hacia el fondo del frigorífico, donde la temperatura es más fría.

Utiliza sólo biberones y equipos de alimentación que hayan sido lavados y esterilizados.

Tira a la basura cualquier fórmula que se haya calentado pero que no se haya terminado en una hora. No guarde los biberones parcialmente vacíos. La leche de fórmula y los biberones se contaminan una vez que el bebé se ha alimentado de ellos.

Prepare siempre la leche de fórmula según las instrucciones de la lata. Si la fórmula es demasiado débil, puede provocar un mal crecimiento y el bebé pasará hambre. Si es demasiado fuerte, puede provocar estreñimiento y que el bebé tenga sobrepeso.

Si vas a salir, transporta el agua hervida y enfriada y la leche en polvo por separado. Mezcla las dos cosas justo antes de dar el pecho. De lo contrario, mantenga la fórmula preparada en frío en un «esky» (contenedor de almacenamiento en frío), un paquete de biberones o una bolsa fría.

Nunca caliente la fórmula en el microondas. Esto puede hacer que la leche se caliente de forma desigual y provocar quemaduras. En su lugar, calienta cada biberón en una jarra de agua caliente. Los calentadores de biberones son una opción segura siempre que tengan un control de termostato y el biberón no se deje en el calentador durante más de 10 minutos.

¿Dónde puedo obtener más información sobre cómo alimentar a mi bebé con leche de fórmula?

Cada bebé tiene sus propias necesidades de alimentación, así que si no estás segura de la cantidad de leche de fórmula que debes ofrecer a tu bebé, consulta con tu enfermera de salud infantil. Te orientarán sobre la cantidad correcta para la edad y el peso de tu bebé.

Llama a Embarazo, Nacimiento y Bebé al 1800 882 436 para hablar con una enfermera de salud materno infantil.

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