Lo que hay que saber sobre la fiebre en los adultos

13 de abril de 2018

(HealthDay)-Cuando se trata de fiebre, lo que es cierto para los niños no lo es necesariamente para los adultos.

Incluso una ligera temperatura en un niño justifica una llamada al médico. Sin embargo, ese no es el caso de la mayoría de las fiebres en la mayoría de los adultos.

Lo que se considera una temperatura normal varía de un adulto a otro. En general, sin embargo, 98,6 grados Fahrenheit es la temperatura «normal» estándar, y todo lo que supere los 100 grados F se considera elevado, es decir, fiebre.

Según el Manual Merck, aunque a mucha gente le preocupa que la fiebre pueda causar daños, un típico pico temporal de temperatura de 100,4 grados a 104 grados causado por la mayoría de las enfermedades de corta duración es bien tolerado por los adultos sanos.

Pero, en las personas con trastornos cardíacos o pulmonares, una fiebre moderada podría provocar un aumento del ritmo cardíaco y respiratorio. Estas fiebres también podrían afectar al estado mental de las personas con demencia.

Para la mayoría de los adultos, una fiebre moderada es una señal de advertencia de enfermedad o infección. La fiebre en sí no es la enfermedad. Más bien, ayuda al cuerpo a combatir la infección.

Una fiebre común y corriente puede ser incómoda, pero generalmente desaparecerá en unos días. Mientras tanto:

  • Bebe más líquidos.
  • Come pequeñas porciones de alimentos fáciles de digerir.
  • Descansa mucho.
  • Toma un analgésico de venta libre para aliviar los dolores corporales.

Pero, si la fiebre persiste más de unos días -o aumenta- llame a su médico.

Las fiebres más altas -más de 105,8 grados F- podrían dañar varios órganos de su cuerpo. Una fiebre tan alta puede ser el resultado de una infección grave, un golpe de calor o el consumo de ciertas drogas. Estas drogas incluyen la cocaína, las anfetaminas, los anestésicos y los antipsicóticos.

Alerte también a su médico si la fiebre viene acompañada de escalofríos, sudoración, sarpullido, pérdida de apetito o debilidad. Otros síntomas potencialmente graves que pueden acompañar a la fiebre son la tos, el dolor de barriga, los vómitos, la diarrea, el dolor al orinar o el mal olor de la orina o el flujo vaginal. Hable también con su médico acerca de estos síntomas.

Además, una fiebre que aparezca poco después de haberse sometido a una intervención quirúrgica, haber empezado a tomar una nueva medicación o haber viajado al extranjero también justifica una llamada a su médico.

Más información: La Escuela de Medicina de Harvard tiene más información sobre la fiebre en los adultos.

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