Home Advantage and Sports Performance: Evidence, Causes and Psychological Implications
Home Advantage and Sports Performance: Evidence, Causes and Psychological Implications*
Competir en casa y rendimiento deportivo: evidencias, causas e implicaciones psicológicas
Alejandro Legaz-Arrese**
Universidad de Zaragoza, España
Diego Moliner-Urdiales***
Universidad Jaume I, Castellón, España
Diego Munguía-Izquierdo****
Universidad Pablo de Olavide, Sevilla, España
*The present manuscript is from a multicenter collaborative work among three research groups: «Movimiento Humano» from the Universidad de Zaragoza, «LIFE» from the Universidad Jaume I, and «Actividad Física, Salud y Deporte» from the Universidad Pablo de Olavide.
**Universidad de Zaragoza, España. ResearchID: H-8702-2013. Departamento de Fisiatría y Enfermería. E-mail: [email protected]
***Universidad Jaume I. Corresponding author: Diego Moliner-Urdiales. ResearchID: H-8689-2013. Faculty of Humanities and Social Sciences. Av Sos Baynat s/n. PC 12071. Castellón, Spain. E-mail: [email protected].
****Universidad Pablo de Olavide, Sevilla, España. ResearchID: H-6452-2013. Departamento de Deporte e Informática. E-mail: [email protected]
Recibido: junio 13 de 2011 | Revisado: junio 10 de 2012 | Aceptado: julio 17 de 2012
Para citar este artículo
Legaz-Arrese, A., Moliner-Urdiales, D., & Munguía-Izquierdo, D. (2013). Home advantage and sports performance: Evidence, causes and psychological implications. Universitas Psychologica, 12(3), 933-943. doi:10.11144/Javeriana.UPSY12-3.hasp
Abstract
Home advantage in competitive sports is well documented despite some contradictory results. Previous studies have identified 5 main causes of home advantage in competitive sports: crowd, familiarity, travels, rules and territoriality. Además, varios estudios han propuesto la influencia de estos factores sobre los estados psicológicos y de comportamiento de los atletas, entrenadores y árbitros. La presente revisión resume las evidencias científicas disponibles sobre la ventaja de jugar en casa en el deporte y trata de identificar las causas ambientales y psicológicas de este fenómeno.
Palabras clave autores: Home Advantage, Competición, Rendimiento, Psicología.
Palabras clave más: Deporte, Comportamiento, Resultado.
Resumen
Competir de local constituye una ventaja ampliamente documentada en el ámbito deportivo. Los estudios previos han identificado cinco causas principales que permiten explicar la ventaja que ello supone: la presencia de aficionados, la familiaridad con el entorno, la ausencia de viajes, la aplicación de las normas y el sentimiento de territorialidad. Además, algunos estudios indican que estos factores influyen sobre el estado psicológico y el comportamiento tanto de los deportistas como de los entrenadores y árbitros. Esta revisión pretende recoger las actuales evidencias científicas sobre la ventaja que supone competir en casa, tratando de identificar las causas ambientales y psicológicas que explican este fenómeno en el ámbito deportivo.
Palabras clave autores: Ventaja local, competición, rendimiento, psicología.
Palabras clave descriptores: Deporte, comportamiento, resultados.
doi:10.11144/Javeriana.UPSY12-3.hasp
Introduction
Over the years, researchers have endeavored to identify the factors that promote human performance during competitive sports. Human physical performance is multifactorial and determined by a range of environmental (e.g., training program, nutrition, and technological aids) and genetic factors (Brutsaert & Parra, 2006; Davids & Baker, 2007; Maughan, 2005; Smith, 2003; Williams & Folland, 2008).
La ventaja del hogar en los deportes de competición está bien documentada y ha sido objeto de muchas investigaciones en los últimos 30 años, aunque sus causas precisas no se conocen bien (Carron, Loughhead, & Bray, 2005; Courneya & Carron, 1992; Nevill & Holder, 1999; Pollard, 2006a). A pesar de los resultados no concluyentes, varios estudios han encontrado una asociación positiva entre los estados psicológicos y conductuales previos a los eventos competitivos y la ventaja de jugar en casa (Bray, Martin, & Widmeyer, 2000; Carre, Muir, Belanger, & Putnam, 2006; Carron et al, 2005; Duffy & Hinwood, 1997; Neave & Wolfson, 2003; Polman, Nicholls, Cohen, & Borkoles, 2007; Terry, Walrond, & Carron, 1998; Thuot, Kavouras, & Kenefick, 1998; Waters & Lovell, 2002).
