Harlow

Figuras históricas

CON EL NOMBRE HARLOW

Jean Harlow fue una estrella extremadamente popular del cine estadounidense durante su corta vida, que se vio truncada a los veintiséis años debido a una insuficiencia renal. Durante ese periodo, hizo cuarenta y una películas, se casó tres veces (y estuvo a punto de hacer una cuarta), escribió una novela publicada póstumamente y obtuvo el reconocimiento de la crítica por su obra, siendo considerada una de las mayores estrellas de cine de todos los tiempos por el American Film Institute. Jean, la primera «bomba rubia», poseía un atractivo sexual terrenal y saludable, y se emparejó con éxito con gigantes de la pantalla como Clark Gable, Spencer Tracy y James Cagney. Nacida como Harlean Harlowe Carpenter en Kansas City, Missouri, y llamada cariñosamente «Baby», Jean contrajo su primer matrimonio con Charles McGrew, heredero de una gran fortuna, a la edad de dieciséis años, y ella y su joven marido se dirigieron a Los Ángeles, donde Jean había aparecido en pequeños papeles. Cuando su primer matrimonio fracasó, Jean se mudó con su madre y su segundo marido, que también se habían trasladado a Los Ángeles. Como madre de teatro, Jean Harlow Carpenter Bello (mamá) empujó y animó a su hija a hacer pruebas con frecuencia, y Jean consiguió su primer gran éxito en Hell’s Angels en 1930. Se convirtió en una sensación de la noche a la mañana y pasó a ser una superestrella de la MGM, impulsando sus ventas en un momento crÃtico durante la Depresión. Durante esta época, su segundo marido, el productor Paul Bern, se suicidó en medio de un misterioso escándalo. Cuando Jean tuvo un romance con el boxeador casado Max Baer, el estudio, siempre protector, la convenció de que se casara con Harold Rossom, un director de fotografía y amigo, para evitar la mala publicidad. Se divorciaron discretamente siete meses después. Ella y el actor William Powell tenían previsto casarse, cuando ella enfermó gravemente en el rodaje de Saratoga. Tras llamar a un médico y hacer volver a la madre de Jean de sus vacaciones, Powell finalmente consiguió que la hospitalizaran en el Buen Samaritano, donde cayó en coma y murió el 7 de junio de 1937. Una industria y un público aturdidos la acompañaron a su entierro, y Saratoga se acabó con los suplentes y se abrió al público como la pelÃcula más taquillera de 1937. Una vida extraordinaria, extraordinariamente corta, extraordinariamente realizada.

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