Unidad de alta dependencia
Una unidad de alta dependencia es un área de un hospital, normalmente situada cerca de la unidad de cuidados intensivos, en la que los pacientes pueden ser atendidos de forma más extensa que en una sala normal, pero no hasta el punto de recibir cuidados intensivos. Es apropiada para los pacientes que han sido sometidos a una cirugía mayor y para los que tienen un fallo orgánico único. Muchas de estas unidades se crearon en la década de 1990, cuando los hospitales se dieron cuenta de que una parte de los pacientes requería un nivel de atención que no podía prestarse en una sala normal. Se cree que esto está relacionado con una reducción de la mortalidad. Los pacientes pueden ingresar en una UHD porque corren el riesgo de necesitar un ingreso en cuidados intensivos, o como paso intermedio entre los cuidados intensivos y los cuidados en sala.
En el año 2000, el Departamento de Salud del Reino Unido publicó el informe Comprehensive Critical Care (Cuidados Críticos Integrales), en el que se establecía el número de camas de alta dependencia («nivel 2») que debía tener un hospital para prestar los cuidados adecuados. En ese momento, dos tercios de los hospitales del Reino Unido tenían camas identificadas como de «alta dependencia». El informe define los cuidados de nivel 2 como «observaciones o intervenciones más detalladas, incluido el apoyo a un único sistema orgánico que falla o los cuidados postoperatorios y aquellos que «descienden» de niveles de cuidados superiores».
Si se utiliza la ventilación con presión positiva en las vías respiratorias para tratar la insuficiencia respiratoria, ésta puede administrarse en una unidad de alta dependencia o área equivalente.
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