La presente revisión resume las evidencias científicas disponibles sobre la ventaja de jugar en casa en el deporte e intenta identificar sus causas ambientales y psicológicas.
Evidencias de la ventaja de jugar en casa en los deportes de competición
La ventaja de jugar en casa en los deportes, es decir, la mayor probabilidad de éxito cuando se juega en casa que fuera de ella, ha recibido mucha atención dentro de la literatura deportiva (Carron et al., 2005; Courneya & Carron, 1992; Nevill & Holder, 1999; Pollard, 2006a).
La ventaja de jugar en casa y el sistema competitivo
Actualmente, es posible evaluar la existencia de la ventaja de jugar en casa en diferentes deportes con distintos tipos de sistemas competitivos:
- Competencia equilibrada; los partidos se juegan bajo un calendario equilibrado de local y visitante (por ejemplo, fútbol o la liga regular de béisbol).
- Competencia desequilibrada; los partidos se juegan con un calendario desequilibrado en casa y fuera (p. ej, torneo de tenis grand-slam, grandes campeonatos de golf o la Copa del Mundo de la FIFA).
Con respecto a las competiciones equilibradas, Pollard (1986) definió la ventaja de jugar en casa como el número de puntos ganados en casa expresado como un porcentaje de todos los puntos ganados, y Courneya y Carron (1992) identificaron la ventaja de jugar en casa como un término utilizado para describir el hallazgo consistente de que los equipos locales en las competiciones deportivas ganan más del 50% de los partidos jugados. Bray (1999) especificó y definió el concepto de ventaja local cuando el porcentaje de victorias locales menos el porcentaje de victorias visitantes es superior al 5%. En relación con las competiciones desequilibradas, Nevill, Holder, Bardsley, Calvert y Jones (1997) definieron la ventaja de jugar en casa como una mejora significativa en el rendimiento alcanzado sobre el rendimiento esperado (según la clasificación mundial o los resultados anteriores) para los atletas/equipos locales.
La ventaja de jugar en casa y los deportes de equipo
La ventaja de jugar en casa se ha documentado en una variedad de diferentes deportes de equipo, incluido el fútbol americano (Pollard & Pollard, 2005b; Watson & Krantz, 2003), el fútbol australiano (Clarke, 2005), el béisbol (Adams & Kupper, 1994; Bray, Obara, & Kwan, 2005; Pollard & Pollard, 2005b; Watson & Krantz, 2003), el rugby (Morton, 2006), el hockey sobre hierba (Carre et al., 2006; Pace & Carron, 1992), hockey sobre hielo (Agnew & Carron, 1994; Dennis & Carron, 1999; Pollard & Pollard, 2005b), baloncesto (Moore & Brylinsky, 1995; Pollard & Pollard, 2005b; Steenland & Deddens, 1997; Watson & Krantz, 2003) y fútbol (Barnett & Hilditch, 1993; Brown, Van Raalte, Brewer, Winter, & Cornelius, 2002; Clarke & Norman, 1995; Nevill, Balmer, & Williams, 1999; Nevill & Holder, 1999; Nevill, Newell, & Gale, 1996; Pollard, 1986, 2006b; Pollard & Pollard, 2005b; Thomas, Reeves, & Davies, 2004; Wolfson, Wakelin, & Lewis, 2005).
Recientemente se ha identificado otro efecto, que ha recibido mucha menos atención pero que es discutido por jugadores, comentaristas, aficionados y entrenadores; la ventaja del partido de vuelta en casa (Page & Page, 2007). Este efecto describe el fenómeno en el que, por término medio, los equipos tienen más probabilidades de ganar una competición a dos bandas cuando juegan en casa en el partido de vuelta. Es decir, ambos equipos tienen ventaja de jugar en casa, pero esta ventaja es significativamente mayor para el equipo que juega en casa el segundo partido.
