Garry Hoy, el hombre que murió intentando demostrar que una ventana era irrompible

En una tarde de julio de 1993, uno de los edificios del complejo de oficinas Toronto-Dominion Centre celebraba una pequeña fiesta de bienvenida para los nuevos aprendices. El encargado de recorrer el rascacielos acristalado era el abogado Garry Hoy, a quien le gustaba demostrar la solidez de las ventanas con un método poco habitual: lanzándose contra ellas.

El canadiense era un experto en derecho corporativo y de valores. Sin embargo, antes de dedicarse a la abogacía, Hoy también se había licenciado en ingeniería, y quizá por eso despertó tanto interés la resistencia de las llamadas ventanas irrompibles de la oficina donde trabajaba.

El truco que salió mal

Garry había hecho la broma innumerables veces antes, como una forma de hacer que los recién llegados se asustaran. Por lo general, lo que ocurría era que se limitaba a rebotar contra la ventana, y aparte de tal vez un hombro dolorido, permanecía sano y salvo.

Esa noche, sin embargo, cuando el abogado lanzó su cuerpo contra el cristal, el susto de los presentes fue mucho más real de lo que pretendía. Y es que el marco de la ventana acabó desprendiéndose y Gory Hoy, junto con una ventana intacta, cayó desde el vigésimo cuarto piso del edificio de abogados.

Según TorontoIst, tras la trágica muerte del abogado, el periódico canadiense Toronto Star llamó a un ingeniero de estructuras llamado Bob Geer para que comentara el asunto: «No conozco ningún código de construcción en el mundo que permita que un hombre de 72,5 kg se estrelle contra una ventana y lo resista», dijo el experto.

Las repercusiones del incidente acabaron provocando que la oficina en la que trabajaba Garry tuviera problemas de reputación y, en consecuencia, cerrara en 1996. En su momento, fue incluso el mayor cierre de un bufete de abogados en Canadá.

Y se convirtió en un chiste

El episodio protagonizado por Garry Hoy es una narración de la que se puede extraer fácilmente una moraleja de la historia, que es muy probablemente la razón por la que su experiencia se ha vuelto a contar innumerables veces en la cultura pop, entre otras cosas como una forma de transmitir un ejemplo contundente «de lo que nunca hay que hacer».

El programa de televisión Myth Busters dedicó un episodio de la primera temporada a demostrar lo ocurrido con el abogado, al igual que la serie 100 Ways to Die, cuyo propósito es recrear escenarios de muertes insólitas. Entre otros que también han hablado de Hoy, también hay un programa en el canal Discovery Investigation, y un best-seller canadiense sobre historias que les ocurrieron a los abogados.

En un tono menos explicativo, y más libertino, Gary Hoy también fue nominado al «Premio Darwin» en 1996, que es un homenaje irónico a los individuos que supuestamente han contribuido a la evolución humana «eliminándose de forma extraordinariamente idiota».

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