Piernas pesadas: cómo conseguir alivio

Nutrición para piernas pesadas

Pues sí, la buena salud del sistema venoso también empieza en la mesa. Su dieta ayudará a «nutrir» a todos los participantes en el retorno venoso: venas, tejido de soporte y capilares – todo al mismo tiempo.

Tenga en cuenta que las venas tienen una «arquitectura» diferente a la de las arterias. Paredes delgadas y rígidas, una capa interna formada por células endoteliales y tejido de soporte (fibras de colágeno y elastina) que «instruyen» a las células musculares de la capa media para que se contraigan, una capa externa con células que producen colágeno y elastina, vitales para la flexibilidad y elasticidad de las venas y, por tanto, su capacidad para crear presión.

Las válvulas son pliegues de la capa interna reforzados por las fibras de colágeno y elastina.

Para nutrir las venas y los capilares: antioxidantes

¡Así que coma colores y añada al menú frutas, verduras, especias suaves y hierbas aromáticas! Mezcle y varíe los colores: cuanto más amplia sea la gama de colores en la comida, más amplia será la gama de antioxidantes, un factor importante ya que actúan en sinergia y favorecen la neutralización de todo tipo de radicales libres.

Para nutrir los tejidos de sostén: vitamina C y taninos

La flexibilidad y la elasticidad de los vasos sanguíneos están ligadas a la presencia de compuestos específicos, el colágeno y la elastina. La vitamina C desempeña un papel esencial en la formación de estos elementos, mientras que los taninos, presentes en grandes cantidades en las semillas de uva (en el cacao, el té, la soja, el arándano, la frambuesa…), los oligoproantocianuros o los OPC, estabilizan el colágeno.
Al preparar las comidas para las «piernas pesadas», utilice poca sal, ya que favorece la retención de agua, y raciones generosas de fibra y agua para garantizar un buen tránsito.
Y no olvide beber mucha agua, sobre todo en el calor del verano. La falta de agua espesa la sangre, ralentizando el flujo sanguíneo, perjudicial para la circulación venosa. Los ácidos grasos poliinsaturados Omega 3 también afectan a la fluidez de la sangre. Así pues, consuma pequeños pescados grasos, aceites de primera presión en frío como el de colza, el de nuez, el de cáñamo y el de linaza; espolvoree sus ensaladas de verano con semillas/linaza, cáñamo, nueces…

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