Colcha loca

Colcha loca, colcha confeccionada cosiendo parches de tela irregulares, ya sea por medio de apliques o de patchwork (empalme). Por lo general, los parches se cosen a una base de tela o papel. Los tejidos varían desde algodones y lanas hasta sedas, brocados y terciopelos, estos últimos conocidos como «fantasías». La parte superior acabada se suele realzar con bordados, pedrería y otros adornos. Las colchas se suelen atar en lugar de acolchar para estabilizar las capas.

Los orígenes del acolchado loco son inciertos. Los kimonos japoneses del siglo XVI incluyen el acolchado loco. La Sociedad Histórica de Maryland posee una colcha Kaleidoscope de algodón de 1839; al igual que otras colchas de algodón tempranas, incluido un ejemplo de 1872 en la colección del Museo Metropolitano de Arte, apenas presenta bordados.

En la Exposición del Centenario de Filadelfia de 1876, los costureros estadounidenses quedaron intrigados por los diseños y las técnicas de las artesanías de Japón, Rusia e Inglaterra. La moda japonesa de «cuartear» o craquelar deliberadamente los esmaltes de porcelana fue especialmente influyente. En 1884, aparecieron miles de colchas locas de seda y terciopelo profusamente bordadas, alentadas por revistas populares que comercializaban desde patrones hasta retazos de tela. Aunque la moda había disminuido en gran medida en 1895, los edredones locos seguían apareciendo, sobre todo en lana o en algodón, como edredones utilitarios, ya que los parches irregulares permitían a las mujeres frugales utilizar cualquier trozo de tela. Los edredones locos con telas de fantasía experimentaron un resurgimiento en las décadas de 1980 y 1990, gracias a profesores como Judith Montano y a grupos como la Crazy Quilt Society, y a un renovado interés por los bordados y los adornos. Los edredones locos suelen ser piezas conmemorativas o de recuerdo.