La ventaja de jugar en casa y los deportes individuales
La prevalencia de la ventaja de jugar en casa tanto en los deportes individuales como en las competiciones desequilibradas está menos clara. Se han identificado algunas evidencias de la ventaja local en la carrera de fondo (McCutch-eon, 1984), la lucha libre (Gayton & Langevin, 1992; McAndrew, 1992), la Copa del Mundo de esquí alpino (Bray & Carron, 1993), el patinaje de velocidad (Koning, 2005) y el boxeo (Balmer, Nevill, & Lane, 2005). Por el contrario, una vez que se ha tenido en cuenta la calidad de los atletas, no se ha encontrado que la ventaja de jugar en casa sea una influencia importante en el rendimiento en los torneos individuales de «grand slam» de tenis o en los torneos «mayores» de golf (Nevill et al., 1997).
La ventaja de jugar en casa en los deportes de equipo frente a los individuales
Estudios más recientes sugieren que la ventaja de jugar en casa es un fenómeno multifactorial con muchos aspectos desconocidos. Por ejemplo, Balmer, Nevill y Williams (2001) demostraron en un estudio sobre la ventaja de jugar en casa en los Juegos Olímpicos de Invierno que la ventaja de jugar en casa varía entre las pruebas de equipo y las individuales, así como entre las pruebas que se basan en diferentes sistemas de puntuación y entre las pruebas con y sin variación de las instalaciones locales. Se ha identificado una ventaja significativamente mayor en las disciplinas en las que los funcionarios juzgan directamente los resultados, probablemente debido a una puntuación desproporcionadamente alta para los competidores locales, y en las disciplinas que conllevan intrínsecamente la posibilidad de variación local en las instalaciones (Figura 1). Clarke (2000) informó de que 17 de las 19 naciones anfitrionas de los Juegos Olímpicos obtuvieron sus mejores resultados históricos como nación de origen. La mayor inversión económica realizada por la nación anfitriona, la posibilidad de competir en todas las disciplinas olímpicas y la ventaja de jugar en casa podrían explicar estos resultados. De hecho, la ventaja del país de origen parece estar asociada a la disciplina deportiva. Así, Balmer, Nevill y Williams (2003) analizaron los Juegos Olímpicos de verano y descubrieron que los deportes de equipo, que cuentan con una mayor asistencia de espectadores, y los deportes juzgados subjetivamente, como la gimnasia o el boxeo, obtuvieron un mayor rendimiento en casa. Sin embargo, los deportes juzgados objetivamente, como el atletismo o la halterofilia, no mostraron ventaja en casa (Figura 2).
Causas de la ventaja de jugar en casa
Hay cuatro revisiones que han proporcionado una visión general del efecto de la ventaja de jugar en casa en los deportes: las de Courneya y Carron (1992), Nevill y Holder (1999), Carron et al. (2005) y Pollard (2006a). Además de ofrecer una visión general de las investigaciones anteriores, tres de estas revisiones sugieren marcos o modelos para destacar y organizar los principales componentes que intervienen en el proceso de la ventaja de jugar en casa y que interactúan entre sí de formas que varían de un deporte a otro. Según esos modelos, las causas más relevantes de la ventaja de jugar en casa son (i) la influencia del público, (ii) la familiaridad con el contexto, (iii) la fatiga del viaje, (iv) los factores de las reglas que favorecen al atleta/equipo de casa, y (v) la territorialidad (Figura 3). Estos factores podrían influir en los estados psicológicos y de comportamiento de los atletas, los entrenadores y los árbitros, explicando en parte la ventaja de jugar en casa encontrada en los estudios empíricos.
La afluencia de público y la ventaja de jugar en casa
La afluencia de público es uno de los principales factores que se consideran responsables de la ventaja de jugar en casa, debido a las diferencias en las condiciones de jugar en casa y fuera de ella (Agnew & Carron, 1994; Nevill et al., 1999). Los investigadores han intentado determinar si la ventaja de jugar en casa es una función del tamaño del público (Dowie, 1982; Nevill et al., 1996), la densidad del público (Agnew & Carron, 1994; Pollard, 1986) y/o el ruido del público (Nevill, Balmer, & Williams, 2002). A pesar de los resultados mixtos (Nevill & Holder, 1999; Pollard, 2006a), las pruebas sugieren que la influencia de la multitud depende del tipo de deporte y de otros factores mediadores, como las decisiones de los árbitros en deportes de juicio subjetivo como el fútbol. De hecho, varios estudios han demostrado que los árbitros pueden verse influidos por una gran multitud para favorecer al equipo local (Downward & Jones, 2007; Nevill et al., 2002; Sutter & Kocher, 2004). Obviamente, el tamaño, la intensidad del apoyo o la proximidad al campo de juego son factores capaces de influir en los estados de ánimo o incluso en el nivel de atención de los atletas, entrenadores y árbitros, afectando al rendimiento deportivo y explicando en parte el fenómeno de la ventaja de jugar en casa.
