Haruspex
Los babilonios eran famosos por la hepatoscopia. Esta práctica se menciona en el Libro de Ezequiel 21:26:
«Porque el rey de Babilonia está en la separación del camino, a la cabeza de los dos caminos, para usar la adivinación; agita las flechas de un lado a otro, pregunta a los terafines, mira en el hígado».
Los textos de la biblioteca de Nínive nombran más de una docena de términos relacionados con el hígado. El hígado se consideraba la fuente de la sangre y, por tanto, la base de la vida misma. A partir de esta creencia, los babilonios pensaban que podían descubrir la voluntad de los dioses examinando los hígados de ovejas cuidadosamente seleccionadas. Un sacerdote conocido como bārû estaba especialmente capacitado para interpretar los «signos» del hígado, y los eruditos babilónicos reunieron un monumental compendio de presagios llamado el Bārûtu. El hígado se dividía en secciones, cada una de las cuales representaba a una deidad concreta.
En el Museo Británico se conserva un modelo babilónico de arcilla del hígado de una oveja, fechado entre 1900 y 1600 a.C. El modelo se utilizaba para la adivinación, que era importante para la medicina mesopotámica. Esta práctica la llevaban a cabo sacerdotes y videntes que buscaban señales en los astros, o en los órganos de los animales sacrificados, que les indicaran cosas sobre la enfermedad de un paciente. Se colocaban clavijas de madera en los agujeros de la tablilla de arcilla para registrar las características encontradas en el hígado de un animal sacrificado. El vidente utilizaba entonces estas características para predecir el curso de la enfermedad del paciente.
La haruspicy formaba parte de un estudio más amplio de los órganos con fines de adivinación, llamado extispicy, prestando especial atención a la posición de los órganos y a su forma. Hay muchos registros de diferentes pueblos que utilizan el hígado y el bazo de varios animales domésticos y salvajes para predecir el tiempo. Hay cientos de objetos arquitectónicos antiguos, laberintos compuestos de adoquines en los países del norte que se consideran un modelo de los intestinos del animal de sacrificio, es decir, el colon de los rumiantes.
La tradición asirio-babilónica también fue adoptada en la religión hitita. En Hattusa se han excavado al menos treinta y seis modelos de hígado. De ellos, la mayoría están inscritos en acadio, pero unos pocos ejemplos también tienen inscripciones en la lengua hitita nativa, lo que indica la adopción del arúspice como parte del culto nativo y vernáculo.
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