Paul Grice

Más información: Principio cooperativo e Implicatura

La contribución más influyente de Grice a la filosofía y a la lingüística es su teoría de la implicatura, que se inició en su artículo de 1961, ‘La teoría causal de la percepción’, y se desarrolló más plenamente en su «Lógica y conversación» de 1967, en las ‘Conferencias William James’ de Harvard.

Distinción decir/implicarEditar

Según Grice, lo que un hablante quiere decir con un enunciado puede dividirse en lo que el hablante «dice» y lo que el hablante «implica».

Grice aclara que la noción de decir que tiene en mente, aunque relacionada con un sentido coloquial de la palabra, es algo técnico, refiriéndose a ella como «una noción favorecida de ‘decir’ que debe ser dilucidada». No obstante, Grice nunca llegó a una elucidación o definición completa de su noción favorecida de decir, y la interpretación de esta noción se ha convertido en una cuestión polémica en la filosofía del lenguaje.

Un punto de controversia en torno a la noción favorecida de decir de Grice es la conexión entre ésta y su concepto de significado del hablante. Grice deja claro que considera que el decir es un tipo de significado, en el sentido de que hacer lo primero implica hacer lo segundo: «Quiero decir que (1) «U (enunciador) dijo que p» implica (2) «U hizo algo x por lo que U quiso decir que p» (87). Esta condición es controvertida, pero Grice sostiene que los contraejemplos aparentes -casos en los que un hablante aparentemente dice algo sin quererlo- son en realidad ejemplos de lo que él llama «hacer como si se dijera», lo que puede considerarse como una especie de «simulacro de dicho» o «juego de dicho».

Otro punto de controversia en torno a la noción de dicho de Grice es la relación entre lo que un hablante dice con una expresión y el significado intemporal de la misma. Aunque intenta detallar la conexión en varias ocasiones, la afirmación más precisa que hace suya es la siguiente:

En el sentido en que estoy usando la palabra decir, pretendo que lo que alguien ha dicho esté estrechamente relacionado con el significado convencional de las palabras (la frase) que ha pronunciado.

Desgraciadamente, Grice nunca explicó lo que quería decir con la frase «estrechamente relacionado» en este pasaje, y los filósofos del lenguaje siguen debatiendo sobre su mejor interpretación.

En ‘The Causal Theory of Perception’, Grice contrasta el decir (que allí también llama «stating») con el «implicar», pero en Logic and Conversation introduce el término técnico «implicature» y sus cognados «to implicate» e «implicatum» (es decir, lo que está implicado). Grice justifica este neologismo diciendo que «‘Implicatura’ es una palabra general para evitar tener que elegir entre palabras como ‘implicar’, ‘sugerir’, ‘indicar’ y ‘significar'».

Grice resume estas nociones sugiriendo que implicar es realizar un acto de habla «no central», mientras que decir es realizar un acto de habla «central». Como otros han expresado más comúnmente la misma distinción, decir es un tipo de acto de habla «directo» mientras que implicar es un acto de habla «indirecto». Esta última forma de establecer la distinción es una parte importante de la influyente teoría de los actos de habla de John Searle.

Implicatura convencional vs. conversacionalEditar

Aunque Grice es más conocido por su teoría de la implicatura conversacional, también introdujo la noción de implicatura convencional. La diferencia entre ambas radica en el hecho de que lo que un hablante implica convencionalmente al pronunciar una oración está ligado de alguna manera al significado intemporal de parte de la oración, mientras que lo que un hablante implica conversacionalmente no está directamente conectado con el significado intemporal. El ejemplo más conocido de Grice sobre la implicación convencional se refiere a la palabra «pero», que, según él, difiere del significado de la palabra «y» sólo en que normalmente implicamos convencionalmente algo más allá de lo que decimos con la primera, pero no con la segunda. Al pronunciar la frase «Era pobre pero era honesta», por ejemplo, decimos simplemente que era pobre y que era honesta, pero implicamos que la pobreza contrasta con la honestidad (o que su pobreza contrasta con su honestidad).

Grice deja claro que lo que un hablante implica convencionalmente al pronunciar una frase es parte de lo que el hablante quiere decir al pronunciarla, y que también está estrechamente relacionado con lo que la frase significa. No obstante, lo que un hablante implica convencionalmente no es una parte de lo que el hablante dice.

El hecho de que U haga x puede ser que pronuncie la frase «Era pobre pero era honesta». Lo que U quiso decir, y lo que la frase significa, contendrán ambos algo aportado por la palabra «pero», y no quiero que esta contribución aparezca en un relato de lo que (en mi sentido favorecido) U dijo (sino como una implicatura convencional).

Grice no elaboró mucho la noción de implicatura convencional, pero muchos otros autores han tratado de dar teorías más extensas sobre ella, incluyendo a Lauri Karttunen y Stanley Peters, Kent Bach, Stephen Neale y Christopher Potts.

Implicatura conversacionalEditar

Implicar conversacionalmente algo al hablar, según Grice, es significar algo que va más allá de lo que uno dice de tal manera que debe inferirse de rasgos no lingüísticos de una situación conversacional junto con principios generales de comunicación y cooperación.

