Terapia de campo electromagnético pulsado: Tratamiento innovador para la neuropatía diabética

El PEMF redujo la intensidad del dolor y las puntuaciones de sensibilidad en un pequeño ensayo de pacientes con neuropatía diabética.

La incidencia de la diabetes de tipo 2 ha aumentado notablemente en las últimas décadas. Acompañando a este desarrollo se ha producido un aumento de la incidencia de la neuropatía diabética, que provoca dolor progresivo, pérdida de sensibilidad (principalmente en los pies), debilidad y discapacidad. La terapia convencional ha consistido en gran medida en intentos de controlar la diabetes y moderar el dolor.

La terapia de campos electromagnéticos pulsados (PEMF) es una forma segura y no invasiva de reducir el dolor y la inflamación. Puede utilizarse para complementar y mejorar las modalidades de atención sanitaria existentes en la actualidad. Los aparatos de PEMF incluyen varios dispositivos, como alfombrillas para todo el cuerpo, aplicadores de almohadillas localizadas y aplicadores de sondas puntuales o «spot».

PEMF puede considerarse como un recargador de baterías para todo el cuerpo (100 billones de células). Según Bryant A. Meyers, autor de PEMF – The Fifth Element of Health (PEMF – El quinto elemento de la salud), el PEMF funciona «mejorando la producción de trifosfato de adenosina, aumentando la oxigenación, mejorando la circulación, promoviendo la hidratación, facilitando la desintoxicación» y consiguiendo una mejor absorción general de nutrientes.1

La energía electromagnética puede dirigirse para ayudar a los pacientes a curarse.

Cómo funciona

La FEM utiliza frecuencias electromagnéticas saludables, a diferencia de las frecuencias de los teléfonos móviles, para mejorar la salud y el bienestar general. Cada célula del cuerpo tiene una carga negativa en la pared celular. En el caso de las células nerviosas, ésta es de aproximadamente -60 mV; otras células pueden variar en la carga negativa neta. Para mantener unos niveles saludables de esta carga negativa, el potasio y el magnesio deberían estar dentro de las células, mientras que el calcio y el sodio deberían permanecer fuera de las mismas.

Obviamente, hay una gran cantidad de elementos fundamentales -vitaminas, minerales y hormonas- que deben mantenerse en un nivel óptimo para la salud celular. El pH de la sangre, normalmente de 7,4, es, por supuesto, esencial, al igual que los excesos o las deficiencias significativas de nutrientes; y también hay que mantener a raya numerosas toxinas. Aunque todos estos factores desempeñan un papel importante en la salud celular, la salud eléctrica de las células es uno de los elementos vitales más críticos.

A partir de los años 60, el autor (CNS) introdujo el concepto de estimular partes del cuerpo -cerebro, nervio, médula espinal o piel- para controlar el dolor.2 La más utilizada de estas técnicas es la Estimulación Nerviosa Eléctrica Transcutánea (TENS) o electroacupuntura. Para la TENS se utilizan frecuencias de 1 a 100 Hz. Para la estimulación craneal, lo óptimo son hasta 15.000 Hz. El Liss CES, que ahora se vende como Fisher-Wallace, emite 15.000 Hz, 500 Hz y 15 Hz. El Alpha-Stim emite hasta 12.000 Hz.

En 1994 el Dr. Shealy comenzó a trabajar con las frecuencias del ADN humano cuando estudió la Frecuencia de Resonancia de Microondas en Ucrania. Los médicos de allí habían descubierto que el ADN resuena entre 52 y 78 GHz a una milmillonésima parte de un vatio por cm cuadrado. Habían utilizado estas frecuencias e intensidades para tratar a más de 250.000 pacientes. Dichas frecuencias se producen con una bobina Tesla a muy alto voltaje a través de un hueco de chispa.

