Kelly Brook «tomó vinagre de sidra de manzana para detener el coronavirus en medio de la ansiedad paralizante»

Kelly Brook estaba tan convencida de que iba a contraer el coronavirus, que le provocó una ansiedad paralizante y la llevó a tomar botellas de vinagre de sidra de manzana.

La presentadora de radio y televisión, de 40 años, ha hablado sobre un período de bloqueo de pesadilla en el que la confesa «germofóbica» dijo que se quedó despierta toda la noche preocupada por si caía enferma.

Entonces recurrió a beber vinagre ya que creía que eso alejaría los efectos del coronavirus y la mantendría bien, ya que sufría de falta de aliento en medio de ataques de pánico.

Kelly también admitió que cuando iba a presentar su programa en Heart en Global Radio, limpiaba la cocina por completo para estar segura de que estaba libre de Covid.

Hablando en el podcast de Vicky Pattison, The Secret To Surviving Isolation, Kelly dijo: «Ha sido aterrador. Nunca he sufrido realmente con la ansiedad, pero mi ansiedad durante el bloqueo se fue por las nubes.

«Me estaba levantando en medio de la noche, teniendo que ir y sentarse en la cocina y respirar porque simplemente no sabíamos lo que iba a pasar, si lo teníamos, si no lo teníamos. Era horrible».

Kelly compartió cómo se enfrentaba a sus temores de ansiedad, diciendo: «Nunca lo había tenido realmente, sólo cuando me meto en un ascensor, pero eso sólo dura un piso y luego estoy fuera y entonces estoy bien.

«Tienes ese sofoco repentino de ‘no puedo salir'»

Kelly continuó: «Soy claustrofóbica así que era esa sensación de estar atrapada. Aparecía por la noche y era realmente consciente de mi respiración.

«Como el coronavirus tiene que ver con no poder respirar, pensaba que tenía coronavirus porque no podía respirar, así que había este elemento de no saber qué era coronavirus y qué era ansiedad y simplemente intentar averiguarlo.

«Iba y me sentaba en la cocina, bebía un poco de vinagre de sidra de manzana, lo que parece una locura, pero creo que eso mata todos los gérmenes.

«Y luego tomaba un poco de agua y me sentaba en el suelo, ponía a hervir la tetera y tomaba un té de hierbas y simplemente respiraba e intentaba meditar y concentrarme en cosas bonitas.

«Y luego, después de unos 15 minutos, me calmaba y volvía a la cama, pero no puedo imaginar lo agobiante que debe ser para la gente que lo tiene todo el tiempo»

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