Los principios generales que Grice propuso son lo que llamó el principio cooperativo y las máximas de la conversación. Según Grice, el principio cooperativo es una norma que rige todas las interacciones cooperativas entre los seres humanos.

Principio cooperativo: «Haz tu contribución tal como se requiere, en la etapa en la que se produce, por el propósito aceptado o la dirección del intercambio de conversación en el que estás involucrado.» (Grice 1989: 26).

Las máximas conversacionales pueden considerarse precisiones del principio cooperativo que tratan específicamente de la comunicación.

Máxima de Cantidad: Información

  • Haga su contribución tan informativa como se requiera para los propósitos actuales del intercambio.
  • No haga su contribución más informativa de lo que se requiere.

Máximo de Calidad: Verdad

  • No digas lo que crees que es falso.
  • No digas aquello para lo que careces de pruebas adecuadas.

Máximo de Relación: Relevancia

  • Sé relevante.

Máximo de Manera: Claridad («ser perspicuo»)

  • Evitar la oscuridad de expresión.
  • Evitar la ambigüedad.
  • Ser breve (evitar la prolijidad innecesaria).
  • Ser ordenado.

Grice sigue su resumen de las máximas sugiriendo que «uno podría necesitar otras», y continúa diciendo que «Hay, por supuesto, todo tipo de otras máximas (de carácter estético, social o moral), como «Ser cortés», que también son normalmente observadas por los participantes en los intercambios, y éstas también pueden generar implicaturas no convencionales.»

Las implicaturas conversacionales son posibles, según Grice, por el hecho de que los participantes en una conversación siempre suponen que los demás se comportan de acuerdo con las máximas. Así, cuando un orador parece haber violado una máxima diciendo o haciendo como si dijera algo que es falso, poco informativo o demasiado informativo, irrelevante o poco claro, la suposición de que el orador está obedeciendo de hecho las máximas hace que el intérprete infiera una hipótesis sobre lo que el orador realmente quiso decir. El hecho de que un intérprete haga esto de forma fiable permite a los hablantes «saltarse» intencionadamente las máximas -es decir, crear la apariencia de quebrantar las máximas de una forma que es obvia tanto para el hablante como para el intérprete- para transmitir sus implicaturas.

Tal vez el ejemplo más conocido de Grice de implicatura conversacional sea el caso de la carta de referencia, una «implicatura de cantidad» (es decir, porque implica burlar la primera máxima de la Cantidad):

A está escribiendo un testimonio sobre un alumno que es candidato a un trabajo de filosofía, y su carta dice lo siguiente: «Estimado señor, el dominio del inglés del señor X es excelente, y su asistencia a las tutorías ha sido regular. Suyo, etc.» (Glosa: A no puede estar optando por no participar, ya que si quisiera no cooperar, ¿por qué escribir? No puede ser incapaz, por ignorancia, de decir más, ya que el hombre es su alumno; además, sabe que se necesita más información que ésta. Por lo tanto, debe querer transmitir una información que se resiste a escribir. Esta suposición sólo es sostenible si piensa que el Sr. X no es bueno en filosofía. Esto, entonces, es lo que está implicando).

Dado que un hablante quiere decir una proposición p dada por un enunciado dado, Grice sugiere varias características que debe poseer p para contar como una implicatura conversacional.

No separabilidad: «La implicatura es no separable en la medida en que no es posible encontrar otra forma de decir lo mismo (o aproximadamente lo mismo) que simplemente carezca de la implicatura.»

Cancelabilidad: «…una implicatura conversacional putativa es explícitamente cancelable si, a la forma de palabras cuyo enunciado implica putativamente que p, es admisible añadir pero no p, o no quiero implicar que p, y es contextualmente cancelable si uno puede encontrar situaciones en las que el enunciado de la forma de palabras simplemente no llevaría la implicatura.»

No convencionalidad: «…las implicaturas conversacionales no forman parte del significado de las expresiones a cuyo empleo se vinculan.»

Calculabilidad: «La presencia de una implicatura conversacional debe ser susceptible de ser elaborada; ya que, aunque de hecho pueda ser captada intuitivamente, a menos que la intuición sea reemplazable por un argumento, la implicatura (si está presente) no contará como una implicatura conversacional; será una implicatura convencional.»

Implicatura conversacional generalizada vs. particularizadaEditar

Grice también distingue entre implicatura conversacional generalizada y particularizada. Grice dice que las implicaturas conversacionales particularizadas (como en el caso de la carta de referencia citada anteriormente) surgen en «casos en los que una implicatura se lleva al decir que p en una ocasión particular en virtud de características especiales sobre el contexto, casos en los que no hay lugar para la idea de que una implicatura de este tipo se lleva normalmente al decir que p». La implicatura generalizada, por el contrario, surge en los casos en los que «se puede decir que el uso de una determinada forma de palabras en un enunciado llevaría normalmente (en ausencia de circunstancias especiales) tal o cual implicatura o tipo de implicatura». Grice no ofrece una teoría completa de las implicaturas conversacionales generalizadas que las distinga de las implicaturas conversacionales particularizadas, por un lado, y de las implicaturas convencionales, por otro, pero filósofos y lingüistas posteriores han intentado ampliar la idea de las implicaturas conversacionales generalizadas.

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