Gliadina: ¿Qué es, dónde se puede encontrar y se es alérgico?
La alergia a la gliadina se produce cuando la proteína, la gliadina, no se descompone correctamente (en un proceso llamado desaminación), lo que provoca una respuesta inmunitaria que da lugar a la inflamación y la intolerancia (y para muchos, varios síntomas que pueden ser similares al síndrome del intestino irritable).
La diferencia entre una alergia a la gliadina y la enfermedad celíaca es que en la enfermedad celíaca, las personas terminan con daños en el revestimiento del intestino. En cambio, en la alergia a la gliadina no hay daños en el revestimiento del intestino. Además, las personas con alergia a la gliadina no son sensibles a la glutenina, la otra proteína presente en el gluten (como referencia, las personas con enfermedad celíaca son sensibles a la gliadina y a la glutenina). Sin embargo, es imposible eliminar sólo la gliadina de las fuentes de gluten; así que incluso si sólo se tiene una intolerancia a la gliadina, es clave evitar el gluten por completo para reducir los síntomas.
La intolerancia a la celiaquía y a la gliadina difieren también en términos de pruebas. La celiaquía se comprueba mediante un análisis de sangre, seguido de una biopsia (¡la biopsia suele ser la más útil para el diagnóstico!). Un diagnóstico no celíaco, como la intolerancia a la gliadina o la alergia, generalmente se guía por los síntomas.
Y no necesariamente tiene que hacer un viaje a la oficina del médico-un dietista registrado puede ordenar una prueba de heces y echar un vistazo a sus anticuerpos anti-gliadina, que es local a la sensibilidad del intestino en lugar de sistémicamente en todo su cuerpo como en el caso de la celíaca. Si estos anticuerpos son altos, puede indicar una sensibilidad. El nivel de anticuerpos antigliadina puede bajar una vez que elimines el gluten de tu dieta y apoyes el revestimiento de tu intestino. (Otra nota: estos anticuerpos antigliadina también pueden estar elevados en alguien con celiaquía).
Para aquellos con alergia a la gliadina, los síntomas pueden incluir dolores de cabeza, urticaria crónica, pérdida de la menstruación en las mujeres, fatiga, dolores de estómago o calambres. La hinchazón también puede formar parte del cuadro, así como la diarrea.
La conclusión: Que no tengas la enfermedad celíaca no significa que no vayas a tener problemas con el gluten y los componentes que contiene.
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