El Huevo Cósmico

El Huevo Cósmico

La Divina Femenina

Quién es

El huevo cósmico es el símbolo central de la fuerza creativa de la divina femenina. Es un motivo espiritual que se encuentra en los mitos de la creación de innumerables culturas y civilizaciones. Representa un nacimiento, un nuevo comienzo o una expansión de la vida.

En el Rig Veda, uno de los textos más antiguos en cualquier lengua indoeuropea, el cosmos se describe como un útero dorado con forma de huevo. Se dice que todo el universo surgió de él.

En la mitología griega, el huevo órfico incubó a la deidad hermafrodita primordial que luego creó a todos los dioses y diosas. Se representa como un huevo con una serpiente envuelta tres veces alrededor de él.

En las mitologías egipcia, china y polinesia, entre muchas otras, la creación comienza con un huevo. Y en la tradición cristiana, María Magdalena utilizó el huevo para describir cómo la vida comienza de nuevo después de la muerte.

En la cosmología moderna, se cree que hace 13.000 millones de años toda la masa del universo se comprimió en una singularidad gravitatoria, el llamado huevo cósmico. Y desde esa singularidad, el universo se ha expandido desde entonces hasta su estado actual y continúa en este momento expandiéndose aún más.

Cuando tu alma selecciona su carta

No es necesario que ocurra nada. Todo es exactamente como debe ser. Tienes el universo dentro de ti. Toda la vida surge de tu interior. Si intentas ejercer presión para que algo exista antes de que esté preparado, esa nueva vida dentro de ti no tendrá el tiempo que necesita para formarse por completo.

El huevo cósmico es la esencia de lo divino femenino. Es el símbolo máximo de la fuerza creativa que existe dentro de cada uno de nosotros. Es el vientre oscuro y amoroso que alberga y protege todas las expresiones creativas de la vida.

Si permitimos que lo que hay dentro de nosotros emerja en el momento divino, en el kairós o tiempo del alma, entonces lo que hay dentro de nosotros nos transformará. El huevo es la confianza en que lo que es nuestro nunca nos será arrebatado, así que no hay necesidad de responder al empuje del ego para apresurar el proceso, para impresionar a los demás, o para completar algo en la línea de tiempo de otra persona. El huevo es la fe en que nuestro proceso es sagrado. Que incluso en medio de lo que parece un caos, o un retraso, o incluso la muerte, hay un zarcillo de vida nueva que sólo necesita nuestra confianza para acabar tomando forma. Y el huevo es el conocimiento de que la vida comienza de nuevo, después de la muerte, desde el interior.

Meditación con la voz del alma

¿Dónde estoy preparado para expandirme?

Intención

Sostengo el universo dentro de mí. Soy la fuerza de un amor en constante expansión.

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