Siguiendo las órdenes de los médicos
Tu médico puede llamarlas recomendaciones o consejos. Usted conoce esas palabras durante un chequeo de rutina: «Me gustaría que perdiera un poco de peso» o «Asegúrese de avisarme si tiene algún problema con esta medicación».
Aunque suenen como un recordatorio amistoso, su médico habla en serio cuando hace recomendaciones como éstas.
La mayoría de los médicos estarían de acuerdo -y esperan- en que sus órdenes deben tomarse en serio todo el tiempo. Pero aquí hay tres tipos de órdenes que van a insistir en que se tome en serio, porque su vida puede depender de ello:
- Seguridad de la medicación
- Visitas de seguimiento
- Reforzar los buenos hábitos
Margen de seguridad de la medicación
Su médico confía en que usted tome sus medicamentos recetados según las indicaciones. Cuando lea la información que acompaña a un medicamento (algo que es bueno hacer con cualquier medicamento nuevo), verá que hay instrucciones precisas para tomar el medicamento. Su médico debe repasar con usted la frecuencia con la que debe tomarlo, la hora del día en la que debe tomarlo y las restricciones que conlleva su toma.
En el caso de muchos medicamentos, su médico puede especificar cuántos días o semanas debe tomarlos. No asuma que si los síntomas han desaparecido es correcto dejar de tomar el medicamento. Siga las indicaciones del médico. Y hágale saber al médico si tiene alguna duda o problema con la medicación.
No falte a su visita de seguimiento
Cuando su médico le programe una visita de seguimiento, lo más probable es que haya una razón médica sólida para ello. No juegue a ser médico y asuma que si se siente mejor la visita es innecesaria.
Los médicos conocen los signos de cuando una condición está mejorando. Una visita de seguimiento (o incluso una serie de visitas de seguimiento) puede ser vital para asegurarse de que no tiene complicaciones ocultas o de que el diagnóstico inicial era el correcto y no hay nada más.
Los buenos hábitos y el síndrome del «ya lo sé»
Cuando el médico dice: «Tiene que dejar de fumar», nuestra respuesta inicial es «ya lo sé». Aunque los médicos nunca serán sustitutos de nuestras madres, saben un par de cosas sobre lo que mantiene a las personas sanas y seguras.
Puede que el estilo de su médico sea hacer que esas sugerencias suenen amistosas y no amenazantes, pero detrás de esas palabras hay mucha experiencia viendo lo que ocurre cuando la gente no sigue un estilo de vida saludable.
Mejor que un «ya sé» como respuesta, pida consejo a su médico sobre cómo dar pasos significativos hacia ese objetivo. Debería poder contar con su médico para que le ayude a conseguir ese objetivo.
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