Todo lo que [no] debes saber sobre los circos de pulgas

Circos de pulgas

¿Te bulle la cabeza intentando averiguar qué es exactamente un circo de pulgas?

Los circos de pulgas llevan siglos entreteniendo al público. Como una de las atracciones circenses más extrañas con las que nos hemos topado, aquí tienes todo lo que siempre has querido saber sobre la Gran Carpa con los artistas más diminutos.

Espera, ¿qué es exactamente un circo de pulgas?

Un circo de pulgas es un espectáculo en miniatura en el que las pulgas realizan (o parecen realizar) trucos, incluyendo paseos por la cuerda floja, giros en la noria, tirando de carros y saltando aros.

El uso de las pulgas como entretenimiento se remonta a 1578 cuando el relojero Mark Scaliot ató una pequeña cadena y una correa a una pulga para mostrar su artesanía. Cualquiera que fuera capaz de fabricar una cadena de metal para una pulga, seguramente sería capaz de cuidar un buen reloj de metal. Inauguró la «Exposición de las Pulgas Industriales» en la década de 1830, poniendo el circo de pulgas en el mapa, con actuaciones en Londres, Nueva York y Canadá. Sus espectáculos reflejaban la cultura popular de la época, e incluso uno de ellos hacía referencia a Napoleón. Se celebra como el último circo de pulgas que queda en el mundo.

CC Osien vía Flickr

¿Por qué poner pulgas en un circo?

Las pulgas fueron elegidas debido a su prevalencia en el mundo, más en el siglo XIX que ahora. Las pulgas, que se reproducen rápidamente y se alimentan de forma barata, eran una criatura fácil de conseguir. Además, aportan un «valor de choque», al ser una criatura poco querida por el mundo. Su diminuto tamaño también permitía crear un circo para ellas a escala en miniatura, lo que hacía las delicias del público de la época.

Hay más de 2.000 especies de pulgas en el mundo, aunque la especie utilizada para los circos era casi siempre la pulga humana, Pulex irritans. Esperemos que los asistentes al circo no se acerquen demasiado a los artistas.

¿Se les puede enseñar a hacer trucos?

El jurado aún no se ha pronunciado al respecto, pero el consenso parece ser que las pulgas no son capaces de aprender trucos o de que se les enseñen habilidades. Para superar esto, los circos recurrieron a varias soluciones.

Las pulgas son conocidas por su capacidad de saltar, y a veces se colocaban pulgas vivas en pequeños arneses para mantenerlas contenidas dentro del circo. Su comportamiento natural de salto podía ser interpretado por el público como un «truco». Al colocar objetos cerca de la pulga, como una pelota, ésta podía «empujarla» o moverla. Al no haber nadie que regulara el bienestar de las pulgas, ¡también se utilizaba pegamento para sujetarlas a la atracción!

Algunos circos incluso utilizaban pulgas muertas, vistiéndolas con trajes diminutos y pegando o sujetando los bichos a cuerdas.

¡Cómo sé que las pulgas son de verdad, son tan pequeñas!

Algunos propietarios de circos emprendedores (que no tenían la pasión de buscar pulgas vivas) utilizaban ilusiones, basándose en artilugios magnéticos y eléctricos. Estos trucos creaban movimiento en las atracciones, lo que permitía al público creer que una pulga adiestrada movía pelotas, saltaba desde una gran altura o montaba un carruaje en miniatura.

Por Katie Dundas, colaboradora de Ripleys.com.