Ver doble: Papa Juan XXIII – Baldassare Cossa

Viendo doble: El Papa Juan XXIII
– Baldassare Cossa –

Para cualquiera que conozca la historia del siglo XV, la canonización del domingo (27 de abril de 2014) de Angelo Giuseppe Roncalli, o Juan XXIII, fue algo surrealista. Entre 1410 y 1415, otro italiano, Baldassare Cossa, fue elegido Papa con el nombre de Juan XXIII, y se ganó la confianza de muchos católicos como sucesor de San Pedro y Vicario de Cristo. Y es difícil imaginar un mayor contraste que el existente entre el nuevo santo y su predecesor medieval.

El Papa Juan XXIII – el «antipapa»

¿Por qué Roncalli no fue Juan XXIV?

La respuesta es que Cossa fue elegido Papa durante el Gran Cisma y sólo fue reconocido como tal por los miembros de su obediencia. Las circunstancias fueron farsantes. En 1409 un grupo de cardenales de las obediencias romana y aviñonesa enfrentadas, entre los que se encontraba Cossa, se reunieron en Pisa para elegir un Papa que fuera aceptado universalmente y así poner fin a la crisis de la Iglesia. Pero lo único que consiguieron fue crear una tercera obediencia y fue ésta la que dirigió Cossa tras su elección. Los demás católicos lo consideraron un antipapa y, cuando el cisma llegó a su fin en el Concilio de Constanza de 1417, los papas elegidos durante su transcurso fueron considerados no canónicos, por lo que el nombre y el número pudieron ser reutilizados.

Juan dejó una terrible reputación, que fue una de las razones por las que pasó más de medio milenio antes de que el nombre fuera adoptado de nuevo. Debía su elección al oro de los Medici. Su corte era asombrosamente corrupta y el Papa era libidinoso y brutal. Incluso hoy en día, la lista de cargos dirigidos contra él en Constanza tiene el poder de escandalizar.

¿Salió algo bueno de su legado? Póstumamente, sí, pues su tumba en el baptisterio de Florencia es uno de los mayores tesoros de la ciudad. Pero hay poco que celebrar en su vida y en sus actos. Prestó su apoyo al Concilio de Constanza, pero sólo bajo presión, cuando vio que sus posibilidades de éxito como Papa se habían agotado y buscaba una amnistía para sus crímenes. Cuando los padres conciliares se volvieron contra él, huyó de Constanza de incógnito. El carro en el que se escondía se volcó y el Papa cayó. Fue un final apropiado para un reinado sin gloria. Este incidente está muy bien representado en una de las espléndidas xilografías que ilustran la historia del concilio de Ulrich von Richental.

El Papa se cae de un carro

Esos fueron unos de los días más sombríos de la historia de la Iglesia Católica y es refrescante pasar de ellos a la vida y los méritos del «otro» Juan XXIII. Gran reformador y auténtico hombre del pueblo, la popularidad de Roncalli queda atestiguada por el millón de peregrinos que acudieron a Roma para la canonización. Entre sus méritos figuraba un vivaz sentido del humor: cuando le preguntaban cuántas personas trabajaban en el Vaticano, al parecer respondía «más o menos la mitad».

http://en.wikipedia.org/wiki/Antipope_John_XXIII