Filovirus
Filovirus, cualquier virus perteneciente a la familia Filoviridae. Los filovirus tienen viriones envueltos (partículas de virus) que aparecen como filamentos alargados de forma variable que tienen unos 80 nm (1 nm = 10-9 metros) de diámetro y generalmente entre 650 y 1.400 nm de longitud. Los viriones son pleomórficos (de forma variable) y contienen una nucleocápside helicoidal, que consiste en una cubierta proteica, o cápside, y contiene los ácidos nucleicos virales. El genoma del filovirus está formado por una sola cadena de ARN (ácido ribonucleico) de sentido negativo, de unos 19 kilobases de longitud, y una ARN polimerasa endógena. La envoltura lipoproteica del virión contiene un único tipo de glicoproteína, que se proyecta desde la superficie del virión y sirve como antígeno que se une a los receptores de las células del huésped, facilitando así el proceso de infección viral. (Los antígenos son proteínas extrañas capaces de estimular una respuesta inmunitaria en los organismos infectados.)
Filoviridae consta de dos géneros, Marburgvirus y Ebolavirus. La primera cepa del virus de Marburgo se descubrió en 1967, cuando fue transportada con monos importados a Marburgo, Alemania, y causó un brote mortal. La primera cepa del Ebolavirus se descubrió en 1976, tomando su nombre del río Ébola en la cuenca norte del Congo, en África Central, donde apareció por primera vez. Las especies tipo incluyen el marburgavirus del lago Victoria, tipo Marburg, y el ebolavirus del Zaire, tipo Ebola. Se han caracterizado otras cuatro especies de Ébola: El ebolavirus Reston, el ebolavirus Sudán, el ebolavirus del bosque Taï y el ebolavirus Bundibugyo.
Los filovirus se limitan principalmente a las regiones de África central, oriental y occidental. Se encuentran entre los patógenos humanos más peligrosos que se conocen, ya que causan fiebres hemorrágicas altamente mortales; algunas cepas del ebolavirus causan la muerte en el 50 al 90% de las víctimas. Los filovirus también pueden causar enfermedades en primates.
El origen de las epidemias de filovirus sigue sin estar claro. Se han encontrado cepas de Marburgo y Ébola en diferentes especies de murciélagos de la fruta. El virus de Marburgo se ha aislado en el murciélago frutero del Viejo Mundo Rousettus aegyptiacus, que vive en zonas del África subsahariana. Se sospecha que esta especie sirve como reservorio del virus y puede ser responsable de brotes de la enfermedad de Marburgo en humanos.
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