Mujer, 21, alérgica al AGUA se queda en el dolor ardiente de una sola gota

Una mujer con una alergia extremadamente rara al agua ha revelado la lucha trágica de su día a día.

Niah Selway tiene reacciones tan graves que una sola gota de agua puede provocarle un intenso ardor en todo el cuerpo que le dura horas.

La joven de 21 años tiene Prurito Acuagénico, una alergia que sólo afecta a muy pocas personas en todo el mundo y que no tiene una causa conocida.

La rara afección significa que, aunque los órganos de Niah no se ven afectados y puede seguir bebiendo agua, los líquidos no pueden entrar en contacto con su piel.

Y todo, desde sus propias lágrimas hasta el sudor y la orina, puede desencadenar reacciones alérgicas.

Niah, de Hastings, East Sussex, tiene síntomas tan intensos que a menudo se queda dormida de agotamiento tras una reacción, y se ha quedado confinada en casa.

A pesar de llevar casi cuatro años con especialistas, los profesionales médicos aún no han averiguado la causa.

Niah, que es conocida en YouTube como la «Chica alérgica al agua», dijo: «Sufro de forma realmente severa, y ningún medicamento o tratamiento ha tenido un efecto sustancial.

«No importa dónde me toque el agua, si una gota toca mi brazo el dolor se extiende a la espalda y al torso, a veces a todo el cuerpo.

«Cuando me baño me arde todo el cuerpo durante horas.

«Con el tiempo he elaborado una rutina, de cualquier manera es doloroso pero he encontrado formas de hacerlo un poco menos traumático.

«Por ejemplo, ya no me lavo el pelo en el baño, lo hago por separado para sentir menos dolor.

«Hay muchas cosas en las que la gente no piensa, como el sudor, la orina y las lágrimas.

«A veces tengo una reacción en el cuerpo, me pongo a llorar por ello y también tengo una en la cara.

«Es básicamente una discapacidad por las cosas que ya no puedo hacer.

«Por la mañana llego al baño y tendré una reacción alérgica a lo primero que haga.

«Tampoco puedo hacer mucho ejercicio, aparte del yoga y los paseos, porque no puedo sudar, y en los días calurosos tengo que estar pegada al ventilador.

«Mi día gira en torno a mi dolor»

Niah experimentó sus primeras reacciones a la edad de cinco años, que empeoraron durante la pubertad y finalmente alcanzaron su punto álgido en los últimos dos años.

Dijo: «Al principio ocurría cada diez duchas.

«Los médicos no mostraban ninguna preocupación por ello, así que pensé que tal vez no soy buena para afrontar el dolor.

«Luego, en la adolescencia, se convirtió en cada una de las duchas o baños, y llegó a un punto en el que no era capaz de ignorarlo.»

Los síntomas extremos de Niah la han dejado incapaz de llevar a cabo actividades cotidianas básicas y han «desconcertado» a los médicos.

Añadió: «La mayoría de las personas con prurito acuagénico parecen encontrar algún tipo de cura o tratamiento, mientras que a mí no me ha funcionado nada.

«Es difícil ver que otra persona encuentra alivio mientras que a ti no te funciona»

Hacia principios de 2018, Niah se dio cuenta de que su enfermedad no le permitiría llevar una vida normal.

Atribuye su fuerza a sus padres Bob y Antonia y a su novio Mark.

Así como al apoyo online de su canal de YouTube, que cuenta con más de 100.000 suscriptores – lo que la ayudó a encontrar la alegría en medio de sus luchas diarias.

Niah dijo: «He dejado de centrarme en lo que va a pasar, y trato de hacer que el ahora sea lo más positivo posible.

«Mi familia ha sido increíble, incluso en las pequeñas cosas, como fregar los platos.

«Simplemente me quitan todas las responsabilidades relacionadas con el agua, y han adaptado sus vidas en torno a la mía.

«Siempre me preocupaba, cuando mi estado empeoraba, que mis amigos me dejaran porque no podía hacer cosas con ellos, como salir de fiesta.

«Pero son increíbles, son realmente comprensivos y hacen cualquier esfuerzo por intentar verme.

Niah, que trabaja en una compañía de seguros, se ha visto obligada a ausentarse de su trabajo debido a su estado.

Niah dijo: «Hay días en los que mi piel es horrible de un tiempo a esta parte, y sólo me dedico a cuidar de mi enfermedad.

«La idea de que llueva también me aterra, así que nunca salgo a la calle si existe la posibilidad de que vaya a llover.

«Estoy en mi pequeña burbuja tratando de lidiar con el dolor, y hago lo que puedo siempre que deja de hacerlo.»