Familiaridad con la instalación de juego en casa
La familiaridad con la instalación de juego en casa o incluso con las condiciones climáticas locales y con la altitud, son causas plausibles que contribuyen a la ventaja de jugar en casa. Sin embargo, la mayoría de los estudios se han centrado en deportes con relativamente poco potencial de variación de las condiciones locales, en contraste con otros deportes como el esquí alpino. Dowie (1982) y Pollard (1986) sugirieron que la familiaridad con las instalaciones es una de las causas de la ventaja local. Posteriormente, Clarke y Norman (1995) y Barnett y Hilditch (1993) observaron que los equipos de fútbol profesional de Inglaterra que jugaban en campos inusualmente grandes o pequeños o en superficies artificiales podrían haberse beneficiado de un ligero aumento de la ventaja de jugar en casa. También hay algunas pruebas de que la familiaridad con las condiciones locales puede contribuir a la ventaja obtenida por los países anfitriones en los Juegos Olímpicos de Invierno y de Verano (Figura 2) (Balmer et al., 2003). De hecho, Balmer et al. (2001) identificaron una ventaja significativamente mayor para las disciplinas que tienen la posibilidad de una variación local en las instalaciones (Figura 1). A este respecto, Pollard (2002) estimó que alrededor del 24% de la ventaja de jugar en casa puede perderse cuando un equipo se traslada a una nueva instalación, pero otros estudios han sugerido que no hay efectos o que hay efectos ligeramente positivos asociados al traslado a una nueva instalación (Loug-head, Carron, Bray, & Kim, 2003; Moore & Brylinsky, 1995; Watson & Krantz, 2003). En cualquier caso, los principales hallazgos tienden a indicar sólo pequeños efectos para la contribución de la familiaridad con las condiciones locales (por ejemplo, las características físicas del estadio, la distracción durante los partidos, la interrupción de la preparación normal antes del partido, etc.) al efecto de la ventaja de jugar en casa. En cualquier caso, esta ventaja relativa derivada de la familiaridad con el contexto competitivo podría justificar la inversión económica de los gestores de la competición para mejorar el rendimiento deportivo de sus atletas.
Viajes y ventaja de jugar en casa
Los viajes asociados a la competición pueden contribuir a la ventaja de jugar en casa por la fatiga que sufren los atletas y por la alteración de la rutina normal. Los factores de los viajes que se han analizado incluyen la distancia entre las dos instalaciones (Clarke & Norman, 1995; Snyder & Purdy, 1985), el número de husos horarios cruzados (Balmer et al., 2001; Pace & Carron, 1992) y el impacto del jet-lag (Jehue, Street, & Huizenga, 1993; Recht, Lew, & Schwartz, 2003). Los resultados indican un efecto débil o no significativo de la duración y la distancia del viaje sobre el rendimiento deportivo, pero la ventaja de jugar en casa se reduce en los derbis locales en los que no hay viajes (Carron et al., 2005; Nevill & Holder, 1999; Pace & Carron, 1992; Pollard, 2006a). De todos modos, a pesar de las creencias comunes de los atletas, sólo una pequeña proporción de la varianza de la ventaja de jugar en casa puede explicarse por factores relacionados con los viajes y, por lo tanto, la competición sólo se ve ligeramente alterada por la inclusión de largas distancias de viaje para los eventos competitivos.
Reglas y ventaja de jugar en casa
Las reglas en algunos deportes (por ejemplo, la última oportunidad ofensiva en el béisbol pertenece al equipo local) pueden proporcionar la ventaja de jugar en casa; sin embargo, los estudios se han centrado generalmente en el sesgo arbitral. El sesgo arbitral se ha identificado como una causa de la ventaja local. De hecho, varios estudios han encontrado un sesgo de los árbitros a favor del equipo/atleta local (más tiros libres, menos tarjetas amarillas y rojas, más prórrogas, mayor puntuación, etc.) en lugar de un sesgo en contra del equipo/atleta visitante (Ansorge & Scheer, 1988; Boyko, Boyko, & Boyko, 2007; Downward & Jones, 2007; Nevill et al., 2002; Seltzer & Glass, 1991; Sutter & Kocher, 2004; Whissell, Lyons, Wilkinson, & Whissell, 1993).
