Menotropina

La orina de las mujeres posmenopáusicas refleja el estado hipergonadotrópico de la menopausia -los niveles de la hormona estimulante del folículo (FSH) y de la hormona luteinizante (LH) son elevados- y contiene una mezcla de estas gonadotropinas. También puede haber otras sustancias proteicas, como pequeñas cantidades de gonadotropina coriónica humana (hCG). En 1949, Piero Donini encontró un método relativamente sencillo para extraer gonadotropinas de la orina de mujeres posmenopáusicas. Las menotropinas fueron introducidas con éxito en la clínica por Bruno Lunenfeld en 1961. Mientras que los primeros medicamentos con menotropinas contenían FSH y LH en una proporción de 1:1, el reconocimiento de que es la FSH la que es crítica para la estimulación de los folículos ha llevado al desarrollo de nuevas preparaciones que contienen una proporción FSH/LH mucho mayor, siendo Fertinex un ejemplo.

Las preparaciones con menotropinas están diseñadas para su uso en mujeres seleccionadas en las que estimulan a los ovarios para que maduren los folículos, haciéndolas así más fértiles. Se administran mediante una inyección típicamente diaria, por vía intramuscular o subcutánea, durante unos diez días bajo estrecha supervisión para ajustar la dosis y la duración de la terapia. También pueden utilizarse en hombres hipogonadales para estimular la producción de esperma.

Las preparaciones de menotropina humana derivada de la orina están expuestas al riesgo teórico de infección por parte de los donantes de orina menopáusicos. No obstante, el hecho de que no se haya podido demostrar de forma irrefutable la infectividad tras la inoculación intracerebral con orina de huéspedes infectados por la encefalopatía espongiforme transmisible (EET) sugiere que el riesgo asociado a los productos derivados de la orina es meramente teórico.

Las gonadotropinas recombinantes han sustituido en gran medida a las hMG en los tratamientos de fertilidad. El proceso recombinante permite la producción de FSH o LH puras no «contaminadas» por otras proteínas que pueden estar presentes tras la extracción de la orina. Mientras que algunos estudios directos no parecen sugerir que la «FSH pura» dé mejores resultados que la hMG, otros afirman que la FSH recombinante es más eficaz y reduce los costes. Un análisis de la Colaboración Cochrane no reveló diferencias importantes en los resultados clínicos al comparar la FSH urinaria frente a la recombinante.

El Comité de Práctica de la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva informó: «En comparación con los anteriores extractos animales crudos, los modernos productos de gonadotropina urinaria y recombinante altamente purificados tienen una calidad, una actividad específica y un rendimiento claramente superiores. No hay diferencias confirmadas en cuanto a seguridad, pureza o eficacia clínica entre los distintos productos de gonadotropina urinaria o recombinante disponibles»

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