Sé un niño en forma

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Hoy en día se habla mucho de niños en forma. La gente que se preocupa (padres, médicos, profesores y otros) quiere saber cómo ayudar a los niños a estar más en forma.

Estar en forma es una forma de decir que una persona come bien, hace mucha actividad física (ejercicio) y tiene un peso saludable. Si estás en forma, tu cuerpo funciona bien, te sientes bien y puedes hacer todo lo que quieres, como correr con tus amigos.

Algunas partes de esto dependen de los padres, como servir comidas saludables o decidir llevar a la familia de excursión a la naturaleza. Pero los niños también pueden tomar las riendas cuando se trata de su salud.

Aquí tienes cinco reglas para vivir, si eres un niño que quiere estar en forma. El truco está en seguir estas reglas la mayor parte del tiempo, sabiendo que algunos días (como el de tu cumpleaños) pueden pedir tarta y helado.

Come una variedad de alimentos

Puede que tengas una comida favorita, pero la mejor opción es comer variado. Si comes diferentes alimentos, es más probable que obtengas los nutrientes que tu cuerpo necesita. Prueba los alimentos nuevos y los viejos que no has probado desde hace tiempo. Algunos alimentos, como las verduras de color verde, pueden saber mejor a medida que envejecemos. Intenta tomar al menos cinco raciones de fruta y verdura al día: dos frutas y tres verduras.

Esta es una combinación que podría funcionarle:

  • en el desayuno: ½ taza (unas 4 grandes) de fresas con sus cereales
  • en el almuerzo: 6 zanahorias baby
  • para merendar una manzana
  • con la cena: ½ taza de brócoli (unos 2 tallos grandes) y 1 taza de ensalada

Bebe agua &Leche

Cuando tienes mucha sed, el agua fría es la mejor para calmarla. Y hay una razón por la que la cafetería de tu colegio ofrece cartones de leche. Los niños necesitan calcio para fortalecer sus huesos, y la leche es una gran fuente de este mineral. ¿Qué cantidad necesitan los niños? Si tienes entre 4 y 8 años, bebe 2½ tazas de leche al día, o su equivalente. Si tienes 9 años o más, apunta a 3 tazas de leche al día, o su equivalente. Puedes combinar la leche con otros alimentos lácteos ricos en calcio. Esta es una combinación:

  • 2 tazas (aproximadamente medio litro) de leche descremada o baja en grasa
  • 1 rebanada de queso cheddar
  • ½ taza (envase pequeño) de yogur

Si quieres algo más que leche o agua de vez en cuando, está bien tomar zumo 100%. Pero trata de limitar el zumo a no más de una ración (de 6 a 8 onzas) al día. Evita las bebidas azucaradas, como los refrescos, los cócteles de zumo y los ponches de frutas. Contienen mucho azúcar añadido. El azúcar sólo añade calorías, no nutrientes importantes.

Escucha a tu cuerpo

¿Qué sientes al estar lleno? Cuando comas, fíjate en cómo se siente tu cuerpo y cuándo tu estómago se siente cómodamente lleno. A veces, la gente come demasiado porque no se da cuenta de cuándo tiene que dejar de comer. Comer demasiado puede hacer que te sientas incómodo y puede conducir a un aumento de peso poco saludable.

Limita el tiempo de pantalla

¿Qué es el tiempo de pantalla? Es la cantidad de tiempo que pasas viendo la televisión o los DVD, jugando a los videojuegos (sistemas de consola o juegos de mano) y utilizando un teléfono inteligente, una tableta o un ordenador. Cuanto más tiempo pases en estas actividades sentado, menos tiempo tendrás para cosas activas, como el baloncesto, la bicicleta o la natación. Intenta no pasar más de 2 horas al día frente a una pantalla, sin contar el uso del ordenador relacionado con el colegio y las actividades educativas.

Sé activo

Una de las tareas que tienes de niño -y es divertida- es la de descubrir qué actividades te gustan más. No a todo el mundo le gusta el béisbol o el fútbol. Quizá tu pasión sea el karate, el kickball o el baile. Pide a tus padres que te ayuden a realizar tus actividades favoritas con regularidad. Busca formas de ser activo cada día. Incluso puedes escribir una lista de cosas divertidas para hacer, de modo que puedas utilizarla cuando tu madre o tu padre te digan que es hora de dejar de ver la televisión o de jugar al ordenador.

Hablando de los padres, pueden ser una gran ayuda si quieres ser un niño en forma. Por ejemplo, pueden abastecer la casa con alimentos saludables y planificar actividades físicas para la familia. Cuéntales a tus padres estos cinco pasos que quieres dar y quizá puedas enseñarles un par de cosas. Si eres un niño en forma, ¿por qué no vas a tener una madre y un padre en forma?

Revisado por: Mary L. Gavin, MD
Fecha de revisión: Junio 2018

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