Los 5 mejores inventos y descubrimientos accidentales

¿Qué tienen en común el microondas, la penicilina y uno de los aperitivos favoritos de Estados Unidos? «No mucho», puede que piense, pero de hecho, cada uno de ellos comenzó por accidente. Desde los post-it hasta el superglue, he aquí los cinco principales inventos y descubrimientos accidentales.

Notas Post-it

La invención de las notas Post-it, el material de oficina favorito de los habitantes de los cubículos de todo el mundo, fue una casualidad. En 1970, el trabajo de Spencer Silver consistía en descubrir un adhesivo más fuerte para su empresa, 3M.

Logró crear un nuevo adhesivo, pero no era más fuerte, sino más débil. Así, aunque el adhesivo cumplía su función de pegar cosas como el papel, no era tan pegajoso como para romper el papel si se tiraba de él.

Sin saber qué hacer con este descubrimiento, lo dejó de lado hasta que un día, un amigo suyo utilizó el adhesivo para recubrir varios marcapáginas para que no se cayeran de entre las páginas. Diez años más tarde, el adhesivo hizo su debut como nota Post-it, y el resto es historia.

Horno microondas

Hoy en día los hornos microondas son un electrodoméstico habitual para cocinar o recalentar alimentos, pero no siempre fue así. Cuando se inventaron las microondas, nadie pensaba que pudieran utilizarse para cocinar alimentos.

En 1945, Percy Lebaron Spencer, un ingeniero de Raytheon, trabajaba con magnetrones. Estos dispositivos emitían microondas, señales de radio utilizadas en los primeros sistemas de radar. Un día Spencer se dio cuenta de que una barra de caramelo que llevaba en el bolsillo se había derretido. No pasó mucho tiempo antes de que se diera cuenta de que las microondas emitidas por el magnetrón realmente cocinaban su barra de caramelo.

Ese año Raytheon presentó una patente para el proceso de cocción por microondas, y el horno de microondas para uso doméstico fue presentado al público estadounidense en 1967.

Pegamento loco y Super Glue

El Super Glue es un pegamento sintético hecho de cianoacrilato, una sustancia descubierta en 1942 por el Dr. Harry Coover, un científico de los Laboratorios de Investigación Kodak. Coover, que se dedicaba a desarrollar lentes de plástico para visores de armas, pensó que la sustancia era demasiado pegajosa para ser útil en su trabajo y la rechazó. No fue hasta 1958 cuando se «redescubrió», se patentó y se comercializó como «Eastman 910». Hoy se vende bajo los nombres comerciales de «Krazy Glue» y «Super Glue».

Patatas fritas

Las patatas fritas, una variante de las patatas fritas, fueron creadas por George Crum, quien, en 1853, trabajaba como chef en un centro turístico de Saratoga Springs, Nueva York. Mientras le servían sus patatas fritas, un cliente se quejó de que las rodajas eran demasiado gruesas. Para fastidiarlo, Crum creó unas rodajas de patata muy finas y crujientes que eran imposibles de comer con un tenedor, como era la etiqueta de la época. El plan le salió mal cuando el cliente quedó encantado con las crujientes patatas fritas, y así nació la Saratoga Chip. Esas Saratoga Chips se han convertido en las omnipresentes patatas fritas de hoy.

Penicilina

El descubrimiento accidental más famoso e importante es la moderna medicina milagrosa, la penicilina. En 1928, Alexander Fleming, un científico escocés que trabajaba en el laboratorio de un hospital londinense, estaba estudiando el estafilococo, la bacteria que causa las infecciones por estafilococo.

Antes de salir de vacaciones, añadió un poco de la bacteria a varias placas de Petri, esperando que creciera durante su ausencia. En cambio, ocurrió otra cosa. A su regreso, observó que en algunas de las placas de Petri crecía un moho, pero la bacteria estafilocócica apenas crecía. Tras un análisis más profundo, descubrió que el moho segregaba un subproducto que inhibía el crecimiento de la bacteria estafilococo. Lo llamó Penicilina, y se descubrió el primer antibiótico del mundo, totalmente por accidente.

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