Si le das una galleta a un ratón… enseñas causa y efecto

«Todo lo que dices o haces, cada una de tus acciones provoca una reacción. Y esa reacción puede ser buena o mala, positiva o negativa», me encontré recientemente explicando a mis hijos. Mi comentario formaba parte de una discusión que estábamos manteniendo sobre cómo la forma en que nos dirigimos a los demás influye en la forma en que nos responden.

Mi hijo de seis años respondió: «¿Qué es una reacción?»

«Es similar a una consecuencia», respondí.

«¿Pero las consecuencias no son sólo cosas malas?», preguntó mi hijo de diez años.

«No, a menudo hablamos de las consecuencias como cosas malas, pero una consecuencia también puede ser buena. Por ejemplo, si desayunas de forma saludable, tendrás energía para el día que tienes por delante y podrás concentrarte mejor en lo que estás haciendo».

Enseñar a nuestros hijos la causa y el efecto, o que toda acción provoca una reacción, es esencial en la crianza de los hijos, y es algo de lo que a menudo hablamos de forma incidental mientras llevamos a cabo nuestra vida cotidiana: «Si te acabas la merienda, podemos ir al parque», o «Si ordenas el tren, podemos sacar la plastilina».

Entender la causa y el efecto ayuda a los niños a reconocer las relaciones entre dos acontecimientos, y que cada uno de nuestros comportamientos y acciones tiene un efecto, no sólo sobre nosotros mismos, sino también sobre las personas de nuestra vida y nuestro entorno. Lo que hacemos (o dejamos de hacer) importa. Es una importante lección de responsabilidad personal.

Un recurso estupendo para ayudar a los niños a comprender la causa y el efecto se encuentra en el cuento clásico, If You Give a Mouse a Cookie, de Laura Joffe Numeroff, en el que un niño pequeño da una galleta a un ratón hambriento. El cuento comienza:

Si le das a un ratón una galleta, te pedirá un vaso de leche.
Cuando le des la leche, probablemente te pedirá una pajita.
Cuando termine, te pedirá una servilleta.
Entonces querrá mirarse en un espejo para asegurarse de que no tiene un bigote de leche.