El primer uso reportado de dichas frecuencias en los Estados Unidos fue para la restauración de la dehidroepiandrosterona (DHEA) en pacientes con neuropatía diabética.3 Desde entonces, el autor ha aplicado estas frecuencias a circuitos de acupuntura específicos para elevar la DHEA, la oxitocina, la neurotensina y la calcitonina o para normalizar la aldosterona y disminuir la producción de radicales libres. Además, el Dr. Shealy informó de una regeneración significativa de los telómeros de un 3% a un 4% anual utilizando PEMF corporal total en las frecuencias Giga.4

Estas frecuencias son significativamente más potentes que las bajas frecuencias utilizadas por TENS, pero se utilizan sólo de 30 a 60 minutos diarios. Además de una mayor activación de los puntos de acupuntura, se ha demostrado que este uso diario ayuda a rejuvenecer los telómeros, las puntas de nuestro ADN que normalmente, incluso con buenos hábitos de salud, se encogen un 1% cada año. Las giga frecuencias deben utilizarse sólo un máximo de 1 hora al día y están contraindicadas cuando hay algún dispositivo electrónico implantado, como un marcapasos, o durante el embarazo.

El PEMF utiliza principalmente frecuencias en el rango de 1 a 100 Hz a intensidades muy bajas de microTesla. Los imanes permanentes suelen llegar hasta 4,5 Tesla.

1 tesla equivale a:

  • 10.000 (o 104) G (gauss)
  • 1000 nT (nanotesla) = 1 µT (microtesla) = 10 mG (miligauss)
  • 1.000.000 µT = 1 T

Un microTesla es 0.01 gauss y 1 Tesla es, por tanto, 1 millón de microTesla.

El PEMF aumenta significativamente la circulación y tiene una amplia variedad de beneficios para la salud. La terapia puede durar de 30 minutos a varias horas al día, y puede dirigirse a zonas específicas o a todo el cuerpo. Como se ha señalado, las únicas contraindicaciones son el embarazo y las personas con un marcapasos o dispositivo eléctrico implantado.

Beneficios para la neuropatía diabética

El dolor neuropático, y en concreto la neuropatía periférica, surge del disparo ectópico de las fibras C no mielinizadas con acumulación de canales de sodio y calcio.5 Dado que el PEMF induce con seguridad corrientes de baja frecuencia que pueden despolarizar, repolarizar e hiperpolarizar las neuronas, se ha planteado la hipótesis de que dirigir esta energía a la planta de un pie podría modular potencialmente el dolor neuropático.

En 2003, Musaev et al llevaron a cabo un estudio en el que participaron 121 pacientes con polineuropatía diabética (DPN) antes y después de cursos de tratamiento con PEMF con modulación compleja (PEMF-CM) a diferentes frecuencias (10-100 Hz).6

Los autores descubrieron que los «signos electroneuromiográficos más tempranos y significativos de DPN eran disminuciones en la amplitud del reflejo H y la relación Hmax/Mmax en los músculos de la parte inferior de la pierna». Tras el tratamiento con PEMF-CM, los autores informaron de la «regresión de los principales síntomas clínicos de DPN, la mejora de la función conductora de los nervios periféricos, la mejora del estado de las neuronas aferentes y la mejora de la excitabilidad refleja de las neuronas motoras funcionalmente diversas en la médula espinal». Los investigadores concluyeron que el PEMF-CM a 10 Hz tenía eficacia terapéutica, especialmente en las etapas iniciales de la DPN y en pacientes que han tenido diabetes mellitus hasta 10 años.6

En 2004, Weintraum y Cole llevaron a cabo un estudio piloto para averiguar si 9 tratamientos consecutivos de 1 hora en la consulta de un médico (excluyendo los fines de semana) de PEMF pueden reducir las puntuaciones de dolor neuropático en pies refractarios en personas con neuropatía periférica.5 El estudio incluyó a 24 pacientes con polineuropatía refractaria y simpática de diversas etiologías, incluida la diabetes. Sólo el pie más doloroso recibió las 9 horas de tratamiento, y el dolor se midió mediante una escala analógica visual (EAV) antes, inmediatamente después y 30 días después de la terapia.

