Terapia génica
La terapia génica es un tratamiento contra el cáncer que aún se encuentra en las primeras fases de investigación.
Qué son los genes
Los genes son mensajes codificados que indican a las células cómo fabricar proteínas. Las proteínas son las moléculas que controlan el comportamiento de las células. Nuestros genes deciden nuestro aspecto y el funcionamiento de nuestro cuerpo. Tenemos muchos miles de genes distintos.
Los genes están hechos de ADN y se encuentran en el núcleo de la célula. El núcleo es el centro de control de la célula. Los genes se agrupan para formar los cromosomas. Heredamos la mitad de nuestros cromosomas de nuestra madre y la otra mitad de nuestro padre.
Las células cancerosas son diferentes de las células normales. Tienen cambios (llamados fallos o mutaciones) en varios de sus genes que hacen que se dividan con demasiada frecuencia y formen un tumor. Los genes dañados pueden ser:
- genes que favorecen la multiplicación de la célula (conocidos como oncogenes)
- genes que impiden la multiplicación de la célula (genes supresores de tumores)
- genes que reparan otros genes dañados
Fallas genéticas y cáncer
Muchos de los cambios genéticos que hacen que una célula se convierta en cancerosa están causados por factores ambientales o de estilo de vida. Un pequeño número de personas han heredado genes defectuosos que aumentan su riesgo de padecer determinados tipos de cáncer.
Qué es la terapia génica
La terapia génica es un tipo de tratamiento que utiliza los genes para tratar enfermedades. Los investigadores han estado desarrollando diferentes tipos de terapia génica para tratar el cáncer.
Las ideas para estos nuevos tratamientos han surgido porque estamos empezando a entender cómo las células cancerosas son diferentes de las células normales. Todavía es pronto para este tipo de tratamiento. Algunos de estos tratamientos se están estudiando en ensayos clínicos. Otros pueden utilizarse ahora para algunas personas con tipos de cáncer como el melanoma de piel.
Conseguir que los genes entren en las células cancerosas
Conseguir que los genes entren en las células cancerosas es uno de los aspectos más difíciles de la terapia génica. Los investigadores están trabajando para encontrar nuevas y mejores formas de hacerlo. El gen suele introducirse en la célula cancerosa mediante un portador llamado vector.
Los tipos de portadores más comunes utilizados en la terapia génica son los virus porque pueden entrar en las células y entregar el material genético. Los virus han sido modificados para que no puedan causar una enfermedad grave, pero aún pueden provocar síntomas leves, similares a los de la gripe.
Algunos virus han sido modificados en el laboratorio para que se dirijan a las células cancerosas y no a las sanas. Así, sólo llevan el gen a las células cancerosas.
Los investigadores están probando otros tipos de portadores, como las bacterias inactivadas.
Tipos de terapia génica
Los investigadores están estudiando diferentes formas de utilizar la terapia génica:
Algunos tipos de terapia génica pretenden potenciar la capacidad natural del organismo para atacar a las células cancerosas. Nuestro sistema inmunitario tiene células que reconocen y eliminan los elementos nocivos que pueden causar enfermedades, como las células cancerosas.
Hay muchos tipos diferentes de células inmunitarias. Algunas de ellas producen proteínas que animan a otras células inmunitarias a destruir las células cancerosas. Algunos tipos de terapia añaden genes a las células inmunitarias del paciente. Esto hace que sean mejores a la hora de encontrar o destruir determinados tipos de cáncer.
Hay algunos ensayos que utilizan este tipo de terapia génica en el Reino Unido.
Algunas terapias génicas introducen genes en las células cancerosas para hacerlas más sensibles a determinados tratamientos. El objetivo es hacer que los tratamientos, como la quimioterapia o la radioterapia, funcionen mejor.
Algunos tipos de terapia génica introducen genes en las células cancerosas que permiten a las células cambiar los fármacos de una forma inactiva a una forma activa. La forma inactiva del fármaco se denomina pro fármaco.
Primero se realiza un tratamiento con el portador que contiene el gen y luego se administra el pro fármaco. El pro fármaco circula por el cuerpo y no daña las células normales. Pero cuando llega a las células cancerosas, es activado por el gen y el fármaco mata las células cancerosas.
Algunas terapias génicas bloquean procesos que las células cancerosas utilizan para sobrevivir. Por ejemplo, la mayoría de las células del cuerpo están programadas para morir si su ADN está dañado sin posibilidad de reparación. Esto se llama muerte celular programada o apoptosis. Las células cancerosas bloquean este proceso, por lo que no mueren ni siquiera cuando deberían hacerlo.
Algunas estrategias de terapia génica pretenden revertir este bloqueo. Los investigadores están estudiando si estos nuevos tipos de tratamiento harán que las células cancerosas mueran.
Algunos virus infectan y matan las células. Los investigadores están trabajando en formas de cambiar estos virus para que sólo se dirijan a las células cancerosas y las maten, dejando en paz a las células sanas.
Este tipo de tratamiento utiliza los virus para matar directamente a las células cancerosas en lugar de entregar genes. Por tanto, no se trata de una terapia génica contra el cáncer en el verdadero sentido de la palabra. Pero los médicos a veces se refieren a ella como terapia génica.
Un ejemplo es un medicamento llamado T-VEC (talimogene laherparepvec), también conocido como Imlygic. Utiliza una cepa del virus del herpes labial (virus del herpes simple) que se ha modificado alterando los genes que indican al virus cómo comportarse. Le dice al virus que destruya las células cancerosas e ignore las células sanas.
T-VEC ya está disponible como tratamiento para el cáncer de piel por melanoma. Puede utilizarse para tratar a algunas personas con melanoma cuyo cáncer no puede eliminarse con cirugía. También se está estudiando en ensayos para el cáncer de cabeza y cuello. Se administra T-VEC en forma de inyección directamente en el melanoma o en el cáncer de cabeza y cuello.
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