Nuestros métodos alternativos a la experimentación con animales

L’Oréal no prueba ninguno de sus productos ni ninguno de sus ingredientes en animales

La salud y la seguridad de nuestros consumidores siempre han sido una prioridad absoluta para L’Oréal. Al igual que el apoyo al bienestar de los animales. L’Oréal no prueba ninguno de sus productos ni ninguno de sus ingredientes en animales y ha estado a la vanguardia de los métodos alternativos durante más de 30 años.

L’Oréal ha desarrollado un procedimiento muy riguroso de evaluación de la seguridad de sus productos, respaldado por la Investigación.
Mucho antes de que la sociedad civil o el marco normativo plantearan la cuestión de la experimentación con animales, L’Oréal ha apostado por nuevos métodos de evaluación de la seguridad que no implican a los animales.
Auténtico pionero, L’Oréal reconstruye modelos de piel humana en laboratorios para elaborar pruebas de seguridad in vitro desde 1979, como alternativa a los animales. Desde entonces, L’Oréal cuenta con un centro Episkin en Lyon (Francia), Shangai (China) y Brasil, donde se fabrican pieles reconstruidas.
Además de los modelos de piel, L’Oréal cuenta con un gran número de herramientas de evaluación predictiva no animal, como la modelización molecular, los sistemas de toxicología experta, las técnicas de imagen y muchas más.

L’Oréal ha estado a la vanguardia de los métodos alternativos durante más de 30 años

En 1989, L’Oréal dejó completamente de probar sus productos en animales, 14 años antes de que lo exigiera la normativa. Hoy en día, L’Oréal ya no prueba sus ingredientes en animales. L’Oréal ya no tolera ninguna excepción a esta regla.
No obstante, algunas autoridades sanitarias pueden decidir realizar ellas mismas pruebas en animales para determinados productos cosméticos, como sigue ocurriendo en China. L’Oréal es la empresa más activa que trabaja junto a las autoridades y los científicos chinos desde hace más de 10 años para que se reconozcan métodos de experimentación alternativos y permitir que la normativa cosmética evolucione hacia una eliminación total y definitiva de la experimentación en animales. Gracias a ello, desde 2014, algunos productos fabricados y vendidos en China como el champú, el jabón corporal o ciertos productos de maquillaje ya no se prueban en animales.