Los autores descubrieron que las puntuaciones medias de dolor disminuyeron un 21% desde el inicio hasta el final del tratamiento (P=0,19) y un 49% desde el inicio hasta el final del seguimiento (P<0,01). De los 19 pies con dolor moderado a intenso, hubo una reducción del 28% en la EVA desde el inicio hasta el final del tratamiento (P<0,05) y una disminución del 39% desde el inicio hasta el final del seguimiento (P<0,01). Los autores concluyeron que «dirigir el FEM a los pies neuropáticos refractarios puede proporcionar efectos analgésicos a corto plazo en más del 50% de los individuos».5

Tras los prometedores resultados del estudio piloto, los investigadores ampliaron su estudio. En 2009, publicaron los resultados de un estudio multicéntrico, aleatorizado y a doble ciego, en el que participaron 225 pacientes con neuropatía diabética periférica (DPN) en estadio II o III. Los pacientes fueron asignados aleatoriamente a utilizar dispositivos idénticos que generaban PEMF o un simulacro (placebo) en los pies durante 2 horas al día durante 3 meses.7

Aproximadamente el 14% de los pacientes abandonó el estudio antes de la marca de 3 meses. De los pacientes restantes, hubo una tendencia a la reducción de los síntomas de DPN en la escala de Impresión Global del Cambio del Paciente (PGIC), favoreciendo al grupo de PEMF (44% vs 31%; P=0,04). Sin embargo, no hubo diferencias significativas entre los grupos de PEMF y de simulacro en la intensidad del dolor neuropático en la EVA o en la Escala de Dolor por Neuropatía (NPS).

Para medir si la PEMF tiene alguna influencia en la regeneración de los nervios, 27 pacientes completaron biopsias cutáneas en sacabocados de 3 mm en serie para realizar pruebas de densidad de fibras nerviosas epidérmicas (ENFD). El 29% de los pacientes sometidos a PEMF experimentaron un aumento de la densidad de fibras nerviosas distales de la pierna de al menos 0,5 DE, mientras que ninguno de los pacientes simulados experimentó un cambio en la densidad de fibras nerviosas distales (P=0,04). Los aumentos de la ENFD distal del muslo se correlacionaron significativamente con la disminución de las puntuaciones de dolor. Los investigadores señalaron que están planeando examinar la PEMF con una dosimetría más alta (3000-5000 G) y una mayor duración de la exposición.7

Estudio de la PEMF para la DPN

Nuestra introducción a la PEMF se produjo mientras realizábamos un estudio sobre su efecto en la neuropatía diabética.8 En nuestro estudio, que se presentó en la reunión de 2014 de la Academia Americana de Medicina Antienvejecimiento, se inscribieron 15 adultos (de entre 41 y 79 años), todos ellos con una importante neuropatía diabética con dolor y pérdida sensorial. Demostramos que el PEMF aumentaba significativamente la temperatura de los pies, lo que nos llevó a utilizarlo en el pecho, donde aumentó la temperatura 6 grados, lo que sugiere una mejora significativa en la circulación del corazón.

En el estudio, los pacientes fueron tratados una vez a la semana con una bobina de nuevo diseño desarrollada por Medical Energetics Limited, una empresa de investigación irlandesa. La bobina es un dispositivo de investigación en la actualidad y no está disponible en el mercado. La bobina Mark II tiene intensidades de salida inferiores a 100 mG. Se aplicó durante 15 minutos en los pies y 15 minutos en el cuello y el pecho. Cada paciente fue tratado semanalmente durante 8 semanas. Además, los pacientes controlaron su nivel de azúcar en sangre tres veces al día. Se realizaron pruebas de hemoglobina A1c y de radicales libres en la orina para detectar el malondialdehído, que se repitieron a las 4 y 8 semanas.

Al final del estudio, se informó de que las puntuaciones de dolor (escala 1-10) se redujeron en un 52%, de 5,2 a 2,5, y la pérdida sensorial mejoró en un 65,8%, de -76,3% a -26,2%.8 Además, la sensación táctil mejoró en un 65%, de -84% a -15,6%. La sensación vibratoria también mejoró en un 43%, de -68,5 a -39% (Tabla 1).

