Planificación del patrimonio: Un estudio de caso sobre el patrimonio de Debbie Reynolds
Durante años, la icónica actriz, cantante y empresaria, Debbie Reynolds, adornó las pantallas de televisión de millones de fans en todo el mundo. E imaginar que la princesa Leia de La Guerra de las Galaxias era interpretada por la hija de Reynolds, Carrie Fisher, es imaginar a una familia que había capturado los corazones de muchos con sus maravillosos talentos. Pero no solo eso; también sería imaginar a una familia que ha amasado una gran fortuna a lo largo de los años.
La muerte de dos ricos iconos
Justo cuando estas dos glamurosas mujeres eran adoradas por todos, el mundo se sumió en el dolor -y la confusión- por su muerte a finales de diciembre de 2016. El 28 de ese mismo mes, Debbie Reynolds murió de un derrame cerebral a las 24 horas de perder a su hija, Carrie fisher. Mientras el mundo lloraba, también se planteaba un reto: ¿quién heredaría toda la fortuna y el patrimonio que dejaron Debbie Reynolds y Carrie Fisher?
El patrimonio de Reynolds estaba valorado en unos 85 millones de dólares, mientras que el de su hija rondaba los 25 millones de dólares, un lote que era. También estaba el hijo superviviente de Debbie Reynolds, Todd Fisher; y la hija de Carrie Fisher, que entonces tenía 24 años, Billie Lourd. Como las posesiones suelen ir a parar a la familia superviviente más cercana de un fallecido, el mundo esperaba mucho ruido o lucha entre Billie y Todd sobre quién se queda con qué de la herencia de la difunta madre y abuela de Billie.
Donde entra la planificación de la herencia
Ahora bien, era bien sabido que Todd estaba muy unido a su difunta madre y a su hermana por lo que se esperaba que una mayor parte de la herencia que quedaba fuera para él. Pero nada puede ser distribuido a menos que el patrimonio haya pasado por la sucesión. Primero hay que comprobar los planes de sucesión de Debbie y Carrie para saber a quiénes dejaron como beneficiarios. Esto seguramente llevaría mucho tiempo.
Ahora, hablando de lo cercanas que fueron sus muertes, uno se vería obligado a tener algunas dudas si no surgirían problemas en cuanto a sus planes de sucesión. Suponiendo que Reynolds nombrara a su hija como única beneficiaria y ésta muriera antes que ella, el plan sucesorio podría desmoronarse como un castillo de arena. Pero, afortunadamente, después de meses de trámites sucesorios y de revisar los planes de sucesión, se descubrió y verificó que Carrie Fisher había dejado su patrimonio en manos de su hija Billie Lourd.
Lo que esto significaba
Esto significaba que todo lo que Carrie Fisher iba a heredar de su madre podía pasar automáticamente a ser de Billie.
Billie Lourd, a sus 24 años, recibió una tremenda cantidad de riqueza dejada por su madre. Las dos casas en las que vivían los icónicos artistas fallecidos formaban parte de un único patrimonio, y el producto de éste cuando se vendiera sería inevitablemente para Billie. Las ganancias del seguro, los coches, las cuentas financieras y las pertenencias personales de Fisher pasaron a ser de Billie.
El legado de Fisher y Reynolds prospera como resultado de la planificación de la herencia
Fisher, como estrella y escritora, tenía derechos sobre su imagen y sus libros. Estos derechos pasarían a estar bajo el control de su hija, que podría velar por la protección de la imagen y los derechos de autor de Fisher y por la entrada de ingresos procedentes de sus libros. Al transferir estos derechos y propiedades a su hija, Carrie Fisher mantuvo su legado. Se aseguró de que su legado no muriera con ella, sino que siguiera vivo a través de su hija.
La beneficencia y la subasta
Antes de su muerte, Debbie Reynolds participó en subastas de este tipo en las que vendía artículos ya utilizados por los famosos. Para hacer perdurar el recuerdo de Reynolds, Profiles in History organizó una subasta en colaboración con Todd Fisher. La subasta consistía en la venta de una gran cantidad de artículos de las películas que Reynolds y Fisher coprotagonizaron. Estos artículos servirían para conservar su memoria, pero la cosa no acaba ahí. De los fondos generados por estas subastas, el dinero se destinó a las fundaciones benéficas de Reynolds que fueron elegidas por Billie Lourd. Esta subasta y las obras de caridad que aún se llevan a cabo hoy en día son los deseos de Reynolds cuando estaba viva. A través de la planificación de la herencia, sus deseos y legados, así como los de su hija, han llegado hasta nuestros días.
Todd, hablando de la subasta, nos habló de lo magníficas que eran su madre y su hermana, tanto en la pantalla como en la cantidad de objetos de colección que había en sus posesiones antes de su muerte. De acuerdo con los deseos de Reynolds, las colecciones se subastarían para que sus queridos fans pudieran obtener algo tangible de ellas para recordarlas. Entre estas colecciones puestas a subasta estaban la réplica de las zapatillas rojas de rubí de Reynolds de El Mago de Oz, y una estatua de la princesa Leia.
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