Ghost Shark

Cuando un gran tiburón blanco se come la posible captura de un pescador deportivo, el hombre y su hija se desquitan violentamente torturando y matando sádicamente al tiburón. El cadáver del tiburón se hunde en el fondo de una cueva submarina. Posteriormente resucita como un tiburón fantasma debido a las misteriosas propiedades paranormales de la cueva.

Ahora hambriento de venganza, el tiburón fantasma se come a sus asesinos paletos, junto con el capitán de su barco. Finalmente, pone su mirada en el resto de la comunidad local en la ciudad costera de Smallport, Florida. Gracias a su nueva forma espectral, el tiburón blanco puede atacar y matar a cualquiera siempre que haya la más mínima cantidad de agua cerca. Esto le permite salir de una piscina, una bañera, un cubo, una tubería de metal e incluso un vaso. Mata a muchas personas en varios lugares.

Aunque el terror parece estar fuera de control, un grupo de jóvenes que intentan encontrar respuestas acaban viendo ignoradas sus súplicas. El alcalde de la localidad está en plena campaña de reelección, y otras autoridades no están dispuestas a creer en el fantasma. La adolescente Ava Conte (Mackenzie Rosman) jura poner fin al espectro, después de que éste devore a su padre y a varios amigos. Se une a un farero local, llamado Finch (Richard Moll). Finch es un borracho que afirma conocer los secretos de la nueva forma del tiburón. Tras ser arrestados, acosados, amenazados y obstaculizados en sus luchas, el grupo consigue finalmente acabar con la criatura de una vez por todas.