Intolerancia a los alimentos: Lo que debe saber

Algunos de los síntomas más comunes de la intolerancia a los alimentos (se aplican de forma subjetiva) son la sensación de picor en la garganta, el dolor abdominal, la hinchazón, la diarrea, las náuseas, los vómitos o los calambres de estómago. Otros síntomas también pueden ser la hinchazón, el dolor de cabeza, la migraña, la fatiga, el cambio de humor, el aumento de peso, la ansiedad y las erupciones cutáneas. Los síntomas anteriores también pueden ser un indicio de otras enfermedades. Los síntomas pueden variar para cada persona.

Por lo tanto, no se puede asumir simplemente que se han consumido alimentos perjudiciales para el organismo. Una vez que aparezcan los síntomas, es conveniente que busque atención médica inmediatamente. Diga a su médico que puede experimentar una intolerancia alimentaria y nombre los alimentos consumidos anteriormente.

Detección de la intolerancia alimentaria

Para detectar la presencia de una intolerancia alimentaria se puede realizar un examen físico para averiguar la presencia de sensibilidad abdominal, aumento de los ruidos abdominales y signos de deshidratación. Para apoyar el diagnóstico, se puede realizar un examen de laboratorio sobre las funciones del páncreas, los ácidos biliares y la tolerancia a la lactosa y la xilosa.

Para la detección precoz, la prueba del perfil de sensibilidad alimentaria IgG emplea una tecnología innovadora para detectar y medir los anticuerpos IgG en la sangre contra 222 tipos de alimentos. El perfil de sensibilidad alimentaria IgG es una prueba para identificar los posibles desencadenantes y ayudarle a mejorar su salud de forma integral minimizando las reacciones inmunológicas no deseadas.

Prevención de la intolerancia a los alimentos mediante la remodelación del estilo de vida

Para ayudar a reducir significativamente la intolerancia a los alimentos, se deben realizar varios cambios positivos en el estilo de vida, a saber, adoptar una dieta saludable, dormir lo suficiente, hacer ejercicio, controlar el estrés, así como evitar los desencadenantes como:

  1. Maíz (y sus derivados),
  2. Harinas y trigo con gluten,
  3. Condimentos (glutamato monosódico y otros), y
  4. Leche con alto contenido en lactosa.

Sin embargo, la causa de la intolerancia alimentaria es diferente para cada individuo. El hecho de que muchas personas sean intolerantes a determinados alimentos no significa necesariamente que usted también lo tenga. Por lo tanto, es importante prestar atención a su propio cuerpo.

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