Información completa y actualizada sobre el tratamiento y la prevención del VIH/SIDA de la Universidad de California en San Francisco

Aunque no se pudo hacer un diagnóstico a partir de la biopsia de tejido, los hallazgos cutáneos de este paciente son altamente consistentes con una erupción papular pruriginosa (EPP) con hipo e hiperpigmentación postinflamatoria y cicatrices de lesiones anteriores. Muchos pacientes de la clínica tenían síntomas similares y fueron tratados sintomáticamente con esteroides tópicos y loción de calamina. No se ha establecido la eficacia de este tratamiento.

La PPE se presenta típicamente como pápulas o pústulas dispersas de <1 cm de diámetro y localizadas principalmente en las extremidades y el tronco, a menudo con excoriación superficial. La PPE ha sido bien descrita en el África subsahariana y en otros lugares, con una prevalencia geográfica variable. La prevalencia de EPP notificada entre los pacientes seropositivos ha oscilado entre el 18% en pacientes hospitalizados en el Zaire (1), el 33-37% en Tailandia (2,3) y el 46% en Haití,(4) con pocos casos notificados en los Estados Unidos, excepto en zonas con alta prevalencia de mosquitos como el sur de Florida,(5) donde se ha notificado una prevalencia de EPP del 11%.(6)

Se ha informado de una relación inversa entre el recuento absoluto de células CD4 y la prevalencia y gravedad de los síntomas de la PPE. Los síntomas se han encontrado con mayor frecuencia en pacientes con la enfermedad del VIH avanzada.(7,8) Un estudio de 120 pacientes seropositivos en Tailandia encontró 0 casos de PPE en aquellos con recuentos de CD4 de >500 células/µL.(3) En cambio, el 34% de los pacientes con recuentos de CD4 entre 200 y 499 células/µl, y el 81% de los pacientes con recuentos de CD4 de <200 células/µl, mostraron evidencias de EPP.

La presentación clínica de la EPP está bien descrita, pero la etiología subyacente era algo esquiva hasta hace poco. En un estudio realizado en 2004 sobre 102 pacientes seropositivos en Uganda, la mayoría de las muestras de biopsia indicaron que la histología de las mordeduras de artrópodos era altamente consistente con el desarrollo de pápulas de PPE.(9) En concreto, la mayoría de las muestras revelaban «infiltrados perivasculares e intersticiales de moderadamente densos a densos, superficiales y profundos, de linfocitos y muchos eosinófilos bajo una epidermis que era ligeramente hiperplásica», mientras que otras mostraban un «punctum», o área focal de espongiosis epidérmica rodeada de infiltrados dérmicos. Los investigadores conjeturaron que la aparición de EPP podría representar una respuesta inmunitaria anormal y exagerada a las picaduras de mosquito en individuos con recuentos bajos de CD4.

En la clínica en la que este paciente buscó atención, el prurito persistente en pacientes seropositivos se trató de forma rutinaria con esteroides tópicos, aunque este enfoque ha demostrado ser relativamente ineficaz.(10) Un pequeño estudio de 8 pacientes mostró una resolución parcial de las lesiones con fototerapia ultravioleta B regular,(11) aunque este tratamiento sigue siendo controvertido. Además, el uso de pentoxifilina parece prometedor como tratamiento eficaz,(12) pero este enfoque no se ha estudiado en un ensayo controlado aleatorio.

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