Una odisea de la ciencia: Personas y descubrimientos: Henry Ford

Henry Ford
1863-1947

Los padres de Henry Ford abandonaron Irlanda durante la hambruna de la patata y se establecieron en la zona de Detroit en la década de 1840. Ford nació en lo que hoy es Dearborn, Michigan. Su educación formal fue limitada, pero ya de joven era hábil con la maquinaria. Trabajó para la empresa Detroit Edison, pasando de aprendiz de maquinista a ingeniero jefe. En 1893, Ford construyó un motor de gasolina y, en pocos años, un automóvil, que todavía era una novedad de los ingenieros ricos o del bricolaje.

En 1899 Ford dejó Edison para ayudar a dirigir la Detroit Automobile Company. Los coches se seguían construyendo esencialmente de uno en uno. Ford esperaba incorporar ideas de otras industrias -piezas estandarizadas como las que Eli Whitney había utilizado en la fabricación de armas, o los métodos de línea de montaje que George Eastman probó en el procesamiento de fotografías- para hacer el proceso más eficiente. Esta idea pareció una locura a otros en su campo, así que en poco tiempo, Ford dejó la Detroit Automobile Company y empezó a construir sus propios coches de carreras. Eran lo suficientemente buenos como para atraer a los patrocinadores e incluso a los socios, y en 1903 creó la Ford Motor Company.

Aún así, encontró resistencia a sus ideas de producir en masa un coche que el trabajador medio pudiera permitirse. Pero se mantuvo firme en su objetivo y, finalmente, en 1908, comenzó la producción del Modelo T. Ford adaptó gradualmente la línea de producción hasta que, en 1913, su planta incorporó la primera línea de montaje en movimiento. La demanda de este coche asequible se disparó a la vez que aumentaba la producción: antes de que Ford dejara de fabricar el modelo T en 1927, se habían vendido 15 millones, y Ford se había convertido en el principal fabricante de automóviles del país. Además de la cadena de montaje en movimiento, Ford revolucionó la industria automovilística aumentando el salario y reduciendo el horario de sus empleados, asegurándose de poder conseguir suficientes y los mejores trabajadores. Durante la época del Modelo T, Ford compró a sus accionistas para tener el control financiero completo de la ahora inmensa corporación. Siguió innovando, pero los competidores (cada vez más poderosos aunque menos numerosos) empezaron a recortar la cuota de mercado de Ford.

Ford se interesó por la política y, como exitoso y poderoso líder empresarial, participó a veces en los asuntos políticos. En 1915, financió un viaje a Europa, donde la Primera Guerra Mundial hacía estragos. Él y otras 170 personas fueron -sin apoyo ni aprobación del gobierno- a buscar la paz. La guerra duró otros tres años. Tras la guerra, Ford se presentó sin éxito al Senado por el partido demócrata. No volvió a presentarse, pero siempre fue muy franco en temas políticos. Se opuso violentamente a las organizaciones sindicales y trabajó activamente contra los United Auto Workers que intentaban sindicalizar sus plantas. Sus críticas a los judíos y una cierta tolerancia al nacionalismo alemán durante la Segunda Guerra Mundial le han dejado la reputación de antisemita.

Ford y su familia dedicaron mucho tiempo y dinero a obras de caridad. Crearon un museo histórico en Greenfield Village, Michigan, y sobre todo crearon la Fundación Ford, que concede subvenciones para la investigación, la educación y el desarrollo.

«Un aburrido es un tipo que abre la boca y pone sus hazañas en ella»

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