Fuggerei

El alquiler era y sigue siendo de un florín renano al año (equivalente a 0,88 euros), así como hacer tres oraciones diarias por los actuales propietarios de la Fuggerei -el Padrenuestro, el Ave María y el Credo Niceno- y realizar un trabajo a tiempo parcial en la comunidad. Las condiciones para vivir allí siguen siendo las mismas que hace 500 años: hay que haber vivido al menos dos años en Augsburgo, ser de fe católica y ser indigente sin deudas. Las cinco puertas siguen cerrándose todos los días a las 10 de la noche.

Las viviendas de la zona consisten en apartamentos de entre 45 y 65 metros cuadrados, pero como cada unidad tiene su propia entrada a la calle se simula que se vive en una casa. No hay alojamientos compartidos; cada familia tiene su propio apartamento, que incluye una cocina, un salón, un dormitorio y una pequeña habitación de invitados, con un total de unos 60 metros cuadrados. Todos los apartamentos de la planta baja tienen un pequeño jardín y un cobertizo, mientras que los de la planta superior tienen un ático. Todos los apartamentos tienen comodidades modernas como televisión y agua corriente. Un apartamento de la planta baja está deshabitado y sirve de museo abierto al público. Los timbres tienen formas elaboradas, cada uno de ellos único, que se remontan a la época anterior a la instalación del alumbrado público, cuando los residentes podían identificar su puerta palpando el pomo en la oscuridad.

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