En los deportes de equipo, hay pruebas que sugieren que una gran multitud puede afectar a las decisiones de los árbitros de los partidos, ya sea por el ruido que hacen o por la percepción de los árbitros de que están siendo controlados, y esto puede ser un factor que contribuya al fenómeno de la ventaja local (Nevill & Holder, 1999; Nevill et al., 1996; Nevill et al., 2002). En cualquier caso, existe un debate sobre la importancia de este factor porque Jones, Bray y Bolton (2001) en cricket y Dennis, Carron y Loughead (2002) en hockey sobre hielo no encontraron ningún efecto de la parcialidad arbitral. Parece que, si la parcialidad del árbitro tiene un efecto sobre la ventaja local, es mayor en los deportes en los que hay un alto grado de evaluación subjetiva. Para los Juegos Olímpicos de Invierno, Balmer et al. (2001), de acuerdo con Seltzer y Glass (1991) y Whissell et al. (1993), identificaron una ventaja significativamente mayor para las disciplinas en las que los árbitros juzgan directamente los resultados, probablemente debido a una puntuación desproporcionadamente alta para los competidores locales (Figura 1). Del mismo modo, Balmer et al. (2003), tras analizar los Juegos Olímpicos de verano, descubrieron que los deportes juzgados subjetivamente, como la gimnasia o el boxeo, generaban un mayor rendimiento en casa en contraste con los deportes juzgados objetivamente, como el atletismo o la halterofilia (Figura 2). La ventaja de jugar en casa se deriva probablemente del sesgo del árbitro y está mediada por diferentes factores según el deporte, como el público y los sentimientos políticos y nacionalistas. Por lo tanto, los protocolos de formación específicos para mejorar la capacidad de los árbitros para manejar el estrés psicológico podrían minimizar el fenómeno de la ventaja local reduciendo las decisiones subjetivas.
Territorialidad y ventaja local
La evidencia ha demostrado que tener que defender el terreno de juego de casa evoca la territorialidad, es decir, una respuesta protectora a una invasión del territorio percibido por uno (Neave & Wolfson, 2003; Pollard, 2006b). Pollard y Pollard (2005a, 2006b) han demostrado que las claras variaciones en la ventaja local del fútbol pueden explicarse en gran medida por la ubicación geográfica (Figura 4). Las naciones balcánicas del sureste de Europa, especialmente Albania y Bosnia, han mostrado una mayor ventaja en casa que otros lugares (por ejemplo, las repúblicas bálticas, Escandinavia y las Islas Británicas).
Es probable que la ubicación física de este territorio, entre montañas, y sus históricos conflictos étnicos y religiosos sean los responsables de un mayor sentido de la territorialidad. Hallazgos similares se han demostrado en otros lugares geográficos como Asia y América Latina. En relación con el sentido de la terri-torialidad, Mazur y Booth (1998) determinaron que los niveles más altos de testosterona están relacionados con comportamientos agresivos y asertivos, ambos muy importantes en los deportes de competición. De hecho, se han encontrado mayores concentraciones de testosterona salival en los jugadores antes de los partidos en casa que antes de los partidos fuera o de entrenamiento (Carre, 2009; Neave & Wolfson, 2003). La forma exacta en que este hallazgo podría afectar al rendimiento está pendiente de una mayor investigación. De todos modos, consideramos que los entrenadores y los psicólogos deportivos deberían promover esos sentimientos de territorialidad para conseguir unas condiciones psicológicas competitivas más adecuadas que garanticen unos niveles de rendimiento más elevados.
Implicaciones psicológicas de la ventaja de jugar en casa
Además de las causas identificadas de la ventaja de jugar en casa en los deportes de competición, la ubicación del partido parece influir en los estados psicológicos y de comportamiento de (i) los entrenadores, (ii) los árbitros y (iii) los atletas, lo que contribuye a unos niveles de rendimiento más elevados en las instalaciones locales. A pesar de que se sabe poco sobre el papel que los estados psicológicos, incluidos el estado de ánimo, la ansiedad, la confianza y la eficacia, pueden desempeñar en la ventaja de jugar en casa, hemos encontrado algunas pruebas científicas relacionadas con esos estados fisiológicos, lo que confirma que ésta puede ser un área de investigación potencialmente fructífera.
