Un posible nuevo análisis de sangre en la enfermedad de Alzheimer podría hacer avanzar el tratamiento

Desde su descubrimiento, la enfermedad de Alzheimer ha sido un reto para detectar y predecir en los pacientes. En la actualidad, las pruebas se realizan principalmente mediante imágenes cerebrales y pruebas de comportamiento, que son costosas y a menudo no detectan la enfermedad en sus fases más tempranas.

Sin embargo, una investigación presentada en la última Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer muestra un prometedor análisis de sangre que podría detectar el Alzheimer antes de que aparezcan los síntomas, de forma asequible y accesible.

Henry Paulson, M.D., profesor de neurología y director del Centro de la Enfermedad de Alzheimer de Michigan, y Nicholas M. Kanaan, profesor asociado de neurociencia traslacional de la Universidad Estatal de Michigan, se unieron para compartir sus opiniones sobre lo que este avance podría significar para el futuro de las pruebas de Alzheimer. Paulson dirige el Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzheimer de Michigan, de ámbito estatal, mientras que Kanaan dirige el núcleo de biomarcadores del centro.

¿Cómo se suele detectar la enfermedad de Alzheimer?

Paulson: Los médicos suelen hacer un diagnóstico clínico de la enfermedad de Alzheimer basado en la historia de la enfermedad, la evaluación cognitiva, un examen neurológico y, a menudo, imágenes cerebrales estándar. Es una ciencia imperfecta y no siempre se acierta al concluir que el diagnóstico es de Alzheimer y no de otra forma de demencia.

El análisis del líquido cefalorraquídeo en busca de biomarcadores de Alzheimer puede conducir a un diagnóstico más preciso, pero muchos pacientes no están dispuestos a someterse a la punción espinal (punción lumbar) necesaria para obtener esta respuesta, y a veces las compañías de seguros no pagan la prueba.

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Los nuevos métodos de imagen permiten visualizar las proteínas clave del Alzheimer en el cerebro, concretamente la beta-amiloide y la tau, pero estos procedimientos de imagen son caros y aún no están cubiertos por los seguros.

¿Cómo han sido las pruebas y los tratamientos anteriores y por qué no han tenido éxito?

Paulson: Las mediciones del líquido cefalorraquídeo son en realidad bastante buenas para ayudar a los médicos a hacer (o descartar) el diagnóstico de Alzheimer frente a otra demencia, pero el calvario de someterse a un procedimiento al que muchos pacientes no están deseosos de someterse hace que las mediciones del líquido cefalorraquídeo no se utilicen de forma rutinaria en la práctica clínica.

Las imágenes PET de amiloide y tau son notablemente potentes, pero, ante la ausencia actual de cobertura de seguros, la mayoría de los pacientes simplemente no pueden permitírselo. Por lo tanto, por ahora, sigue siendo una prueba de investigación.

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Los tratamientos son otra cosa. Aunque se siguen probando terapias contra el amiloide, no han dado un resultado sólido en los ensayos clínicos. Todavía no sabemos si esa falta de eficacia se debe, tal vez, a que se administran los tratamientos demasiado tarde (es decir, en el momento del tratamiento puede haber ya demasiado amiloide en el cerebro y las cascadas descendentes ya han comenzado) o a que los tratamientos antiamiloides son simplemente insuficientes como terapia para el Alzheimer.

Un análisis de sangre sencillo y sensible que pudiera detectar el proceso de la enfermedad de Alzheimer mucho antes de que se produjeran síntomas cognitivos nos permitiría administrar cualquier terapia potencial para frenar la enfermedad -antiamiloide, antitau, antiinflamatorio- en un punto muy temprano del proceso de la enfermedad. Esto probablemente aumentará nuestras posibilidades de encontrar una terapia eficaz.

¿Qué hace que este nuevo análisis de sangre sea diferente a los intentos anteriores?

Paulson: Nuestra capacidad para detectar señales en la sangre de proteínas específicas vinculadas a la enfermedad ha mejorado con el tiempo. Este éxito se debe a que la tecnología es ahora mucho mejor y el biomarcador específico que se detecta está estrechamente relacionado con la patología subyacente de la enfermedad de Alzheimer. Por eso parece tan prometedor.

¿Podría este posible análisis de sangre ayudar a la accesibilidad a las pruebas y al tratamiento?

Kanaan: Sí, los análisis de sangre emergentes son muy accesibles en un entorno de investigación clínica, como el Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzheimer de Michigan, en la actualidad. El hecho de que pruebas de sangre como éstas se conviertan en un componente de la práctica clínica estándar para el tratamiento de la demencia requerirá más desarrollo y pruebas, pero ciertamente es una de las principales direcciones en las que nosotros y otros nos estamos moviendo.

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