La fascia de Gerota sobre un riñón ectópico pélvico: ¿Mito o realidad? | Grain of sound

DISCUSIÓN

La fascia de Gerota tiene una gran importancia clínica ya que limita que las patologías renales se extiendan al exterior. Un estudio reciente ha demostrado que en pacientes con traumatismos renales contundentes, una fascia de Gerota intacta parecía asociarse a una menor necesidad de angioembolización. La estadificación de los tumores renales también se basa en la fascia de Gerota, para diferenciar los tumores T3 y T4, lo que vuelve a subrayar la importancia de esta fascia. Además, la fascia de Gerota tiene importantes implicaciones quirúrgicas. Por ejemplo, se ha utilizado en pacientes con lesiones hepáticas (para suturar laceraciones) y también se ha descrito la cirugía de fenestración de la fascia de Gerota para el alivio sintomático de los riñones flotantes. El riñón pélvico puede verse afectado por diversas enfermedades, incluidos los traumatismos. Además, como la cirugía del riñón pélvico no es infrecuente, es importante que el cirujano conozca la anatomía clínica para la planificación quirúrgica.

Sin embargo, el estado de la presencia o ausencia de esta fascia en el riñón ectópico pélvico no está documentado. La razón podría ser que los tumores renales en el riñón ectópico pélvico son raros, con no más de siete casos registrados en todo el mundo. Durante la nefrectomía radical, al disecar los tumores renales, el plano de disección está fuera de la fascia de Gerota, y por lo tanto, la identificación de esta estructura es vital. Sin embargo, desgraciadamente, incluso en informes recientes, los cirujanos no han informado del estado de la fascia de Gerota en pacientes con tumores renales sometidos a cirugía. La mayoría de los cirujanos realizan cirugías de afecciones renales benignas que afectan a un riñón ectópico pélvico, sin reparar en esta fascia, ya que no suele tener importancia. Incluso la cirugía robótica de un riñón pélvico, descrita recientemente, no menciona nada sobre la fascia de Gerota.

En un único informe sobre el estado de la fascia de Gerota, Forbes informó de que no había una capa distinta de fascia de Gerota que rodeara un riñón pélvico. Otros informes sobre el riñón pélvico, sin embargo, no hablaban de la presencia o ausencia de esta fascia. Una búsqueda exhaustiva en Medline tampoco mostró ninguna referencia sobre la presencia o los límites de la fascia de Gerota en un riñón pélvico.

Desarrollo: la fascia de Gerota se origina a partir de la fascia transversal, aunque no se ha descrito el estímulo exacto para este desarrollo. La fascia de Gerota rodea el riñón normalmente situado y se fusiona en tres lados del riñón: Superiormente, lateralmente y medialmente. Inferiormente las dos capas están separadas, encerrando el uréter, la anterior se desvanece en el tejido extraperitoneal de la fosa ilíaca y la posterior se mezcla con la fascia ilíaca. Por lo tanto, normalmente no se extiende hacia la pelvis. La fascia pélvica es continua, con la fascia retroperitoneal, y se ha clasificado de forma algo arbitraria en estrato externo, intermedio e interno. El estrato intermedio envuelve las vísceras pélvicas en una capa grasa y comprimible, y el riñón pélvico se encuentra en esta capa. Esta fascia también se engrosa alrededor de los órganos urogenitales pélvicos para formar su fascia visceral.

La exploración quirúrgica abierta en siete de nuestros pacientes reveló que el riñón estaba rodeado de grasa perirrenal, con una cubierta fascial. Sin embargo, como todos los pacientes tenían patologías renales benignas, no se pudo hacer una mejor delimitación de esta fascia. Es discutible si hay que llamar a esta capa (por motivos subjetivos) la fascia de Gerota. Para documentar objetivamente la fascia de Gerota, realizamos una TC en ocho pacientes (ya que la fascia de Gerota es visible en riñones de localización normal en una TC multidetectora), pero no pudimos documentar esta capa en ninguno de los pacientes. Las posibles explicaciones podrían ser que la anatomía pélvica está apiñada y también podría deberse a una menor cantidad de grasa perinéfrica alrededor del riñón pélvico. Varios investigadores han descrito los hallazgos de la tomografía computarizada y la resonancia magnética (RM) para un riñón pélvico, pero se han centrado sólo en la anatomía vascular y no se han hecho comentarios sobre la fascia de Gerota.

Hay algunos escollos en este estudio. En primer lugar, es posible que lo que estamos observando en realidad no sea la fascia perirrenal, sino otra cosa, ya que las pruebas son sólo groseras. Sin embargo, no se realizó una microscopía, ya que la fascia de Gerota es muy fina, sin rasgos característicos, y por lo tanto, no se habría obtenido ningún beneficio adicional haciendo una microscopía. Otro inconveniente es la delineación incompleta de la fascia de Gerota. Sin embargo, no es éticamente factible realizar una disección adicional para la delineación completa de la fascia de Gerota.

En el análisis general, los datos están más a favor de una fascia perirrenal definida sobre un riñón ectópico, basándose en los hallazgos quirúrgicos. Los hallazgos en la TC de la grasa perirrenal y la fascia de Gerota en el riñón pélvico necesitan más evaluación, con TC de mayor resolución. Aunque el presente estudio puede no ser definitivo, debido a la importancia de la fascia de Gerota, es necesario realizar más evaluaciones para documentar su presencia o ausencia. Quizás alguna prueba radiológica más novedosa o un estudio cadavérico den la respuesta definitiva.

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