Tras estos resultados, se estudió una modificación de la salida de la bobina en otros 15 adultos con neuropatía diabética. Se les trató con 30 minutos en los pies y 15 minutos en el cuello y el pecho. El dolor espontáneo disminuyó en un 46,5%; la sensación de pinchazo mejoró en un 83% de lo normal; el tacto mejoró en un 66% de lo normal; y la vibración mejoró en un 32% de lo normal.

En ambos estudios los pacientes controlaron sus niveles de azúcar en sangre diariamente. No se encontraron cambios significativos en ninguna de estas pruebas adicionales. Por supuesto, la A1c representa una media de los niveles de azúcar en sangre durante las 12 semanas anteriores, por lo que no cabría esperar un cambio significativo.

La mejora bastante significativa del dolor y de la función neurológica es alentadora. Obviamente, se necesitan programas de tratamiento mucho más largos para determinar si se puede lograr la resolución completa de la neuropatía diabética.

Otras áreas de investigación

Desde la publicación de nuestro estudio, hemos explorado el potencial de utilizar pulsos de 5,5 Hz a 58,5 Hz a una intensidad de 10 microTesla. Hemos encontrado esta combinación muy útil para trabajar con una variedad de problemas de dolor. Se ha demostrado que el PEMF acelera la curación de las fusiones quirúrgicas de la columna cervical.

En un informe de caso de Mackenzie y Veninga et al, un paciente con una no unión C6-C7 llevó un dispositivo de estimulación PEMF durante 3 horas al día durante 10 meses. Tras 3 meses de tratamiento, los síntomas del paciente se resolvieron. Las radiografías obtenidas después de 15 semanas de estimulación mostraron una mejora en la fusión ósea, y las radiografías obtenidas a las 31 semanas después de la estimulación mostraron una densidad ósea uniforme alrededor de los tornillos C7. El paciente seguía sin síntomas 13 meses después de la finalización de la estimulación con FEM en la última evaluación.9

Se ha descubierto que el FEM proporciona una buena mejora en pacientes con osteoartritis.10-13 En un metaanálisis realizado por Vavken et al, se descubrió que el FEM mejoraba las puntuaciones clínicas y la función en pacientes con osteoartritis (OA) de la rodilla en 9 estudios que incluían a 483 pacientes. Los autores concluyeron que el PEMF debería considerarse como una terapia adyuvante en el tratamiento de la osteoartritis de rodilla.10

Más recientemente, Bagnato et al estudiaron el uso de un dispositivo de PEMF portátil en el tratamiento del dolor en pacientes con OA de rodilla. El ensayo consistió en un tratamiento de 12 horas diarias durante 1 mes en 60 pacientes con OA de rodilla. Después de 1 mes, el PEMF indujo una reducción significativa de las puntuaciones de dolor de la EVA y del WOMAC en comparación con el placebo. Además, la tolerancia al dolor, expresada por el umbral de dolor a la presión (PPT), y la salud física general mejoraron en los pacientes tratados con PEMF. El 26% de los pacientes del grupo de PEMF dejaron de tomar antiinflamatorios no esteroideos y terapia analgésica. No se detectaron acontecimientos adversos.11

Otro dispositivo de FEM portátil fue estudiado por Wuschech et al. Los resultados de este estudio aleatorizado a doble ciego muestran clínicamente que el uso de FEM (con una frecuencia que varía entre 4 y 12 Hz; 1 cm de profundidad tisular, densidad de flujo magnético de 105 µT) da lugar a resultados significativamente mejores en el grupo de tratamiento en comparación con el grupo de placebo en lo que respecta a la puntuación global total del WOMAC y, especialmente, a la EVA. La valoración de la «eficacia» por parte de los pacientes se calificó de «muy buena» en el 29,5% y de «buena» en el 27,3%, en comparación con el 0,0% y el 15,4% de los controles.12

