Ángel Manfredy echa la vista atrás: «Oí una voz y supe que nunca volvería a luchar»

James Slater – Nacido el 30 de octubre de 1974 (la fecha del legendario «Rumble In The Jungle»), Ángel Manfredy nació para luchar. Y para pelear duro, y a menudo, Manfredy lo hizo. Con más de 50 combates a lo largo de sus 11 años de carrera profesional -Ángel ganó 43 de ellos, por 8 derrotas y un empate-, el guerrero de Indiana fue enormemente popular en sus mejores años. Los aficionados sabían que verían a Manfredy darlo todo cuando luchaba.
Al enfrentarse, entre otros, a Floyd Mayweather, Arturo Gatti, Diego Corrales, Calvin Grove, Ivan Robinson y Paul Spadafora, Manfredy entusiasmó a los aficionados con sus heroicidades.
Recientemente, el enormemente religioso Manfredy tuvo la amabilidad de recordar su carrera en el ring.
Sobre sus mejores victorias:
«Mi mejor victoria fue, sin duda, la pelea con Arturo Gatti. Cuando gané a Gatti (Manfredy consiguió una victoria por KO en 8 asaltos en enero de 1998), vencí a la cima, Arturo Gatti. Le dije antes de la pelea que no llegaría a la distancia. Le corté y le derribé con un feo gancho de izquierda. Me sorprendió que se levantara de eso, pero era un guerrero. Esa pelea, mirando hacia atrás, fue probablemente mi mejor momento. También estuve muy bien contra Ivan Robinson. Hablaba muy mal y le pasé por encima como si nada (Ángel ganó una UD en abril de 1999)».
Sobre el boxeador más duro al que se enfrentó:
«El boxeador más duro al que me enfrenté fue probablemente Gatti. Tuve que recibir algunos golpes reales, reales en esa pelea. Pero estaba en la zona, y estaba concentrado. Su gancho de izquierda me hizo daño en la cabeza, y eso me sacudió. Gatti también me hizo daño en el cuerpo, también con su mano izquierda. Era el cuarto asalto, creo, y me sacudió con golpes al cuerpo. Tuve que absorberlo, y lo hice. Además, lo que nadie sabía en ese momento era que me había roto la mano derecha, y durante los dos últimos asaltos me dolía. Así que tuve que lidiar con la potencia de Gatti y su agresividad, y con el dolor de la mano. Fue duro»
https://www.youtube.com/watch?v=mCSN1-VCBFc
Sobre su derrota por nocaut en el segundo asalto ante Floyd Mayweather en diciembre de 1998:
«Realmente me vencí a mí mismo en esa pelea, al hacer 130 libras. Me maté haciendo el peso cuando sabía que debería haber subido al peso ligero y quedarme allí. Al ir a la pelea con Floyd, yo era el nombre; no sabía quién era él en ese momento, en absoluto. Les dije a los promotores que ya no podía llegar a las 130 libras, pero me enviaron algo de dinero, y eso me hizo pensarlo dos veces. Así que acepté la pelea, y definitivamente creo que fue detenida prematuramente. Me estaba defendiendo, tenía las manos en alto, pero creo que había política de por medio, con su familia de boxeadores. Se esperaba que ganara ese combate».
Sobre lo duro que fue realmente Gatti:
«Gatti, en nuestro combate, me golpeó con todo, yo tenía la mano lesionada, y los dos estábamos a tope. Fue algo más que mi corazón lo que ganó esa pelea, se necesitó todo lo que tenía. Todo. En aquel momento, estaba en un punto de mi carrera en el que simplemente tenía que superar todos los obstáculos que se interponían en mi camino. Ese combate fue también una pelea mentalmente dura. De todos modos, el boxeo es sobre todo mental. Cuando lo pararon, ya sabía que iba a ganar, a pesar de lo duro y agotador que fue el combate. Habría ganado de alguna manera; tenía tanta hambre y tanta determinación. Pero Gatti era genial, el hombre más duro con el que he compartido un cuadrilátero».
https://www.youtube.com/watch?v=jPpJ_0i9T3o
Se siente satisfecho con su carrera:
«Estoy satisfecho con mi retirada. Recuerdo mi última pelea contra un tipo llamado Craig Weber (LU10 en 2004). Llegué a la distancia, pero le corté mucho, con sangre por todas partes, y luego consiguió la decisión. Entonces, mientras estaba en mi esquina, oí una voz. Supe enseguida de quién era la voz; era Jesucristo. Me dijo que eso era todo, y supe que estaba acabado. No me lo pensé dos veces. Le dije a mi familia que había terminado. Sabía que no volvería a luchar».
#AngelManfredy