Mitos comunes sobre el parto
Mito: Hay trucos naturales que provocan el parto
Verdad: Aunque hay muchas sugerencias sobre formas de provocar el parto de forma natural, no hay métodos probados que garanticen su funcionamiento. Algunos de estos métodos son:
- la estimulación del pezón
- beber aceite de ricino – aunque esto también puede provocar náuseas, diarrea y vómitos, lo que puede provocar deshidratación
- caminar
- hipnosis y acupuntura (aunque ambas pueden ayudar a la relajación y al control del dolor durante el parto)
- mantener relaciones sexuales
- comer comida picante
Siempre debes consultar a tu médico o matrona antes de probar cualquiera de estos métodos.
Mito: Los bebés dejan de moverse justo antes de que te pongas de parto
Verdad: Los movimientos de los bebés no aumentan ni disminuyen justo antes del parto. Si en algún momento sientes que tu bebé no es tan activo como de costumbre, ponte en contacto con tu médico o matrona para que compruebe que todo está bien.
Mito: Una vez que se tiene una cesárea, no se puede dar a luz por vía vaginal
Verdad: Muchas mujeres tendrán la opción de tener un parto vaginal después de una cesárea anterior es una opción para muchas mujeres. Puede depender de las razones de su cesárea, y su salud durante este embarazo.
Mito: La epidural aumenta las posibilidades de una cesárea
Verdad: Existen riesgos y efectos secundarios asociados a la epidural para el dolor del parto. La epidural puede aumentar las probabilidades de necesitar un parto con ventosa o con fórceps, pero no parece que la epidural aumente las probabilidades de una cesárea.
Mito: Las madres se vinculan instantáneamente con su bebé
Verdad: El contacto piel con piel entre la madre y el bebé poco después del parto puede ayudar al proceso de vinculación, pero no todas las mujeres se sienten vinculadas a su bebé inmediatamente. Puede llevar tiempo y no hay que precipitarse ni sentir que se está haciendo algo mal.
Mito: El parto es como lo que se ve en la televisión
Verdad: El parto en la televisión y en las películas suele ser muy dramático, sugiriendo que el nacimiento es arriesgado y muy doloroso. Es importante que tus cuidadores te den información precisa sobre el parto y el nacimiento. También puedes llamar a Embarazo, Nacimiento y Bebé al 1800 882 436 para hablar con una enfermera de salud materno-infantil sobre lo que puedes esperar.
Mito: Debes dar a luz de espaldas
Verdad: Debes elegir la posición más cómoda para dar a luz. No es necesario que estés de espaldas; de hecho, puede ser útil estar erguida al dar a luz. Descubre lo que ocurre durante la segunda fase del parto.
Mito: Sabrás cuándo estás de parto
Verdad: Si aún no has tenido un bebé, puede ser difícil saber cuándo ha empezado el parto. Para la mayoría de las mujeres sanas, no es necesario ir directamente al hospital cuando se inicia el parto. Pide a tu matrona o a tu médico un número al que llamar para que te asesoren si crees que puedes estar de parto.
Mito: Para dar a luz hay que ir a la sala de partos de un hospital
Verdad: Los centros de partos, que suelen estar adscritos a un hospital, y los partos planificados en casa con asistencia de comadronas registradas son buenas opciones para madres y bebés sanos y a término. Las salas de partos de los hospitales son la mejor opción para las mujeres y los bebés con determinadas afecciones médicas, o para aquellos que corren un mayor riesgo de sufrir problemas durante el parto.
Sea cual sea su elección, asegúrese de confiar en el profesional que la atienda y tenga en cuenta que el parto puede producirse en un lugar distinto al previsto. Algunas mujeres planean dar a luz en el hospital pero dan a luz en casa. Algunas mujeres planean dar a luz en casa o en un centro de maternidad y tienen que ir a una sala de partos.
Mito: Las buenas caderas o los bebés pequeños facilitan el parto
Verdad: Es posible que hayas oído la expresión «buenas caderas para parir». En realidad, el tamaño de tus caderas no te dirá mucho sobre lo fácil o difícil que será tu parto.
La pelvis de una mujer no es un hueso sólido. Está formada por ligamentos y varios huesos que están diseñados para moverse y aflojarse durante el parto. Los huesos del cráneo de tu bebé tampoco están fusionados todavía, lo que permite que encajen y se muevan a través del canal de parto. Sin embargo, existe una condición conocida como desproporción cefalopélvica, en la que la cabeza del bebé no cabe en la pelvis interna de la madre. Tu proveedor de atención prenatal te examinará para detectar esta condición.
Verdad: Tampoco es cierto que el tamaño de tu bebé haga que el parto sea más o menos doloroso, pero la posición en la que estés puede marcar una gran diferencia. Algunas mujeres encuentran que estar en cuclillas o a cuatro patas puede ser más cómodo que estar acostada. La posición del bebé a medida que avanza por el canal de parto también puede influir en el desarrollo del trabajo de parto.
Si te preocupa el parto, habla con tu matrona o médico o llama a Embarazo, Nacimiento y Bebé al 1800 882 436.
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