Flotación en Bangkok | Información sobre la flotación – Bangkok Float Center
Dentro del tanque de flotación hay 700 kg de sales especialmente formuladas importadas directamente de Dream Pod y añadidas a 1000 litros de agua, creando una solución de 30 cm de profundidad, que se calienta a 35,5 grados C (temperatura de la piel).
La temperatura del agua hace que, una vez instalado en el tanque, sea prácticamente imposible distinguir entre las partes del cuerpo que están en contacto con el agua y las que no lo están.
La flotabilidad creada por la densa solución de sal de Epsom elimina eficazmente los efectos de la gravedad sobre el cuerpo y acerca al individuo a una experiencia de ingravidez total. A menos que sea un astronauta, ésta es la única situación que encontrará en la que su cuerpo está libre de las fuerzas dañinas de la gravedad.
Con los tapones para los oídos puestos y, si lo desea, las luces interiores del tanque apagadas, la tranquilidad y la oscuridad permiten que la mente se sumerja en el estado de relajación más profundo posible.
Se utiliza una enorme cantidad de energía cerebral cada segundo para lidiar con la tensión que la gravedad ejerce sobre el cuerpo, pero ahora, al flotar sin peso, su cuerpo está perfectamente soportado por un cojín de líquido sedoso a la temperatura de la piel.
Liberado de toda sensación de gravedad, temperatura, tacto, vista y sonido (que en conjunto representan el 90% de la actividad neuromuscular normal), usted conserva y redirige enormes cantidades de energía física y mental natural.
La relajación ultra profunda de la flotación «restablece» el equilibrio hormonal y metabólico del cuerpo, reforzando la resistencia y acelerando la recuperación de los efectos del estrés, la enfermedad, las lesiones o el ejercicio extenuante.
Al no tener que enviar órdenes, el lado lógico del cerebro se vuelve redundante y su actividad se ralentiza hasta que se sincroniza con el lado creativo. Esto deja al individuo en un estado de ensueño, parecido a los pensamientos que se experimentan justo antes de ir a dormir. En este estado, el cerebro libera grandes cantidades de endorfinas.
Aunque el estado de relajación puede ser profundo, el cerebro del individuo permanece soñadoramente alerta. El cerebro pasa gradualmente de su habitual estado beta de vigilia a generar profundas ondas alfa, theta o incluso delta, el estado mental que los monjes budistas intentan alcanzar mediante horas de meditación y años de entrenamiento. Puede conseguirlo en cuestión de minutos, simplemente tumbándose en el sedoso y cálido mar de la felicidad que es la experiencia de la flotación.
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