Archilocus

Archilochus (griego: Αρχιλοχος) (ca. 680 a.C. – ca. 645 a.C.) fue un antiguo poeta y mercenario griego. Sus obras, por desgracia, se han perdido casi por completo; en la actualidad sólo se conservan fragmentos de los poemas de Arquíloco. Sin embargo, por el testimonio de otros poetas antiguos, está claro que Arquíloco fue un poeta muy influyente en su época. Horacio, en particular, menciona explícitamente a Arquíloco como una importante inspiración, y varios poetas aproximadamente contemporáneos de Arquíloco hacen referencia a él como una importante figura literaria. La relativa escasez de obras de Arquíloco en la actualidad, junto con su aparente popularidad en el mundo antiguo, ha llevado a algunos críticos a compararlo con Safo. Arquíloco es notable por haber inventado el dístico elegaico, una forma que se haría inmensamente popular entre los poetas posteriores de la antigua Grecia.

Arquíloco es también uno de los primeros poetas en utilizar los metros yámbicos y trocaicos, un estilo métrico que se convertiría en la quintaesencia de la poesía europea posterior. Además de sus innovaciones métricas y formales, Arquíloco es quizás más recordado hoy en día por el tono singularmente personal y a menudo cómico de su poesía. La poesía griega antigua estaba dominada por versos formulistas que celebraban a héroes y figuras históricas, y Arquíloco (según algunos críticos, al menos) es el primer poeta de Occidente que rompe con esta tradición y habla abiertamente de sus propios sentimientos y experiencias. Por esta razón, Arquíloco es considerado a menudo como uno de los poetas antiguos más accesibles para el público moderno, y es lamentable que de un poeta cuya obra es tan relevante para la época contemporánea se haya conservado tan poco de su obra. Lo que ha sobrevivido, sin embargo, ha demostrado ser una de las poesías más singulares y cautivadoras del mundo antiguo; Arquíloco fue un maestro del verso serio y satírico, y su reputación sigue siendo muy apreciada, al igual que hace más de dos mil años.

Vida y poesía

Arquíloco nació en la isla de Paros. Su padre, Telesicles, que era de familia noble, había llevado una colonia a Thasos, siguiendo el mandato del oráculo de Delfos. El propio Arquíloco, acuciado por la pobreza, siguió a su padre a Tasos. Otra razón para dejar su lugar de origen fue la decepción personal y la indignación por el trato que había recibido de Licambes, un ciudadano de Paros, que le había prometido a su hija, Neobule, en matrimonio, pero más tarde retiró su consentimiento. Arquíloco, aprovechando la licencia permitida en las fiestas de Deméter, descargó sus sentimientos heridos en una sátira despiadada. Acusó a Licambes de perjurio, y recitó invectivas tan feroces contra él que se dice que Licambes y sus hijas, según la tradición, se ahorcaron en el acto.

Al igual que las epopeyas de Homero y Hesíodo, las sátiras de Arquíloco fueron uno de los pilares de los rapsodas itinerantes, que se ganaban la vida recitando poesía en festivales religiosos y casas particulares.

En la historia de la poesía, Arquíloco es una figura algo paradójica. Vivió la mayor parte de su vida como soldado y mercenario, y sin embargo, al componer poesía entre batallas, a menudo escribía sobre su insatisfacción con la guerra y su propia visión cínica y amargamente realista de lo que era la vida como soldado. Esto contrasta con la visión formulista del heroísmo griego y las glorias del combate. A pesar de su cinismo, Arquíloco era un soldado consumado. Este doble aspecto de su personalidad se recoge con brevedad en el siguiente fragmento poético, en el que se describe a sí mismo como guerrero y poeta:

Εἰμὶ δ’ ἐγὼ θεράπων μὲν Ἐνυαλίοιο ἄνακτος, καὶ Μουσέων ἐρατὸν δῶρον ἐπιστάμενος. Aunque soy siervo del Señor Enylaios , también conozco bien el encantador don de las Musas.

En Thasos el poeta pasó unos años infelices; sus esperanzas de riqueza se vieron defraudadas:

Estos asuntos dorados De Gyges y sus tesoros No son de mi incumbencia. Los celos no tienen poder sobre mí, ni envidio el trabajo de un dios, y no ardo por gobernar. Tales cosas no tienen fascinación para mis ojos.

Archilochus veía a Thasos como el lugar de encuentro de las calamidades de toda Grecia. Los habitantes estaban frecuentemente involucrados en peleas con sus vecinos. En una guerra contra los saianos -una tribu tracia- tiró su escudo y huyó del campo de batalla. No parece que sintiera mucho la desgracia, pues, al igual que Alcaeus, conmemora el suceso en un fragmento en el que se felicita por haber salvado la vida, y dice que puede conseguir fácilmente otro escudo:

Algún montañés saio se ha lanzado hoy con mi escudo. Lo arrojé junto a un arbusto y corrí Cuando la lucha se calentó. La vida parecía más preciosa. Era un hermoso escudo. Sé dónde puedo comprar otro exactamente igual, igual de redondo.

Después de dejar Thasos, se dice que visitó Esparta, pero que fue desterrado de inmediato de esa ciudad debido a su cobardía y al carácter licencioso de sus obras (Valerius Maximus vi. 3, externa 1). A continuación visitó la Magna Grecia, la Italia helénica del sur, de la que habla muy favorablemente. Luego regresó a su hogar natal en Paros, y fue asesinado en una batalla contra los naxianos por un tal Calondas o Corax, que fue maldecido por el oráculo por haber matado a un siervo de las Musas.

Los escritos de Arquíloco consistían en elegías, poemas en compás yámbico y trocaico, e himnos -uno de los cuales solía ser cantado por los vencedores en los juegos olímpicos-.Los retóricos griegos le atribuyeron la invención de la poesía yámbica y su aplicación a la sátira. Los retóricos griegos le atribuyeron la invención de la poesía yámbica y su aplicación a la sátira. Las únicas medidas anteriores en la poesía griega habían sido el hexámetro épico y su vástago, el metro elegíaco, pero la estructura lenta y medida del verso hexamétrico era totalmente inadecuada para expresar los movimientos rápidos y ligeros de la sátira.

Archilochus hizo uso de dos unidades rítmicas del discurso, el yámbico y el troqueo, organizándolas en las dos formas de metro conocidas como el trímetro yámbico y el tetrámetro trocaico. El metro trocaico lo utilizó generalmente para los temas de carácter vicario; el yámbico para las sátiras. También fue el primero en utilizar la disposición de los versos llamada epode. Horacio sigue en gran medida a Arquíloco en sus metros. Todas las autoridades antiguas coinciden en elogiar los poemas de Arquíloco, en términos que parecen exagerados. Sus versos parecen haber poseído ciertamente fuerza, flexibilidad, vigor nervioso y, más allá de todo, energía impetuosa. Horacio habla de la «furia» de Arquíloco, y Adriano llama a sus versos «iámbicos furiosos». Sus compatriotas lo veneraban como el igual de Homero, y se dedicaron estatuas de estos dos poetas en el mismo día.

Descubrimientos recientes

Treinta versos de un poema de Arquíloco hasta ahora desconocido, escrito en la métrica elegíaca, que describe los acontecimientos que condujeron a la guerra de Troya en la que los aqueos lucharon contra Télefo, rey de Misia, han sido identificados recientemente entre los manuscritos inéditos de Oxirrinco.

Traducción de Guy Davenport, Archilochos Sappho Alkman: Three Lyric Poets of the Late Greek Bronze Age.

Todos los enlaces recuperados el 12 de abril de 2016.

• Fragmentos de Archilochos en griego
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