La terapia con FEM se ha utilizado con éxito en el tratamiento del dolor y el edema posquirúrgicos, en el tratamiento de las heridas crónicas y en la facilitación de la vasodilatación y la angiogénesis.14 Además, hay varios estudios que sugieren la posibilidad de mejorar los resultados en el cáncer.15,16 Y, como se ha visto con la DPN, el PEMF ha sido eficaz para mejorar la regeneración de los nervios tanto in vitro como in vivo.17

Uno de los efectos más importantes del PEMF es la reducción de la inflamación18 y del dolor lumbar.19 En un estudio realizado en Nigeria, se incluyeron 16 pacientes con dolor de espalda (sin radiculopatía). Los pacientes fueron asignados aleatoriamente a 2 grupos: El grupo 1 fue tratado con PEMF más medicamentos (analgésicos, diclofenaco); el grupo 2 fue tratado sólo con medicamentos estándar. El dispositivo de FEM se aplicó 4 veces al día durante un máximo de 9 días. En los 8 pacientes que recibieron FEM, hubo un alivio del dolor y una reanudación de las funciones normales más rápidos y estadísticamente significativos en comparación con los pacientes tratados sólo con analgésicos estándar. Estos resultados sugieren que la terapia de FEM es beneficiosa para reducir el dolor y la discapacidad en pacientes con dolor de espalda.19

En pacientes con dolor lumbar con radiculopatía, se ha comprobado que la terapia PEMF es un tratamiento eficaz y conservador de la radiculopatía lumbar causada por el prolapso del disco lumbar. En el estudio, 40 pacientes con prolapso de disco lumbar fueron asignados aleatoriamente a dos grupos: El grupo 1 recibió terapia PEMF y el grupo 2 recibió tratamiento con placebo. Además de la mejora de los síntomas radiculares observados clínicamente, los autores informaron de que el PEMF también parecía ser eficaz para reducir la compresión de las raíces nerviosas, tal y como evidenciaba la mejora de los potenciales evocados somatosensoriales (SSEP) para los parámetros de dermatomos seleccionados tras el tratamiento.20

El PEMF es incluso útil en el fracaso de la cirugía de la espalda.21 En un estudio realizado por Harper et al, el PEMF se administró dos veces al día durante un periodo de 45 días en 34 sujetos (68% mujeres) con dolor persistente o recurrente tras la cirugía de la espalda. De los 30 sujetos por protocolo que completaron el estudio, el 33% informó de una reducción clínicamente significativa (≥30%) de la intensidad del dolor. Se informó de una tasa de respuesta más alta (60%) en los sujetos que se habían sometido a una discectomía antes del ensayo en comparación con los sujetos que se habían sometido a otros tipos de intervenciones quirúrgicas (descompresión o fusión) sin discectomía. Los autores observaron que, en relación con la situación inicial, los sujetos que respondieron informaron de una reducción media del 44% y del 55% en la intensidad del dolor de espalda y de piernas, respectivamente, y de una mejora media del 13% en las puntuaciones del Índice de Discapacidad de Oswestry.21

Por último, pero no por ello menos importante, el beneficio potencial de la PEMF para mejorar el dolor pélvico22 y la función cardíaca después de un infarto de miocardio23 son quizás dos de las posibilidades más emocionantes que hay que seguir explorando.

Resumen

La terapia PEMF es una herramienta segura y no invasiva para mejorar la salud. Estimula y duplica las frecuencias electromagnéticas naturales de la tierra y funciona esencialmente como un recargador de la batería eléctrica del cuerpo.

Los beneficios más importantes son: aumento de la energía y la circulación; reducción de los espasmos musculares; mejora del sueño; mejora de la curación de las fracturas óseas; y reducción del dolor y la inflamación. Según Bryant A. Meyers, «el cuerpo se autocura, se autorregula y se autoregenera». La terapia PEMF ayuda esencialmente a proporcionar la energía necesaria para ello.

Ver fuentes

  1. Meyers BA. PEMF-El quinto elemento de la salud: Aprenda por qué la terapia de campo electromagnético pulsado (PEMF) sobrecarga su salud como ninguna otra cosa. Bloomington, Indiana: Balboa Press; 2013.
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Última actualización en: 27 de septiembre de 2019
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