The Linfield Review

Cómo abordar el dar la cabeza a tu hombre

12 de noviembre de 2012

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«¿Cuál es una buena manera de abordar una mamada?»

El sexo oral se ha vuelto más común en las últimas dos décadas porque es una gran manera de condimentar los juegos preliminares, y puede ser un reemplazo del coito.

El sexo oral realizado a un hombre se llama felación. A la mayoría de los hombres les encanta la idea de una lengua y una boca húmedas, y requiere menos trabajo por su parte que el coito.

Puede ser un polvo rápido cuando hay poco tiempo, o puede ser más íntimo para aumentar la sensación sexual de ambos miembros de la pareja.

Si tienes inhibiciones a la hora de hacer una felación, deberías intentar superarlas antes de hacerla. Dado que se trata de una relación genital, es un acto bastante íntimo. Habla de ello con tu pareja. Averigua si él quiere recibir sexo oral (si no ha sacado el tema) y si tú quieres realizarlo o no.

Algunas cosas no podrás averiguarlas hasta que tengas algo de práctica, como por ejemplo qué le gusta a él. Al igual que el coito, es diferente para cada persona.

Debe ser agradable no sólo para él, sino también para ti. Piensa en el control que tienes de darle placer a él. Puede mejorar su confianza en cuanto a dar oral. Tienes que estar relajada si vas a hacerlo.

Si te preocupa la limpieza, hazlo después de que él se duche.

Muchas mujeres se afeitan el área púbica para que el vello no sea un problema durante el sexo oral (llamado cunnilingus en las mujeres). No hay ninguna razón por la que un hombre no deba afeitarse el área púbica si tienes un problema o preocupación por el vello. No dudes en pedirle que se afeite si quiere que tu boca esté allí.

Si él se acuesta de espaldas, te da más control. Comienza con tus manos para familiarizarte con tener tu cara cerca de su área púbica. Cuando te sientas cómoda, utiliza tu lengua en la punta o en el eje. Pasa a tu boca, usándola en la punta de su pene.

¡Nunca uses los dientes! Mójate los labios y enróllalos alrededor de los dientes para evitar el roce y facilitar el movimiento de los labios hacia arriba y hacia abajo.

Porque cada persona es diferente, tendréis que descubrir lo que funciona para los dos.

Además del básico arriba y abajo, puedes variar tu técnica. Utiliza las manos además de la boca. Puedes hacer una garganta profunda (respirar por la nariz para evitar el reflejo nauseoso) y tararear.

Haz que te diga lo que le gusta.

Conseguir que te sientas cómoda es el primer paso. Después de practicar un poco, te sentirás más seguro.

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