Entrenadores y ventaja de jugar en casa
Algunos estudios sugieren que las decisiones estratégicas y tácticas de los entrenadores están influidas por la ubicación del partido y por el público. De hecho, los entrenadores tienden a adoptar más estrategias ofensivas en casa que fuera, lo que podría explicar en parte la ventaja de jugar en casa en el deporte (Dennis & Carron, 1999).
Árbitros y ventaja de jugar en casa
En varios estudios se ha identificado un sesgo de los árbitros a favor del equipo/atleta de casa, especialmente en deportes con un alto grado de evaluación subjetiva.
Los teóricos han sugerido que el público local puede influir en las decisiones de los árbitros aumentando la ansiedad y disminuyendo la confianza en sí mismos, lo que podría explicar el fenómeno de la ventaja local (Ansorge & Scheer, 1988; Boyko et al, 2007; Downward & Jones, 2007; Nevill et al., 2002; Seltzer & Glass, 1991; Sutter & Kocher, 2004; Whissell et al., 1993).
Los atletas y la ventaja de jugar en casa
Algunos estudios sugieren que los atletas experimentan estados psicológicos más positivos cuando compiten en casa frente a los que lo hacen fuera, lo que se traduce en un rendimiento superior en casa (Carre et al., 2006; Terry et al., 1998; Thuot et al., 1998; Waters & Lovell, 2002). Por ejemplo, Terry et al. (1998) descubrieron que los jugadores de rugby tenían perfiles de estado de ánimo más positivos, menor ansiedad y mayor confianza en sí mismos antes de sus partidos en casa que antes de sus partidos fuera. De forma similar, Thuot et al. (1998) encontraron niveles más bajos de ansiedad somática y niveles más altos de autoconfianza cuando los jugadores de baloncesto de la escuela secundaria competían en casa. A pesar de las pruebas, la influencia de la ubicación del juego en los estados psicológicos de los atletas sigue sin ser concluyente debido a algunos hallazgos contradictorios (Bray & Martin, 2003; Bray et al., 2000; Carron et al., 2005; Duffy & Hinwood, 1997; Neave & Wolfson, 2003; Polman et al., 2007). Por ejemplo, Duffy y Hinwood (1997) no encontraron diferencias en los niveles de ansiedad previos al desempeño reportados por los jugadores profesionales de fútbol que competían en casa frente a los que lo hacían fuera. Del mismo modo, Bray y Martin (2003) no informaron de diferencias en los niveles de ansiedad o autoconfianza previos a la competición en casa, en comparación con los de fuera, entre los esquiadores alpinos junior. En cualquier caso, los resultados de la investigación deben interpretarse con cautela porque, en estos estudios, se examinaron los estados psicológicos individuales en relación con el rendimiento del equipo. Por lo tanto, es imposible determinar si aquellos atletas que tenían un mejor perfil psicológico en casa también rindieron mejor en casa.
Conclusión
La existencia y la magnitud de la ventaja de jugar en casa ha sido establecida por varios estudios. Sin embargo, los científicos no han logrado aislar un factor dominante que sea responsable de este fenómeno. Según la literatura científica disponible, es probable que una serie de factores individuales interactúen entre sí e influyan en los estados psicológicos y de comportamiento de los entrenadores, los árbitros y los atletas de una manera aún por establecer. Así, la ventaja local es probablemente el resultado de su efecto combinado y de la influencia de otros factores menos explorados, como la presión de la competición, los salarios de los deportistas o incluso el precio de las entradas.
Los entrenadores y directivos podrían utilizar la información disponible sobre la ventaja de jugar en casa para adoptar estrategias que anulen la influencia negativa de un público hostil; para crear rutinas que generen un ambiente familiar, incluso en competiciones fuera de casa; para prevenir la fatiga asociada a los largos viajes; para tener en cuenta un posible sesgo arbitral; para evocar la territorialidad; para promover estados psicológicos y conductuales positivos; y para tomar decisiones de entrenamiento óptimas que mejoren el nivel de rendimiento de sus atletas.
Actualmente, pocos estudios han investigado los estados psicológicos y de comportamiento de entrenadores, árbitros y atletas en competiciones en casa y fuera de ella. Por lo tanto, las investigaciones futuras deberían centrarse en los factores que influyen en estos estados psicológicos que pueden tener un profundo impacto en el rendimiento deportivo, teniendo consecuencias para todos los elementos implicados: directivos, público, medios de comunicación, atletas, entrenadores, psicólogos deportivos, árbitros, etc.
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