Reacción a la histamina: ¿alergia o intolerancia?

Muchos de nosotros habremos oído hablar de la intolerancia a la histamina y conocemos los antihistamínicos (comprimidos que suelen tomarse para la fiebre del heno o las reacciones alérgicas), pero ¿qué causa la intolerancia a la histamina y qué relación tiene con la alergia?
La histamina es una sustancia química que se encuentra de forma natural en algunos alimentos. También es una sustancia bioquímica producida por el cuerpo como parte de una reacción alérgica, que provoca hinchazón, erupciones y picores, estornudos, náuseas, diarrea, dolores de estómago y problemas respiratorios.
Si tiene una reacción alérgica como la fiebre del heno o una alergia alimentaria, alergia al pelo de los animales o al polvo doméstico, al moho o al látex, la respuesta inmediata consistirá en una respuesta inmunitaria que implica la producción de anticuerpos IgE y altos niveles de histamina en el cuerpo.
La histamina también puede encontrarse en altos niveles en algunos alimentos, por ejemplo:

• Champán, vino y cerveza
• Sidra y bebidas fermentadas
• Chocolate
• Cola
• Extracto de levadura
• Frutos secos
• Semillas y frutos secos
• Verduras en conserva
• Setas y Quorn
• Carnes procesadas
• Pickles

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• Mayonesa y ketchup y algunos aderezos
• Tofú y salsa de soja
• Vinagre
• Pescado y crustáceos ahumados
• Queso curado

En la mayoría de las personas sanas la histamina que se ingiere es descompuesta por una enzima del organismo llamada diamino oxidasa. Sin embargo, algunas personas tienen niveles bajos de esta enzima y la histamina no puede descomponerse adecuadamente. Cuando estas personas ingieren alimentos ricos en histamina, reaccionan casi como si tuvieran una reacción alérgica. Entonces experimentan dolores de cabeza, sarpullidos, picores, diarrea, náuseas y/o dolor de estómago asociados a la alergia. Esto puede ser muy angustioso.
También hay otros alimentos que, aunque no tienen un alto contenido de histamina, pueden desencadenar la liberación de histamina en el cuerpo. Alimentos como los tomates, las espinacas, las fresas, el kiwi, la berenjena, la mayoría de los frutos secos, muchas especias y los cítricos también pueden ser problemáticos.
Si sospecha que padece una intolerancia a la histamina, debería acudir a su médico para que le examine. Sin embargo, el diagnóstico de la intolerancia a la histamina se consigue siguiendo una dieta baja en histamina durante unas semanas para ver si se produce una mejora. Puede ponerse en contacto con un terapeuta nutricional titulado que podrá aconsejarle.

Todo el mundo es diferente y, por lo tanto, algunas personas con intolerancia a la histamina podrán tolerar algunos alimentos pero no otros, puede llevar tiempo encontrar lo que les conviene. Tomar un antihistamínico regular suele ser útil pero no es lo ideal a largo plazo.
¿En cuanto a si reaccionar a la histamina es una alergia o una intolerancia? Bueno, técnicamente es ambas cosas, y comprender los mecanismos implicados a menudo puede ayudar a controlar la afección.
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