Trastornos gastrointestinales

Trastornos funcionales y de la motilidad gastrointestinal (GI)

Cómo se definen los trastornos funcionales y de la motilidad

Un trastorno o enfermedad funcional se produce cuando la principal anomalía es el funcionamiento del organismo. En la consulta, no se observa ninguna causa estructural o bioquímica.
La motilidad gastrointestinal se define por los movimientos del sistema digestivo, y el tránsito de los contenidos dentro de él.
Los trastornos funcionales gastrointestinales y de la motilidad generalmente no pueden diagnosticarse de forma tradicional. No se puede observar ninguna anomalía inflamatoria, infecciosa o estructural mediante los exámenes, radiografías o pruebas de laboratorio de uso común.
Los problemas se producen cuando los nervios o los músculos de cualquier porción del tracto digestivo no funcionan de forma coordinada, o cuando la sensibilidad de los nervios de los intestinos o la forma en que el cerebro controla algunas de estas funciones está alterada.

Los síntomas suelen incluir:

• dolor
• acidez
• distensión abdominal
• náuseas
• vómitos
• hinchazón
• estreñimiento

.

• diarrea

Estos trastornos atacan a menudo

Los trastornos gastrointestinales (GI) funcionales afectan a millones de personas de todas las edades: hombres mujeres y niños. Son las enfermedades gastrointestinales más frecuentes que ven los médicos de atención primaria o de gastroenterología.

Los trastornos son costosos

Los costes sociales y económicos de los trastornos gastrointestinales son enormes. Los síntomas de estos trastornos pueden causar molestias, que van desde la incomodidad hasta una profunda angustia personal. En el caso de las personas con síntomas graves, los trastornos pueden ser debilitantes y dejarlas incapacitadas para participar plenamente en la vida y el trabajo.

La incomprensión es arriesgada

Se desconoce mucho sobre estos trastornos. Esto a menudo conduce a la confusión y la incomprensión entre los pacientes y los médicos por igual. La falta de comprensión puede llevar a un diagnóstico erróneo. Puede llevar a un tratamiento equivocado.

Necesitamos investigación

Hay una necesidad urgente de apoyar más investigación. La investigación de los trastornos gastrointestinales sigue estando gravemente infrafinanciada. Menos del 1% de la financiación para la investigación de las enfermedades digestivas, a través de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), se destina a los trastornos funcionales.