Misil guiado antitanque
Misil guiado antitanque, misil de medio o largo alcance cuyo objetivo principal es destruir tanques y otros vehículos blindados.
Se emplean diversos cohetes y misiles contra los vehículos blindados, pero los más sofisticados son los misiles guiados antitanque (ATGM), que pueden dirigirse a un objetivo mediante diversos sistemas de guía, como la guía por láser, la cámara de televisión o la guía por cable. Los ATGM pueden ser lanzados desde aviones o vehículos terrestres o por la infantería. Los sistemas más compactos son lo suficientemente pequeños como para ser transportados y manejados por un solo soldado, y los modelos avanzados, como el Javelin de Estados Unidos, son misiles de «disparo y olvido», lo que significa que una vez que el ATGM ha sido lanzado, se dirige por sí mismo hacia el objetivo utilizando imágenes digitales. Un ATGM también puede utilizarse contra posiciones fortificadas o aviones de baja velocidad.
Los primeros ATGM se desarrollaron a finales de la década de 1950 y principios de la de 1960. Empleaban sistemas de guiado manual que requerían que el operador dirigiera el misil hacia el objetivo mediante un cable con una palanca de mando o un dispositivo de control similar. Algunos ejemplos son el misil Vigilant británico y el Sagger soviético, uno de los más producidos de todos los ATGM. Una de las desventajas de este tipo de armas era el amplio entrenamiento que se requería para manejarlas; otra era que la tripulación del arma se veía obligada a permanecer en la posición de disparo -posiblemente expuesta al peligro- hasta que el misil hubiera alcanzado su objetivo. A mediados de la década de 1960, los sistemas de guiado semiautomático, que sólo requerían que el operador mantuviera la mira del arma apuntando al objetivo mientras el misil estaba en vuelo, redujeron la dificultad de utilizar las ATGM. El guiado era por cable, radio o láser. Muchas armas de este tipo, como el misil TOW estadounidense, el Hongjian-8 chino y el Kornet ruso, siguieron en servicio en el siglo XXI.
La tecnología «dispara y olvida» de los ATGM avanzados, como el Javelin estadounidense y el Spike israelí, permite a un soldado seleccionar el objetivo a través de un visor óptico o de infrarrojos acoplado al tubo de lanzamiento del misil. Una vez disparado, el misil vuela hacia el objetivo sin necesidad de que el operador realice ninguna otra acción. En el caso del Javelin, esto se consigue mediante una cámara situada en el morro del misil que toma nuevas imágenes del objetivo y las compara con las almacenadas en su memoria. Los misiles aire-superficie avanzados destinados a ser utilizados contra tanques también incorporan sistemas de guiado de disparo y olvido. La mayoría de los nuevos ATGM vuelan en arcos elevados y son capaces de atacar sus objetivos desde arriba, evitando la detección y perforando el armamento en el punto más débil.
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